Kirchner atribuye a un milagro que se salvara del atentado: «Estoy viva por Dios y por la Virgen»

Un milagro. La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, afirma que está viva «por Dios y por la Virgen» tras el atentado que sufrió el 1 de septiembre. Un suceso sobre el que aún sobrevuelan numerosas dudas y que buena parte de sus conciudadanos consideran sencillamente fake.

Y por su quedaba alguna duda Kirchner hizo esta confesión rodeada de sacerdotes en el Senado. «Si tenía que agradecerle a Dios y a la Virgen lo tenía que hacer rodeada de curas por los pobres, curas villeros, hermanas laicas y religiosas», explicó la vicepresidenta.

Y, por supuesto, no podía faltar en el show de Kirchner su paisano el Papa Francisco, que le telefoneó tras el intento de asesinato y le trasladó que «los actos de odio y violencia siempre son precedidos por palabras y verbos de odio y violencia». De esta forma incluye al Pontífice en su tesis de que ha sido la oposición y los medios de comunicación quienes provocaron el ataque contra ella: «Primero son las palabras y luego ese clima va creciendo y creciendo… Siempre hubo grupos, pequeños, pero de gran poder, que quieren suprimir, eliminar al que piensa diferente».

Intento de magnicidio

Mientras, la investigación del atentado sigue su curso contra la ya llamada «banda de los copitos», bautizada así porque sus integrantes se dedican a la fabricación y venta de algodón de azúcar, «copitos» para los argentinos.

La Justicia argentina ha declarado responsables del delito de intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner al atacante, Sabag Montiel, y a su pareja, Brenda Uliarte.

La jueza María Eugenia Capuchetti los ha procesado como «coautores» del delito y les ha embargado bienes por un valor de 100 millones de pesos argentinos (698.571 euros) a cada uno, según ha informado la agencia Télam.

Según la resolución, de 95 páginas y que reúne incluso testimonios de las personas presentes durante el intento de asesinato, Montiel y Uliarte han sido considerados culpables por los delitos de uso de armas, alevosía, así como por la planificación de dos o más personas del ataque, han informado fuentes judiciales.

No obstante, la decisión de la jueza encargada del caso no afecta a las otras dos personas detenidas, Agustina Díaz y Nicolás Carrizo, quienes están acusados de haber colaborado con Uliarte en la planificación del ataque, según La Nación.

Sabag Montiel, de 35 años, fue la persona el pasado 1 de septiembre apuntó y empuñó dos veces con un arma a la vicepresidenta argentina, mientras que su Uliarte, de 23 años, aparece en la investigación como quien planificó el ataque junto al agresor, según surge de la resolución a la que ha accedido Télam.