Ni médicos ni músicos: la lista completa de las profesiones con más infieles
El 'efecto contacto' puede ser la clave para las infidelidades en el trabajo
En el mundo laboral, donde el estrés, la presión y las largas horas de dedicación se combinan con la interacción constante con compañeros de todo tipo, las infidelidades laborales han encontrado un terreno fértil para germinar. Y no estamos hablando solamente de los ‘flechazos’ de oficina, sino de aquellos que nacen de la cercanía, las confidencias y la chispa de algo prohibido. Porque, como bien sabemos, en el trabajo todo puede ser más intrigante de lo que parece.
El trabajo es el lugar donde más infidelidades se producen
Según los últimos estudios de Ashley Madison, la aplicación para casados infieles que tiene más de 80 millones de usuarios en todo el mundo, el 85% de las infidelidades se producen en el entorno laboral, además, 1 de cada 5 empleados confiesa haber sido infiel con algún compañero de trabajo al menos una vez en su vida. Además, según Ashley Madison, la plataforma registra más de 16.000 infidelidades en España cada mes, por lo que estamos en máximos históricos de infidelidades.
Pero, ¿de dónde viene este deseo de cruzar la línea prohibida en el ámbito laboral? Pues lo cierto es que las infidelidades en el trabajo suelen originarse en una mezcla de factores emocionales y psicológicos. Está demostrado científicamente que, cuando pasamos más de 200 horas con una misma persona, ‘el efecto contacto’, nuestro cerebro comienza a generar oxitocina, la hormona del amor, por lo que es muy probable que desarrollemos sentimientos amorosos o de atracción sexual por alguien de nuestro entorno laboral. Es probable, incluso, que muchos empleados pasen más tiempo con sus compañeros de trabajo que con su pareja, por lo que las posibilidades de que surjan ‘deslices’ aumentan considerablemente, sobre todo si, además, la relación con nuestra pareja se ha vuelto fría, distante o si se ha estancado emocionalmente.
Es entonces cuando entra en juego otro factor: la excitación de lo prohibido, la sensación de estar jugando a un juego secreto que, en su propia naturaleza, resulta muy atractivo. Por eso, en los estudios de Ashley Madison sobre la infidelidad laboral, vemos como uno de los lugares elegidos por los empleados para llevar a cabo una infidelidad es la propia mesa de la oficina, un lugar elegido por el 14,5% de los encuestados, precisamente por el morbo que les produce, pero eso sí, esperando a que la oficina se quede vacía.
Además, el estrés diario y la insatisfacción emocional o sexual en el hogar puede llevar a algunas personas a buscar una vía de escape en un ambiente donde las reglas son ambiguas y el deseo se esconde tras la formalidad de un correo electrónico o un café compartido. La química entre personas que comparten experiencias similares y se enfrentan a retos comunes en un ambiente de trabajo puede generar una intensa conexión emocional que da pie a una intimidad mayor de lo esperado.
Ranking de las profesiones más infieles para este 2025
Aunque las infidelidades en el trabajo pueden ocurrir en cualquier ámbito, ciertas profesiones parecen tener más predisposición para que se dé este tipo de conductas. Esto no quiere decir que en otros sectores no haya infieles, pero ciertos ambientes, por sus características, parecen ser más propensos al coqueteo y a las relaciones extramatrimoniales. He aquí las profesiones más infieles:
Nº 1. Pilotos y azafatas: el placer de las alturas
El caso de estos profesionales es uno de los más curiosos. Para empezar, los pilotos y azafatas sufren el ‘Síndrome de la Cabina’ o ‘Cabin Fever’, que consiste en sentirse aislados del mundo y solo se sienten comprendidos por las personas que forman parte de esa burbuja. Además, los cambios de presión al volar a diferentes alturas, provocan también cambios en la presión de la sangre, y eso se traduce en que, si una persona está manteniendo relaciones sexuales a bordo de un avión, los orgasmos van a ser mucho más intentos por este fenómeno. Además, el gremio de los pilotos y azafatas también tiene horarios irregulares, lo que les hace pasar largos periodos fuera de casa, visitando durante algunos días los destinos a los que viajan, es decir, escapadas románticas y alocadas con tu compañero/a cada día…
Nº 2. Periodistas: la información es sexy
Los periodistas tienen que viajar con frecuencia y asistir a eventos sociales. El contacto constante con nuevos lugares, nuevas personas y un ambiente de constante actividad y efervescencia puede llevar a tener una gran desconexión con su pareja y pueden tener más facilidades a la hora de encontrar un momento propicio para cometer una infidelidad.
