Aviso de los expertos a quienes llevan su coche a un lavadero: el peligro que nadie conoce
Toma nota del peligro que ocultan los lavaderos de coches
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Los que lleva su coche a un lavadero deben tener en cuenta un peligro que casi nadie conoce. A punto de iniciar las vacaciones, con tiempo libre que podremos empezar a tener en consideración, por lo que, quizás hasta el momento no sabíamos lo que podríamos tener por delante. Estas ganas de realizar una limpieza necesaria de un elemento que puede acabar siendo lo que nos afectará de lleno en estos días en los que cada elemento cuenta.
Son tiempos de apostar claramente por un cambio que puede acabar siendo lo que nos afectará en estos días que hasta la fecha no sabíamos que, sin duda alguna, habrá llegado en estos días en los que puede empezar a crear algunos detalles que hasta el momento desconocíamos. Esa manera de limpiar nuestro vehículo puede acabar convirtiéndose en un problema para muchos. Es hora de saber qué es lo que puede pasar a tu coche si usas un lavadero que puede acabar siendo lo que nos dará algunos detalles destacados. Es momento de poner en práctica determinados detalles que, sin duda alguna, puede acabar generando más de una sorpresa con un peligro que casi nadie conoce, pero es muy real.
El peligro que casi nadie conoce
Nadie conoce este peligro que pueden acabar siendo lo que nos afectará de lleno en estos días que tenemos por delante. Queremos mantener nuestro coche en perfectas condiciones y lo haremos de tal forma que seguramente vamos a poder ver determinados elementos que pueden acabar generando más de una sorpresa del todo inesperada.
El coche es un bien en el que invertimos miles de euros, de tal forma que podremos empezar a tener algunos elementos que, sin duda alguna, puede convertirse en ese elemento esencial que deberemos aplicar de una forma totalmente considerable y clara.
Nadie conoce este peligro que puede convertirse en un elemento que, sin duda alguna deberemos poner en práctica. Es momento de apostar claramente por esta situación cambiante que podría acabar siendo la que nos dará un giro radical de una manera diferente.
Este lavadero que puede acabar siendo el elemento que nos acompañará en estas próximas jornadas en las que el cambio radical que hasta la fecha desconocíamos podría acabar siendo especialmente complicado. Este peligro puede acabar marcando una diferencia significativa a la hora de mantener nuestro coche en perfectas condiciones.
Los expertos lanzan un aviso a los que llevan el coche al lavadero
Llevar el coche al lavadero puede convertirse en fuente de un aviso importante de los expertos. El lavadero puede acabar siendo el detalle que puede convertirse en un plus de buenas sensaciones y que, sin duda alguna, puede acabar siendo clave.
Hay un elemento que está en los lavaderos de coches y que puede ser altamente perjudicial para las personas, siendo lo que nos explican los expertos de Ecocosh: «PFAS son las siglas en inglés de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas. Se trata de sustancias químicas tóxicas y no biodegradables. Están formadas por grupos fluorados (F) y grupos alquilo (por ejemplo, CnH2n+1). Los átomos de hidrógeno de los grupos alquilo (cadenas de carbono de diferentes longitudes) están total (compuestos perfluorados) o parcialmente (compuestos polifluorados) sustituidos por átomos de flúor. Los PFAS se denominan “sustancias químicas para siempre” porque son muy persistentes en el medio ambiente y bioacumulables en la cadena alimentaria, es decir, el organismo absorbe sustancias como pesticidas u otras sustancias químicas a gran velocidad. Por eso figuran en la lista de la “docena sucia” del Environmental Working Group (EWG), que agrupa a descriptores endocrinos. Estas sustancias no existen en la naturaleza, sino que se producen en plantas químicas. Su toxicidad procede principalmente del flúor. A temperaturas normales, el flúor se encuentra en forma de difluor (F2), un gas diatómico de color amarillo pálido que es muy tóxico y extremadamente corrosivo. El flúor provoca quemaduras muy graves en contacto con la piel, las mucosas y los huesos. Muchos gases fluorados, los freones, se utilizan en sistemas de refrigeración y aire acondicionado. Los clorofluorocarbonos (CFC) han sido prohibidos por su contribución al agujero de ozono. En estado sólido, el flúor se encuentra en compuestos minerales naturales».
Siguiendo con la misma explicación: «Los PFAS se encuentran en productos cotidianos como ropa, envases de hostelería, espuma contra incendios, pinturas, esmaltes de uñas, productos de limpieza y en sartenes en forma de teflón, un revestimiento antiadherente. Estas sustancias se forman a través de los residuos industriales. Los grupos alquilo y fluorados se mezclan y acaban en las aguas residuales, ya que para las empresas responsables su almacenamiento sigue siendo caro. Otra fuente de PFAS es la tecnología GenX, una tecnología utilizada por la empresa química DuPont Chemours en Dordrecht. Esa produce polímeros que contienen flúor, como el politetrafluoroetileno (teflón), muy resistentes al calor (hasta 205 °C). Estos polímeros son cancerígenos y reprotóxicos (reducción de la fertilidad en humanos)».
