ESPAÑA, FUERA DEL TABLERO INTERNACIONAL

Marruecos estrecha su alianza con EEUU mientras Sánchez irrita a Trump en plena crisis migratoria

España ha pasado de ser para Washington un socio fiable a convertirse en un espectador irrelevante en el norte de África

Marruecos Sánchez

Washington refuerza su relación con Rabat, apoya su soberanía sobre el Sáhara y colabora con Marruecos en Defensa. Mientras, Pedro Sánchez desaparece del escenario internacional y molesta a la Casa Blanca con sus ambigüedades y debilidades en materia de Defensa en plena crisis migratoria. Rabat fortalece así su posición geoestratégica. Mientras, Sánchez permanece desaparecido, sin liderazgo ni estrategia clara ante una crisis migratoria que desborda Ceuta, Melilla, Canarias y Baleares, y que amenaza con convertirse en una bomba de relojería para Europa.

Trump: «España es un problema»

Donald Trump ya arremetió contra Sánchez el pasado junio en el marco de la cumbre de la OTAN, por negarse a subir el gasto en Defensa al 5% del PIB: «España es un problema en cuanto al gasto». Sánchez ya había comenzado a mostrar sus discrepancias con el incremento de la inversión militar a través de una carta que envió al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, antes de la reunión. En ella alegaba que esta medida «no es razonable y sería contraproducente».  En cambio, posteriormente España firmó el documento en el que los países miembros se comprometían a cumplir con las exigencias de la OTAN.

Rabat gana peso con apoyo de Washington

Donald Trump ha enviado este fin de semana una carta a Rabat en la que ha reiterado: «Estados Unidos reconoce la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental y apoya la propuesta de autonomía seria, creíble y realista de Marruecos como única base para una solución justa y duradera a la disputa», ha destacado Trump en un mensaje al Rey Mohammed VI con motivo del Día del Trono. Mientras, Moncloa guarda silencio y cede terreno ante Argelia y el Frente Polisario.

Este fin de semana Donald Trump ha vuelto a respaldar así con firmeza la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. «Estados Unidos valora profundamente nuestra sólida y duradera alianza con Marruecos. Juntos, impulsamos prioridades compartidas para la paz y la seguridad en la región, incluyendo la consolidación de los Acuerdos de Abraham, la lucha contra el terrorismo y la ampliación de la cooperación comercial que beneficia tanto a estadounidenses como a marroquíes», ha reconocido Trump en su misiva.

«Espero continuar nuestra colaboración para promover la estabilidad, la prosperidad y la paz regionales», ha destacado el presidente de Estados Unidos.

EEUU invertirá 5.000 millones

Según diferentes medios de comunicación, entre los que se encuentra The North Africa Post, Estados Unidos financiará con 5.000 millones de dólares el desarrollo del Sáhara marroquí. Washington tiene previsto que se convierta un importante centro económico regional.

La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) ha autorizado a la Corporación Financiera para el Desarrollo (DFC) de Estados Unidos a financiar proyectos en el Sáhara marroquí. La DFC ya ha realizado misiones económicas y reuniones con bancos y empresas marroquíes para identificar los proyectos más prometedores.

Durante una audiencia en el Senado, el embajador de Estados Unidos, Richard Duke Buchan, diplomático y empresario, afirmó que Marruecos es un socioeconómico modelo. Estados Unidos y Marruecos mantienen una sólida relación comercial, caracterizada por un importante superávit comercial con Estados Unidos.

Trump reconoció la soberanía de Marruecos en el Sáhara en 2020. La carta refuerza el eje Rabat-Washington en plena crisis migratoria en el Mediterráneo occidental y deja en evidencia la falta de una estrategia clara por parte del Gobierno de Pedro Sánchez.

Ya en marzo de 2022, Sánchez sorprendió al reconocer en una carta a Marruecos su plan de soberanía sobre el Sáhara. En esa misiva, enviada por Sánchez al rey de Marruecos, Mohamed VI, España cambió su posición histórica al respecto, que pasaba por un referéndum organizado por la ONU, y consideró «la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, como la base más seria, realista y creíble para resolver el diferendo». Entonces, se criticó que copió la carta de Trump de 2020.

Crisis diplomática con Marruecos

La pasividad de Sánchez en política exterior ha tenido consecuencias: crisis diplomática con Marruecos, avalanchas migratorias en Ceuta, Melilla y Canarias, y un creciente aislamiento internacional en medio de un conflicto que afecta directamente a la seguridad, la energía y el comercio de España.

La alianza entre Trump y Marruecos vuelve a marcar el rumbo de la región, mientras Sánchez continúa encerrado en su laberinto interno, más centrado en contentar a sus socios independentistas que en defender los intereses estratégicos de España.

Marruecos ha fortalecido sus alianzas con potencias clave como Estados Unidos e Israel, y ha ganado peso como socio preferente en el norte de África. El Gobierno de Sánchez ha permanecido desaparecido del tablero geopolítico, atrapado entre sus equilibrios con Argelia —proveedor de gas— y su rendición a Marruecos.

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