COREA DEL SUR

Suspenden la detención del presidente de Corea del Sur tras horas de enfrentamientos con sus escoltas

El equipo de escoltas impidió el acceso a las autoridades a la residencia presidencial

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Paula Benito
  • Paula Benito
  • Portadista y redactora de información de última hora. Escribo sobre política, internacional y sociedad. Antes, en La Sexta. Contacto: paula.benito@okdiario.

Las autoridades de Corea del Sur se han visto obligadas a suspender, por el momento, la detención del presidente, Yoon Suk-yeol, tras horas de enfrentamientos con su equipo de escoltas.

Así lo ha trasladado un portavoz de la Oficina para las Investigaciones de Corrupción de Funcionarios de Alto Rango (CIO por sus siglas en inglés), que ha informado de que la operación se ha suspendido después de que unos 30 agentes de este organismo y 50 policías se enfrentaran durante horas al servicio de seguridad presidencial, que se ha negado a facilitar el acceso a la vivienda.

«En cuanto a la ejecución de la orden de arresto, ante el punto muerto persistente, hemos determinado que era imposible ejecutar la orden y estábamos preocupados por la seguridad de las personas sobre el terreno debido a la obstrucción para ejecutarla», ha explicado el portavoz en declaraciones ante los medios.

El mismo portavoz ha señalado que estudiarán otras medidas para proceder a la detención del presidente surcoreano y ha manifestado que lamentan «profundamente la actitud del sospechoso, que no acata los procedimientos legales».

Una vez en la zona y tras superar un primer control, el equipo de agentes del CIO y de la Policía se ha encarado con el servicio de seguridad presidencial, que se negado a aceptar como válidas las órdenes de arresto temporal y registro obtenidas el martes después de que Yoon ignorara tres citaciones para declarar en relación a su decisión de decretar la Ley Marcial el pasado 3 de diciembre. En la zona también se encontraban unos 1.200 seguidores del presidente, que han imposibilitado también el acceso a las autoridades.

Los abogados de Yoon han solicitado una orden judicial para anular la orden de detención argumentando que sólo la Fiscalía puede solicitar ese tipo de arresto y han insistido en que es «ilegal» tras conocer que las autoridades estaban dentro del recinto.

En caso de que puedan arrestarlo, el equipo conjunto formado por el CIO, la Policía y el Ministerio de Defensa Nacional, dispone de 48 horas para interrogar a Yoon e incluso solicitar una orden para prolongar la detención si lo cree necesario.

Yoon, al que se ha prohibido salir del país, fue destituido por el Parlamento el pasado 14 de diciembre y está a la espera de que el Tribunal Constitucional decida de aquí a Junio si lo restituye o lo cesa definitivamente.

Ley Marcial

El Parlamento de Corea del Sur enjuició políticamente el 14 de diciembre a Yoon Suk-yeol por la declaración de la Ley Marcial el 3 de diciembre. La moción de censura -la segunda que se planteaba por el fallido golpe de Estado- salió adelante, por lo que el presidente fue destituido.

La moción para destituir a Yoon Suk-yeol consiguió el apoyo de 204 diputados, mientras que 85 votaron en contra, con 3 abstenciones y 8 votos nulos. Para aprobar la moción de censura eran necesarios al menos 200 votos de los 300 diputados de la cámara, por lo que el reto de la oposición era convencer a 8 diputados. Finalmente, 12 del propio partido de Yoon Suk-yeol (Partido del Poder Popular) votaron a favor de su cese.

Cabe recordar que Yoon Suk-yeol declaró la Ley Marcial tras acusar a la oposición de controlar el Parlamento, ejercer actividades antiestatales y simpatizar con Corea del Norte, lo que se interpretó como un autogolpe de Estado. De hecho, declaró que el fin era erradicar las «fuerzas pronorcoreanas» e insinuó que Corea del Norte habría manipulado las elecciones legislativas de principios de 2024 en las que la oposición arrasó. Entre las teorías de la conspiración que sugirió también estaba la de espías chinos infiltrados en las instituciones surcoreanas para desestabilizar su Gobierno.

El presidente del Parlamento se negó a acatar la Ley Marcial y las fuerzas especiales del Ejército rompieron las ventanas del edificio parlamentario para presionar a los diputados e impedir que votaran contra la norma decretada por el ya ex presidente, hasta que éste ordenó la retirada de las tropas y la Policía. Pese a ello, la vigencia de la norma fue efímera: en seis horas, la Cámara logró revertirla tras un giro hacia el autoritarismo, el de Yoon Suk-yeol, que no se veía en Corea del Sur desde hace 40 años.

Su orden de detención se decretó después de que ignorara tres citaciones judiciales para declarar en relación a su decisión de decretar la Ley Marcial. Un arresto que, finalmente, no se ha podido llevar a cabo por la resistencia de su equipo de seguridad, así como de sus seguidores.

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