Internacional
Gobierno francés

Lecornu dimite como primer ministro de Francia horas después de presentar su Gobierno

Aún no se han proporcionado detalles sobre su sucesor o los motivos específicos de su renuncia

  • Rafael Sánchez
  • Redactor de Nacional de OKDIARIO. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

El primer ministro de Francia, Sébastien Lecornu, ha presentado su dimisión este lunes, apenas 26 días después de asumir el cargo y horas después de haber presentado su Gobierno. Su renuncia se produce tras una serie de decisiones políticas controvertidas y una creciente presión social y parlamentaria. Lecornu presenta su dimisión al presidente, Emmanuel Macron, pero aún no se han proporcionado detalles sobre su sucesor o los motivos específicos de su renuncia.

Lecornu, de 39 años, asumió el cargo de primer ministro el 9 de septiembre, tras la salida de François Bayrou, quien fue destituido por una moción de censura en la Asamblea Nacional. Su nombramiento fue visto como una «apuesta por la estabilidad y la continuidad» dentro del Gobierno de Macron. Sin embargo, su gestión se vio marcada por la falta de una mayoría parlamentaria clara, lo que dificultó la aprobación de reformas clave y generó tensiones con diversos sectores políticos y sociales.

Este domingo, Lecornu presentó una nueva composición de su Gobierno, que mantenía a varios ministros de la administración anterior, como Bruno Retailleau en el Ministerio del Interior y Roland Lescure en el Ministerio de Economía. Esta decisión fue criticada por la oposición, que la interpretó como una «falta de voluntad» para implementar los cambios prometidos

¿Qué ocurrirá ahora?

La dimisión de Sébastien Lecornu deja a Francia en una situación de incertidumbre institucional, ya que el país necesita un primer ministro para formar un Gobierno plenamente operativo. Mientras no se nombre un sucesor, el gabinete sólo puede ocuparse de asuntos rutinarios y de urgencia, quedando paralizadas las decisiones sobre leyes, presupuestos y reformas estructurales. Esto limita la capacidad del Ejecutivo para responder a las necesidades sociales y económicas del país.

La falta de un acuerdo parlamentario para respaldar al próximo primer ministro podría llevar al presidente, Emmanuel Macron, a considerar la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones anticipadas. Esta medida, aunque prevista por la Constitución francesa, supondría semanas de incertidumbre política y negociaciones, dejando al país en un limbo gubernamental con impacto directo en la economía y la gestión de conflictos internos.

La ausencia de un Gobierno estable también genera presión en los mercados y repercusiones internacionales, debilitando la influencia de Francia en la Unión Europea y en foros internacionales. Además, la incapacidad de aprobar presupuestos o implementar reformas podría agravar la tensión social, especialmente en un contexto marcado por protestas y demandas ciudadanas, poniendo a prueba la capacidad del Estado para mantener estabilidad y confianza pública.