Esto es lo que tienes que hacer en tu coche antes del 1 de junio: después será tarde

• Janire Manzanas
• Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.
• • 30/05/2025 11:00
  • Actualizado: 30/05/2025 11:00

Con la llegada del verano, las temperaturas empiezan a subir, y esto no sólo afecta a nuestro cuerpo o al entorno, sino también al vehículo que utilizamos a diario. Aunque tener coche implica libertad de movimiento y comodidad, también conlleva una serie de responsabilidades que muchas veces pasamos por alto hasta que surgen los problemas. Las condiciones climáticas extremas, como el calor intenso de la época estival, pueden afectar seriamente el funcionamiento de algunos componentes del vehículo, especialmente si no se han revisado a tiempo.

Por eso, antes del 1 de junio, es fundamental realizar una revisión completa del vehículo. No se trata únicamente de cuidar el motor o los neumáticos, sino también otros elementos clave como el aire acondicionado o los niveles de líquidos. Muchas de estas cosas se pueden hacer en casa, sin necesidad de acudir al taller, siempre que se sigan las indicaciones correctas. Adelantarse a los efectos del calor es la mejor manera de evitar averías, viajes incómodos o riesgos innecesarios en carretera durante los meses más calurosos del año.

¿Por qué revisar el coche antes del verano?

Una de las partes más olvidadas y, al mismo tiempo, más utilizadas en verano es el sistema de aire acondicionado. Aunque muchas personas prefieren delegar esta tarea al mecánico, es perfectamente posible hacerlo en casa con tiempo, cuidado y los productos adecuados. Estos son los pasos a seguir:

1. Lo primero es eliminar eliminar microorganismos, polvo y moho que se acumulan en las salidas de aire. Para ello, lo más efectivo es aplicar vapor caliente directamente en las rejillas utilizando un generador de vapor portátil. Esto ayuda a purificar el aire que circula por el interior y evita olores desagradables.
2. El filtro de aire suele estar situado bajo el capó o detrás de la guantera. Una vez localizado, retíralo con cuidado. Si está muy sucio o deteriorado, lo mejor es reemplazarlo por uno nuevo. De lo contrario, puedes limpiarlo con aire a presión.
3. Activa el aire acondicionado con la ventilación a máxima potencia. Esto servirá para expulsar cualquier resto de suciedad o humedad que haya en los conductos. Mantén las ventanas abiertas mientras lo haces.
4. El evaporador es una pieza clave del sistema de climatización y suele ser la responsable de los malos olores si no se limpia adecuadamente. Normalmente se encuentra detrás de la guantera. Con un producto específico para aire acondicionado, aplica el higienizante directamente en esta zona siguiendo las indicaciones del fabricante.
5. Una vez limpio o nuevo, es momento de volver a instalar el filtro, asegurándote de colocarlo en la dirección adecuada según el flujo de aire indicado. Cierra bien la carcasa y comprueba que todo quede herméticamente sellado.

Este mantenimiento, según recomiendan los profesionales, debería hacerse al menos una vez al año, preferiblemente antes del verano. Así se garantiza un aire limpio, sin bacterias y con un rendimiento óptimo durante los meses de calor.

Protección de las altas temperaturas

El primer paso para cuidar el coche durante el verano es elegir bien dónde aparcar. Siempre que sea posible, lo ideal es dejarlo en un garaje o en zonas de sombra natural. Ésta sencilla medida reduce considerablemente la temperatura en el interior y evita el deterioro de elementos plásticos, el salpicadero o la tapicería.

Cuando no queda más remedio que aparcar al sol, es fundamental utilizar parasoles. Estos accesorios, especialmente si son reflectantes, protegen el parabrisas y minimizan el efecto invernadero. También existen versiones para las ventanillas laterales y trasera, muy útiles si viajas con niños o mascotas.

Además del interior, es importante cuidar la mecánica. El motor sufre especialmente con las altas temperaturas, por lo que hay que revisar el nivel de refrigerante y asegurarse de que el sistema de ventilación funciona correctamente. También los neumáticos se pueden deteriorar más rápido: el calor hace que la presión aumente, lo que puede derivar en desgaste irregular o incluso reventones. Por lo tanto, es imprescindible verificar la presión y el estado de las ruedas antes de un viaje largo es imprescindible.

Efectos de conducir con calor extremo

Conducir bajo altas temperaturas influye directamente en la seguridad al volante. Cuando el interior del coche supera los 35 °C, la capacidad de reacción, la concentración y el estado de alerta disminuyen notablemente. Estudios han demostrado que conducir con calor excesivo puede generar efectos similares a los de conducir con una tasa de alcohol en sangre de 0,5 g/l, es decir, un nivel de riesgo preocupante.

El calor provoca fatiga, somnolencia e irritabilidad, lo que aumenta la probabilidad de errores y reduce el tiempo de respuesta ante imprevistos. Además, si el sistema de aire acondicionado no funciona correctamente o no se ha limpiado adecuadamente, el aire puede estar cargado de bacterias o alérgenos, lo que agrava el malestar, especialmente en personas sensibles.

En trayectos largos, conducir sin una ventilación adecuada puede provocar deshidratación y dolores de cabeza, afectando aún más el rendimiento del conductor.