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Expertos alertan de la plaga que amenaza a los perros esta primavera

Expertos alertan de la plaga que amenaza a los perros esta primavera
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Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La plaga de procesionaria del pino es muy común en España con la llegada de la primavera, la cual afecta mayormente a los perros. El problema este 2022 es que se ha adelantado debido a la falta de lluvias y al incremento de las temperaturas. Los expertos alertan de que ya se han observado los primeros ejemplares de esta especie, y piden a los dueños de perros que tomen todas las precauciones para que los animales ingieran estas orugas. De hacerlo, las consecuencias podrían ser fatales, sobre todo en cachorros.

Jorge Galván, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), explica a Telecinco que cada vez se está adelantando más la llegada de la plaga de procesionaria del pino por culpa de las sequías que se están produciendo en España durante el invierno. Antes, los primeros ejemplares no se veían hasta finales de marzo, y ahora es común verlos a principios de febrero. Las razones por las que esto ocurre son dos: el cambio climático y las restricciones sobre el uso de biocidas para acabar con las plagas.

Procesionaria del pino en perros: síntomas y tratamiento

Ni siquiera es necesario que los perros ingieran las orugas para sufrir problemas de salud. Es suficiente con tocarlas para que aparezcan síntomas tales como reacciones alérgicas, urticarias, lesiones oculares y dermatitis. Cuando las orugas se sienten amenazadas, se defienden lanzando sus pelos al aire. Si alguno de estos pelos alcanzan al peludo, pueden causar irritaciones y alergias.

Estas son las posibles consecuencias en función de cuál sea el contacto del can con la oruga y durante cuanto tiempo:

  • Si los pelos entran en contacto con el animal, lo primero que va a notar en la zona son picores y sensación de comezón.
  • Si olfatea la oruga, lo más probable es que comience a rascarse la zona de la boca y a babear.
  • Si la llega a chupar, es muy probable que se le necrose la lengua.
  • El caso más grave de todos es si se come la oruga. El riesgo de muerte es muy alto.

Si el perro entra en contacto o se come una oruga, es fundamental llevarle al veterinario de inmediato, aunque parezca que el animal se encuentre bien. El tratamiento depende de su reacción, pero generalmente incluye el uso de antibióticos, corticoides o antihistamínicos.

Por último, cabe señalar que la única opción para evitar el contacto de la oruga procesionaria es no ir a zonas en las que hay pinos durante la primavera.

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