Disidentes de las FARC secuestran a un uribista en Colombia y su hijo pide su liberación por Navidad
Alejandro Cubides está secuestrado. Es en Colombia. Es un político. Y quien lo retiene se autodenomina Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). O, al menos, una de sus facciones disidentes. Todo esto hace un año, o menos, seis meses, no sería extraño. Probablemente, ni noticia a este lado del Atlántico. Pero desde la vuelta de verano, Colombia ha vivido un proceso que se dice de paz, de desmovilización de los narcoterroristas, de normalización de una sociedad que ha vivido 52 años de asesinatos, extorsiones y secuestros. El presidente Juan Manuel Santos ha visto reconocido su trabajo con el Nobel de la Paz, incluso. Todo debería ir sobre ruedas, pero…
Pero no. Además de las dudas sobre la implementación de los acuerdos que ya han expresado el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y el representante para las Américas de Humans Right Watch, la sociedad colombiana está dividida por la mitad entre quienes apoyan los acuerdos alcanzados con las FARC y quienes los rechazan porque argumentan que se les entrega el país, la capacidad legislativa, además de «una impunidad que anima a otros a continuar por la senda del crimen». Y esto es lo que ha ocurrido con Alejandro Cubides, secuestrado por disidentes de las FARC hace menos de una semana.
Estos días se ha hecho famosa en las redes sociales la carta al Niño Dios del hijo de Cubides. Samuel, de 7 años, ha pedido como único regalo de Navidad que los secuestradores liberen «pronto» a su papi:
«Papito Dios, te pido que por favor que las personas que tengan a mi papito, Alejandro Cubides, secuestrado lo liberen para que pronto pueda estar con mi hermanito y conmigo. Te prometo que me voy aportar muy bien para que lo liberen. Quiero que ése sea mi único regalo de Navidad. Secuestradores, por mí que soy su hijo, libérenlo, por favor. Te quiero, papi. Samuel Alejandro Cubides Rocha».
Un grupo de disidentes de la narcoguerrilla de las FARC ha tomado como rehén a este ex concejal del Centro Democrático, el partido liderado por Álvaro Uribe, ex presidente del país y máximo opositor a los acuerdos de Santos con los terroristas. Si se están aprovechando de la debilidad del Gobierno –cuya popularidad no sube ni siquiera tras la firma del pacto ni tras el Nobel– o si pretenden presionar para conseguir aún más prebendas para ellos, no se sabe. El caso es que la víctima es un ciudadano colombiano, y un político comprometido contra un la solución adoptada por un Gobierno que perdió el plebiscito y se sacó un nuevo acuerdo con las FARC, que fue aprobado de manera acelerada en el Congreso, huyendo de un nuevo refrendo popular.
Y esta víctima no tiene con qué afrontar la costumbre más habitual en el último medio siglo colombiano: la de pagar. Jackeline Ruiz, madre del ex concejal de Acacías Alejandro Cubides, ha pedido públicamente respeto a la vida de su hijo por parte de los secuestradores, pero sobre todo, ha anunciado que la familia no tiene con qué afrontar el pago que se les exige.
La mujer explicó que no tienen los 10.000 millones de pesos (unos 3,2 millones de euros) que exigen los terroristas. Es más, la madre del político retenido recordó que el coche del que fue arrancado Cubides el pasado viernes cuando fue secuestrado era un automóvil prestado.
Se da la circunstancia, además, de que Cubides sufre de una enfermedad que le obliga a guardar una dieta estricta. La hipoglucemia que le afecta le obliga a medir sus niveles de azúcar con regularidad y a tomar chocolate como medida preventiva.