Además, la camaradería entre los miembros de un equipo de redacción puede fomentar una relación muy estrecha, donde la confianza se construye rápidamente y las emociones se vuelcan en lo que podría considerarse un ambiente donde el roce hace el cariño. Por eso, esta cercanía puede hacer que algunos periodistas crucen este tipo de límites emocionales o físicos con sus compañeros.
Por otro lado, el mundo del periodismo es uno de los más estresantes, por lo que se aumentan los niveles de cortisol, la hormona del estrés. El cortisol, acompañado de altos niveles de adrenalina, produce que las personas que se sienten así de alteradas se desconecten de su zona lógica en el cerebro, y tengan la necesidad de bajar esos estados tan altos de tensión, y muchas veces, para ello, una de las vías de escape más numerosas es el sexo, en este caso, el sexo con tus compañeros de trabajo, los cuales están en el mismo nivel de estrés.
Nº 3. Médicos y personal sanitario: el éxtasis de los cuidados
El ambiente hospitalario, con su urgencia, estrés y necesidad constante de tomar decisiones difíciles, genera una química singular entre los trabajadores del sector sanitario. La cercanía emocional generada por situaciones extremas y la vulnerabilidad de los pacientes, sumadas a la protección implícita que ofrecen entre sí, hacen de esta profesión un caldo de cultivo para las infidelidades. Los médicos, en particular, son conocidos por su capacidad de establecer relaciones cercanas con sus colegas durante turnos maratonianos, lo que puede desencadenar infidelidades en el camino. Además, al tener turnos tan largos, suelen dormir en los hospitales, lo que también incrementa las posibilidades de que surjan infidelidades en esta profesión.
En las profesiones con mucho estrés, presión y adrenalina, como es el caso de los médicos y cirujanos, se producen también síndromes como la Hipersomnia, la Hiperfagia y la Hipersexualidad, sobre todo en casos en los que los niveles de adrenalina se han disparado por tener que hacer una operación de alto riesgo a corazón abierto.
La Hipersomnia significa que la persona que la sufre, en especial, después de una larga jornada laboral de este tipo, siente el deseo de dormir profundamente. La Hiperfagia significa que esa persona siente el deseo de comer compulsivamente, y la Hipersexualidad significa que se siente super excitado sexualmente, ya que, en este tipo de profesiones que tienen unos altos niveles de adrenalina, la testosterona también aumenta, elevando con ella las ganas de practicar sexo.
Nº 4. Hosteleros y camareros: el salseo del bailoteo nocturno
Entre los camareros y cocineros la tentación es doble: la cercanía física con sus compañeros y la emoción de la interacción con los clientes. En este tipo de trabajo, donde el dinamismo y la tensión son el pan de cada día, los coqueteos entre compañeros o con los clientes son casi una parte integral de la rutina. El entorno relajado en un restaurante o un bar de copas en los que cada noche es una fiesta, puede dar lugar a que surjan coqueteos, ligues o incluso, relaciones intensas, tanto entre los compañeros de trabajo, como con los clientes habituales.
Normalmente, la personalidad de las personas que trabajan tras una barra poniendo copas suele ser la de personas muy extrovertidas y sociables. Si a eso le sumamos el factor del alcohol que consumen los clientes, produce un ambiente de desinhibición muy propenso a rollos de una noche y ligues esporádicos, además, muchas de estas personas suelen ser gente joven de menos de 30 años, por lo que sus hormonas sexuales, testosterona y estrógenos, unidas en una combinación explosiva con las hormonas del olor, las copulinas, están mucho más despiertas y disparadas que las de personas de mayor edad.
Especialmente en los hosteleros del ocio nocturno, sus espacios de trabajo están llenos de interacción social, adrenalina, fiestas y mucha tentación, y el ambiente nocturno puede generar un contexto propicio para las infidelidades. Además, la desinhibición nocturna y la alta rotación de personas diferentes cada noche contribuyen a que las barreras morales sean más flexibles.
