El sorprendente truco que evitará que piques entre horas

Picar entre horas es algo que mucha gente hace incluso cuando está de vacaciones en verano. Ya sea por un desayuno quizás demasiado ligero o porque estamos a dieta, a veces resulta imposible llegar a la hora de la comida o a la cena sin comer algo entre medias, y ese «algo» suele ser siempre poco recomendable, pero ¿qué podemos hacer al respecto? Descubramos a continuación, el sorprendente truco que evitará que piques entre horas.

Truco para que no piques entre horas

Los snacks debidos a las repentinas ganas de comer entre horas se encuentran entre los enemigos más peligrosos y más si estamos en una dieta de adelgazamiento. No hay manera de ceder a ese aparentemente inofensivo picoteo entre horas , tal vez entregarse a un goloso tentempié, para anular los esfuerzos realizados por deshacerse de unos kilitos de más. Y ahora que ya estás en verano, puede que sea demasiado tarde para ponerse a cubierto. En este sentido, queremos ofreceros consejos para la prevención de los antojos entre horas y entre ellos, un truco que os sorprenderá.

Sabemos bien lo difícil que es controlar los ataques de hambre y por eso una de las cosas que podéis hacer, al margen de lo que ahora os queremos recomendar, es darle la importancia que merece al ejercicio físico. Por sí mismo, el entrenamiento ciertamente no conduce a la pérdida de peso, pero contribuye al bienestar general del organismo, mejorando tu estado de salud y tu estado de ánimo.

El primer consejo, por tanto, es combinar un programa de fitness adecuado que ayude a quemar calorías. Pero hay una segunda indicación que es un verdadero truco inesperado. Nada más terminar la última comida del día, es bueno cepillarse los dientes con cuidado . De esta manera, seremos capaces de resistir cualquier apetito repentino y nos mantendremos alejados de los refrigerios y de todo que sea picar fuera de horas en las que sí podemos comer. Tener la boca limpia, con el sabor fresco de la pasta de dientes evitará que a las dos horas de haber comido, queramos comer de nuevo.

Además, es necesario intentar hidratarse -más aún en los días de verano- bebiendo abundante agua . Incluso beber, de hecho, contribuye a satisfacer la sensación que percibimos como hambre y que, por el contrario, es solo sed. Si el agua no nos satisface lo suficiente, una bebida caliente relajante o un té, un café o una infusión de frutas frescas o hierbas está bien.

Y si todavía queda ese agujerito en el estómago que no desaparece, podemos darnos el gusto de comer una pieza de fruta . Alternativamente, también son buenas verduras frescas crujientes (como zanahorias, apio y pepinos), unas nueces, almendras o un poco de queso.