Internacional
ATENTADO EN ARGENTINA

Los delitos de odio del kirchnerismo que aplaudía Podemos: «Sea un héroe, mate a Macri»

Mientras en Argentina todavía se investiga si el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner fue obra de una persona con trastornos mentales o con simple afán de protagonismo, la maquinaria propagandística de la izquierda  ya tiene su relato: no fue un lobo solitario («loco suelto», le llaman en los medios argentinos) sino la derecha violenta y su odio. De ahí que convenga recordar cómo el kirchnerismo ponía dianas a sus adversarios políticos o enviaba a los niños a escupir a los periodistas no afines al régimen peronista. O cómo cuando estaban en la oposición en marzo de 2018 llenaban las calles con carteles que rezaban: «Sea un héroe, mate a un chorro (ladrón)» y la foto de Mauricio Macri ensangrentado con una diana y un balazo en la sien.

La matraca del discurso del odio es el mismo relato que instaló Podemos en las elecciones de Madrid del 4-M y que sus líderes han desempolvado para beatificar a Kirchner, acusada por la Justicia argentina de haber robado 1.000 millones de dólares. «La derecha judicial, mediática y política dibujaron con esmero la diana del odio golpista y el perturbado (entrevistado habitual en la TV) casi puso la bala», tuiteaba Pablo Echenique.

En marzo de 2011 el kirchnerismo lanzó la campaña «Escupí tu bronca». La asociación de izquierdas La Poderosa montó un gran «escupidero público» frente al Congreso, para escrachar a periodistas, empresarios y otros personajes públicos críticos con Kirchner. Allí se pudo ver a gran cantidad de niños que, casi como un juego infantil, escupían entre risas las fotos de personalidades como Mirtha Legrand, la dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble o el periodista Joaquín Morales Solá.

Lo resumió muy bien Jorge Macri, ministro de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en las redes sociales: “24 horas después, siento que el kirchnerismo está aprovechando el atentado con oportunismo y cinismo”, se quejó el funcionario, quien remarcó, no obstante, su repudio a lo ocurrido.

“Desde el primer momento, el Gobierno usó el ataque contra CFK para denunciar un ataque contra la democracia. Sugiere que existe una organización misteriosa que conspira contra el orden democrático, cuyos defensores serían sólo ellos. Así no funciona la democracia”, lamentó.