¿Los perros entienden lo que les decimos?

Todos nos hemos planteado en alguna ocasión la pregunta de si los perros realmente entienden lo que les decimos. Pues bien, un equipo de científicos ha realizado un estudio publicado en ‘Frontiers in Neuroscience’ para averiguarlo, y los resultados han sido sorprendentes.

Para llevar a cabo el estudio, colocaron a doce perros en un escáner de resonancia magnética mientras juraban con sus juguetes para monitorizar su materia gris. Previamente, fueron entrenados durante varios meses para recoger dos juguetes de un montón, cada uno de ellos con una textura diferente, solo con decir su nombre: uno duro y de goma y otro blando, como un animal de peluche.

Varias áreas del cerebro de los perros se iluminaron cuando los investigadores utilizaron las palabras justas para definir los objetos. Por lo tanto, fueron capaces de diferenciar los juguetes sin ningún tipo de problema. El estudio resultó todo un éxito.

Gregory Berns, neurocientífico de la Universidad de Emory, uno de los autores del estudio, explicó a ‘The New York Post’: «Los perros tienen capacidades y motivaciones claras para aprender y comprender palabras humanas. Sin embargo, parecen tener una representación neuronal del significado de las palabras que se les ha enseñado. En última instancia, lo único que desean los perros es satisfacer a sus dueños y, a ser posible, recibir elogios o premios en forma de comida».

¿Cómo dar órdenes a los perros?

Si has adoptado un perro como mascota, es fundamental que le enseñes las órdenes básicas de obediencia desde el primer momento: sentarse, quedarse quito, venir cuando le llamas…

Puedes enseñárselas con una palabra o un gesto para que el animal realice una determinada acción. Recuerda que el refuerzo positivo es clave en el adiestramiento: se trata de premiarle cuando hace algo bien en lugar de castigarle cuando hace algo mal.

Una de las primeras órdenes que debe aprender el perro es la de sentarse. Para ello, coge un trozo de comida con una mano y sostenla encima del animal, a modo de señuelo. Dile «siéntate» y cuando lo haga dale el trozo de comida y una caricia.

Si quieres que el perro permanezca quieto, tanto en el exterior como en casa, tiene que aprender a hacerlo cuando coloques la palma de la mano extendida delante suyo y pronuncies la palabra «quieto».

Para que camine a tu lado cuando salgáis a pasear, dale un ligero tirón a la correa cuando vaya mucho más rápido que tú. No te olvides de premiarle cuando lo haga bien.