Testigos del atentado de Estocolmo: «Vi cómo atropellaba a dos personas, corrí tan rápido como pude»
Han sido decenas las personas que han sido arrolladas en una de las calles más comerciales de la capital de Suecia. La vía Drottninggatan de Estocolmo ha sido escenario de carreras y situaciones de pánico que han revivido los recientes ataques con vehículo en suelo europeo que han causado ya más de un centenar de muertos en menos de un año: Londres, Berlín, Niza…
Algunos de los testigos han hablado con los medios locales y han explicado que «el camión corría a toda velocidad por la calle arrasó a las personas que pillaba a su paso», explicaba uno de los presentes, de nombre Durde, citado por el diario Aftonbladet. «Estábamos de compras en una tienda de ropa de H&M, entonces vimos el camión conduciendo rapidísimo hacia el centro comercial».
Leander Nordling, de 66 años, estaba ante el mostrador del departamento de perfumes del complejo de tiendas Åhléns, contra el que se empotró el vehículo del terrorista, cuando de repente sintió una fuerte explosión. «Sonó como una bomba y salió un enorme humo que entraba por la puerta principal». Nordling tuvo que refugiarse, según relata, junto con otros clientes y el personal de la tienda, en uno de los almacenes.
Otro testigo describe el pánico cuando el camión se salió de la nada: «Fui a la calle principal cuando un gran camión salió de la nada. No podía ver si alguien lo conducía pero iba como fuera de control. Vi al menos dos personas atropelladas. Corrí tan rápido como pude para huir de ahí», dice testigo ocular, de nombre Dimitris.
El metro cerrado
Después del ataque, los clientes y trabajadores fueron evacuados del edificio a través de la calle Klarabergsgatan. «Había muchos policías acordonando la zona, que nos sacaron de inmediato de allí», recuerda Nordling.
Todo el tráfico de la ciudad, incluyendo el metro y los trenes han sido detenidos y la policía insta a la gente a no moverse en el centro de Estocolmo.
Jan Granroth estaban en una tienda de zapatos en la calle escenario del ataque cuando escuchó gritos: «Nos quedamos dentro de una tienda de zapatos, y no oímos ruido, sólo que la gente empezaba a gritar. Así que me asomé a la puerta y vi un enorme camión empotrado frente a mí», ha contado otro testigo, Jan Granroth.