El Reino Unido comienza a bombardear a Estado Islámico en Siria

Dos cazas británicos de la Royal Air Force han despegado en la madrugada del miércoles al jueves desde Akrotiri, en Chipre, inmediatamente después de que en el Reino Unido se aprobase en el parlamento la resolución para pasar al ataque en Siria.

Aunque no se han comunicado de forma oficial los objetivos de estos dos bombarderos, la base que la RAF tiene en Akrotiri se ha venido utilizando para lanzar ataques contra el Estado Islámico en Irak durante el pasado año, en un país en el que el Reino Unido ya venía actuando.

Se trata de la primera acción realizada después de que se aprobase la resolución para pasar al ataque en Siria, después de un tenso debate durante más de diez horas en el Parlamento británico. La votación para permitir ataques aéreos salió positiva por un resultado de 397 a 223. El líder del Partido Laborista Jeremy Corbyn, aunque contrario a la acción armada contra el Estado Islámico, dio oficialmente libertad de voto a los parlamentarios en sus filas. Para él, supone una derrota esta votación.

El premier David Cameron afirmó que aunque la guerra civil en Siria no se podrá resolver únicamente con la acción militar, “los ataques aéreos dañarán a los milicianos del Estado Islámico”.

Poco a poco, los principales países aliados con Estados Unidos, que lidera la acción contra el Estado Islámico en la zona –de forma paralela a Rusia- están dando el paso para entrar en acción, especialmente a raíz de la masacre yihadista acontecida en París el pasado viernes 13. Después de Francia, Alemania dio otro paso adelante –la votación en el Bundestag se dirime el próximo viernes- y es ahora el Reino Unido el país que ha decidido mostrar su apoyo a la lucha en Siria: en Irak ya estaban actuando desde hace un año.

En 2013 David Cameron ya había perdido una votación en el Parlamento para bombardear a las fuerzas leales a Al Assad en Siria. Ahora tendrá que coordinarse con los aliados pasando de puntillas a corto plazo por ese viejo objetivo puesto que, debido principalmente al apoyo al régimen sirio por parte de Rusia y el peligroso ascenso del ISIS, la lucha contra el yihadismo se ha convertido en prioritaria mientras se debate la transición siria y el futuro de la figura de Bashar al Assad.