Niza veta el ‘burkini’ en sus playas: «Ocultar el rostro o el cuerpo en la playa no se corresponde con nuestro ideal de relación social»
Dos meses después del terrible atentado que acabo con la vida de 85 personas en el Paseo de los Ingleses en Niza, la alcaldía de la localidad costera francesa decidió el pasado viernes prohibir el burkini en sus playas. Niza se suma así a la polémica surgida por la prohibición del uso de esta prenda en numerosas playas del país galo.
Los burkinis (contracción de burka y bikini) son bastante inusuales en las playas francesas, si bien hay algunas mujeres musulmanas que permanecen vestidas y veladas en la playa.
Tras Cannes, que prohibió esta prenda el pasado 28 de julio, numerosas localidades de Francia han legislado contra el uso de este traje de baño, que oculta todo el cuerpo salvo cara, manos y pies. Niza siguió sus pasos el viernes, tres días después de que el primer adjunto de alcalde pidiera al Gobierno que legislara al respecto. «La ocultación integral del rostro o el llevar una prenda de cuerpo integral para ir a la playa no se corresponde con nuestro ideal de relación social», escribió Christian Estrosi en su correo al ejecutivo francés.
El primer ministro Manuel Valls consideró el miércoles que la aparición reciente de los burkinis era «la traducción de un proyecto político, de contrasociedad, fundado en la esclavitud de la mujer».
A pesar del respaldo con el que cuenta la medida por parte de la clase política, también tiene retractores. La Liga de Derechos Humanos (LDH) y el Colectivo contra la islamofobia en Francia (CCIF) considera la prohibición del burkini discriminatoria y han intentado recurrir la medida.
El viernes llevaron su causa ante el tribunal administrativo de Niza, que debe dar su veredicto este lunes 22 de julio. Esta prohibición constituye «un atentado grave y manifiestamente ilegal contra varias libertades fundamentales, como la libertad de opinión, de religión, de vestimenta y de circular» libremente, según el abogado de la LDH, Patrice Spinosi.
Francia, que tiene la mayor comunidad musulmana de Europa, prohibió en 2010 el velo integral en el espacio público, pero la ley permite salvo excepciones la vestimenta o el uso de signos religiosos en el espacio público.
El ‘burkini’ nació en Australia
El burkini suscita polémica en Francia, pero en su país de origen, Australia, es un medio de integración que permite a las musulmanas más rigoristas disfrutar de la playa, según la diseñadora de este traje de baño, Aheda Zanetti.
Aheda Zanetti, una australiana de origen libanés de 48 años, la diseñó hace más de diez años en Sídney para permitir a algunas musulmanas ir a la playa sin quebrantar sus creencias religiosas.
«La playa, el surf, el sol y el deporte forman parte de la cultura australiana y tenía la sensación de haber estado privada de todas estas actividades durante mi juventud», declara esta mujer, tocada con velo.
La idea del burkini se le ocurrió viendo cómo su sobrina jugaba al netball.
«Quería que nadie se viese privado de actividades deportivas debido a las restricciones impuestas por el pudor».
Zanetti abrió su primera tienda en Sídney en 2005. Desde entonces, esta madre de tres hijos ha vendido más de 700.000 burkinis y exporta a países como Suiza, Reino Unido, Bahréin o Sudáfrica.
El burkini saltó a la palestra después de los disturbios en Cronulla, en Sídney, entre jóvenes originarios de Oriente Medio y australianos blancos determinados a «tomar de nuevo posesión» de la costa.
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