Investigación
'Caso Mediador'

La trama del ‘Tito Berni’: «Es como un impuesto revolucionario, si no pagas, no hay contrato»

  • Ángel Moya y Luis Miguel Montero

«Es como un impuesto revolucionario, si no pagas, no hay contrato o te quitamos las subvenciones». Así lo cuenta el mediador, Antonio Navarro, en una de las declaraciones judiciales en las que tiró de la manta dejando en evidencia la trama corrupta que presuntamente lideraba el diputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias Tito Berni, junto a su sobrino Taishet Fuentes, director general de Ganadería del Gobierno de Canarias.

La declaración tuvo lugar el 22 de febrero de 2022 y Antonio Navarro explica que la organización se dedicaba a exigir sobornos a empresarios y ganaderos a cambio de contratos, subvenciones o eliminar sanciones administrativas. «Yo actuaba como mediador de Curbelo que es la cúspide, la pirámide, sin él no se hace nada, después viene su sobrino», confiesa el mediador.

El mediador le pedía al sobrino del Tito Berni que le facilitara los nombres de empresas en apuros. A continuación, se ofrecía a quitarles las sanciones o conseguirles las subvenciones. «Tengo los mensajes en los que el diputado me pedía que buscara más empresas para que colaboren. Yo no pedía dinero, Curbelo me dice lo que les tengo que decir a los empresarios, que colaboren con los niños y tal (la asociación deportiva del diputado), y yo lo hacía de forma sutil y cariñosa», relata.

«Hay seis empresas que hicieron el primer pago de los 5.000 euros obligatorios, la industria quesera Montesdeoca, las ganaderías Sandra y Tiquital, Drones Canarias, Clean Energy de placas solares y alguna más, todos pagaron para hacer trabajos para la Consejería de Agricultura y Ganadería», cuenta el mediador.

El mediador lo sabe con certeza porque estaba presente y tiene pruebas: «Hay pruebas documentadas de que se les dice (a las empresas) que hay que hacer una aportación al equipo de fútbol (la Asociación Deportiva La Vega de Tetir) cuyo presidente es Curbelo, yo estuve presente en los pagos de esas seis empresas todas por transferencia».

El mediador cuenta que el Tito Berni siempre estaba pendiente de los ingresos: «Curbelo me mandaba el número de cuenta cada treinta minutos, hasta que se equivocó y me puso una del OpenBank».

La trama, relata el mediador, ofrecía a los empresarios que pagaban los sobornos la forma de justificarlos ante Hacienda. Todo con ayuda de otro supuesto miembro de la trama y de su empresa de construcción. «Hispano Rovysa era una empresa de construcción desde la que se hacían facturas a los empresarios para que tuvieran justificante del dinero que daban».

La trama no siempre facilitó las facturas. La empresa que las realizaba dejó de hacerlas porque no se le pagaba su parte. Esta circunstancia unida a las protestas de algunos de los empresarios que no vieron cumplidas las promesas de contratos o subvenciones, precipitaron el desmoronamiento de la organización.