La palabra que usan los madrileños todo el rato y que el resto de España piensa que es una grosería
Una expresión que se utiliza en toda España pero especialmente en Madrid
No es una palabrota pero para algunos puede tener un significado grosero
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Madrid es una ciudad donde la tradición y lo moderno se entrelazan. Algo que se refleja no sólo en sus calles y costumbres, sino también en su forma de hablar. Como el resto de comunidades, Madrid tiene palabras y expresiones que son muy auténticas y que refleja de alguna manera el carácter vibrante, humorístico y algo irreverente que tienen los madrileños. Es el caso concreto de una palabra que usan los madrileños todo el rato y que el resto de España piensa que es una grosería.
El lenguaje madrileño está lleno de expresiones directas y un humor desenfadado, pero, para alguien que no esté familiarizado, algunas de estas expresiones pueden sonar tan fuertes o «groseras» que llevan a malinterpretaciones. Es el caso de la palabra que nos ocupa y que si bien la usan los madrileños cuando no están conformes con algo, para otras personas que no estén acostumbradas puede sonar algo fuerte e incluso puede interpretarse como algo que se dice cuando estamos muy enfadados y queremos ofender a quien nos escucha. Sin embargo, aunque suene fuerte, el significado no es para nada ofensivo; más bien, forma parte de ese carácter irónico y desenfadado que caracteriza a la capital. Esta frase se popularizó en toda España cuando un famoso político español, Federico Trillo, la pronunció en el Congreso en un contexto de indignación. Desde entonces, se ha convertido en una expresión icónica de los madrileños, quienes la usan con mucha naturalidad.
La palabra que usan los madrileños todo el rato
Hablar como un verdadero madrileño no es solo cuestión de utilizar palabras características, sino también de adoptar una actitud relajada y humorística hacia la vida cotidiana. Esta idiosincrasia se manifiesta en expresiones que, lejos de ser groseras, reflejan su carácter espontáneo y directo. Así, «¡Manda huevos!» se ha ganado su lugar entre las expresiones que todo madrileño lleva en su repertorio, y, aunque el resto de España pueda interpretarla como un exabrupto, en Madrid no es más que una forma de enfatizar el asombro ante las situaciones insólitas de la vida diaria.
De este modo cuando un madrileño vive algo que no se puede creer e incluso cuando ocurre algo con lo que no está conforme, suele decir un «Manda huevos» que por la expresión y el tono puede sonar bastante mal. La popularidad máxima de la expresión sin embargo, la encontramos en la figura de Federico Trillo, jurista y político español del Partido Popular que en 1997, siendo presidente del Congreso de los Diputados pronunció un «manda huevos» que fue captado por su propio micrófono que no había cerrado cuando segundos antes había dado paso a que se llevara a cabo una votación.
Otras expresiones típicas del habla madrileña
Pero no todo es «manda huevos» en Madrid; el lenguaje madrileño está lleno de coloridas expresiones que vale la pena conocer. Estas expresiones van más allá de la jerga común y son reflejo de su forma de ver el mundo y relacionarse con los demás. A continuación, exploraremos algunas de las expresiones más populares de la capital que harán que cualquiera se sienta como un «gato» de pura cepa.
- «Gato»: Si quieres saber quién es realmente de Madrid, busca a un “gato”. Este término se usa para aquellos madrileños que han nacido en la capital y que además tiene una familia con ascendencia de varias generaciones madrileña.
- «Mazo»: Cuando algo es muy bueno. Muchos le suman además otra palabra «mola»
- «Me piro»: Esta expresión significa, simplemente, que alguien debe irse o marcharse.
- «Estar to’ flipao»: Esta frase expresa sorpresa o asombro, y suele usarse cuando alguien está realmente impresionado por algo.
- «Dabuten»: Aunque suene retro, «dabuten» sigue estando muy presente en el vocabulario de algunos madrileños. Esta palabra, que tiene origen en el caló y significa “excelente” o “perfecto”, ha perdurado y sigue utilizándose para describir algo que realmente vale la pena.
- «Keli»: “Keli” es sinónimo de casa en el argot madrileño. Así, «vamos a mi keli» suele decirse cuando invitas a alguien a casa.
- «Teki»: Cuando un madrileño pide un «teki», está refiriéndose al taxi. Esta abreviatura es típica y la suelen decir sobre todo aquellos que son «gatos».
- «No te rayes»: esta expresión se usa para calmar a alguien, animándolo a no preocuparse en exceso por algo.
- «Estar hecho polvo»: significa estar muy cansado, tanto física como emocionalmente.
- «Hacer un canteo»: se utiliza para referirse a algo que llama demasiado la atención o resulta exagerado.
- «Ir a pachas»: expresión para indicar que los gastos se van a dividir entre varias personas.
- «Vaya tela»: se usa para expresar sorpresa o incredulidad ante una situación complicada o inesperada.
- «Me renta»: Si algo “me renta”, significa que merece la pena.
- «Pedir un mini»: En los bares de Madrid, pedir “un mini” significa solicitar una bebida de unos 750 ml.
- «Ser un jeta»: Si alguien es un «jeta», se refiere a una persona «caradura» o sin vergüenza.
- «Pillarse un moco»: Por último, esta expresión es sinónimo de beber demasiado. El lenguaje urbano de la capital está lleno de referencias al ocio y la vida social, por lo que no sorprende que haya muchas expresiones como esta para describir situaciones de fiesta.
Como puedes ver, el habla madrileña es un reflejo del carácter de la ciudad: frenético, directo y lleno de vida. Las expresiones que emplean los madrileños son mucho más que palabras; son una ventana a su identidad y al ritmo de su día a día, aunque muchas de ellas han dado el salto más allá de la capital y se suelen utilizar también en el resto de España.