Nº 5. Policías, bomberos y militares: el riesgo y la adrenalina como fuente de infidelidades
La adrenalina de vivir momentos peligrosos y el riesgo por estar en peligro, hace que las profesiones que tienen algún tipo de peligro sean una fuente potencial de infidelidades. Vivir estas situaciones peligrosas y arriesgadas al lado de un compañero o compañera, hace que se desarrollen sentimientos de camaradería mucho más intensos, sobre todo si vemos como nuestro compañero nos protege o nos salva la vida. Por eso, los policías, bomberos o militares tienen el puesto 5 en el Ranking de profesiones más infieles de 2025.
Nº 6. Abogados, ejecutivos y empresarios de alto nivel: el poder de la persuasión
Las personas en posiciones de poder y éxito tienen la oportunidad de viajar mucho, tener horarios poco convencionales y acceder a círculos sociales donde las tentaciones y las infidelidades pueden ser más frecuentes. El estrés también puede jugar un papel en la búsqueda de distracciones o alivio emocional fuera de la relación.
Los abogados, además, tienen todo un arsenal a su disposición: el dominio de la comunicación, la capacidad de persuadir y un entorno que, a menudo, implica largas horas de trabajo intenso. La intimidad creada por la constante negociación y la presión de casos importantes puede convertir a un colega en algo más que un simple compañero de oficina. Además, la autoridad que ostentan y la habilidad para manejar situaciones delicadas juegan un papel crucial en cómo se pueden desarrollar ciertos vínculos. En este caso, podríamos hablar también del “Síndrome de la Moncloa” o la erótica del poder, donde se genera un mayor deseo sexual por personas con un alto poder dentro del entorno laboral.
Además, en otro de los estudios de Ashley Madison, se llegó a la conclusión de que, en los barrios con mayor poder adquisitivo, las personas eran más infieles que en los barrios más humildes, por lo que eso también explicaría que los grandes empresarios estén en este ranking de profesiones infieles.
¿Por qué nos atraen los compañeros de trabajo?
El aspecto más interesante de las infidelidades en el trabajo es la mezcla de emociones intensas que generan. La cercanía diaria, el deseo de romper normas y el juego del «nosotros contra el mundo» alimentan la pasión y la excitación de este tipo de relaciones extramatrimoniales, lo que convierte lo prohibido en lo más deseado. La sensación de estar transgrediendo un límite, de que el deseo se oculta bajo la máscara de la seriedad profesional, es algo que muchos encuentran atractivo.
Además, si a este morbo del peligro le sumamos el datos extraído de los estudios de Ashley Madison, la aplicación de citas para infieles, que afirma que el 63% de las mujeres fingen el orgasmo con su marido, nos encontramos ante un escenario en el que no sólo hay tentaciones en el mundo laboral, sino que, la vida sexual que muchas mujeres tienen en su entorno privado es muy escasa y poco satisfactoria, por lo que muchas de estas mujeres van a buscar una infidelidad en su entorno más cercano, para muchas, el trabajo, y poder reivindicar así sus orgasmos y su propio placer sexual.
Posibles consecuencias de ser infiel en el trabajo
Si consideramos el escenario en el que la infidelidad en el trabajo se vuelve cada vez más tolerada o incluso aceptada, el panorama cambia considerablemente, pero siempre puede haber alguna consecuencia.
Para empezar, tendrás que pensar si realmente merece la pena tener una relación sexual o sentimental con alguien del trabajo, ya que, si ésta relación saliera mal o se volviera incómoda, te tocaría ver y estar con esa persona todos los días. Algo que, si no se gestiona adecuadamente, podría llegar a ser tenso, incómodo, o incluso, a afectar a tu rendimiento laboral o al de la otra persona implicada en la infidelidad.
Pero sin duda, la mayor consecuencia laboral por cometer una infidelidad en el trabajo es la del despido. En algunas empresas, las relaciones entre los empleados están prohibidas, y si los rumores traspasan departamentos y llegan a oídos de los superiores, es bastante probable que los implicados acaben despedidos.
También puede acabar en despido si la relación con un compañero o compañera se vuelve tensa y dificulta el desempeño de las tareas profesionales, así que hay que pensárselo muy bien antes de cometer una infidelidad en el trabajo, ya que los riesgos pueden llegar a ser mucho mayores que los beneficios.