Las claves que han provocado la dimisión de Boris Johnson
Boris Johnson ha dimitido como primer ministro del Gobierno del Reino Unido por los escándalos que ha ido acumulando en estos últimos meses. El último de ellos se produjo esta semana, cuando Chris Pincher, un parlamentario del Partido Conservador cercano a Johnson, se vio envuelto en un escándalo de acoso sexual. El caso comenzó este martes y se produjeron las primeras dimisiones en el Ejecutivo británico: el ministro de Economía, Rishi Sunak, y el de Salud, Sajid Javid. Ambos son considerados clave en el Gobierno de Johnson.
Sunak afirmó para justificar su dimisión que el Gobierno tenía que ser dirigido de «una forma apropiada, competente y seria». Por su parte, Javid, explicó que la administración de Boris Johnson no estaba «actuando en el interés nacional».
Estas dos dimisiones provocaron la renuncia de más de 40 viceministros y otros altos cargos en el Ejecutivo británico en un plazo de 24 horas. Este jueves, este número había superado ya los 50.
Por todo ello, Boris Johnson se convirtió en el primer ministro británico que más dimisiones ha recibido desde 1932. Este miércoles se sometió a las preguntas de la Sesión de Control en el Parlamento británico. En sus réplica dejó claro su firme voluntad de continuar en el cargo. «El trabajo de un primer ministro, en circunstancias difíciles, cuando ha recibido de las urnas un mandato colosal (por su amplia victoria electoral en 2019) es seguir adelante, y eso es lo que voy a hacer», aseguró.
Partygate
El pasado mes de junio ya logró salir airoso de una moción de censura en la Cámara británico, en la que el 41% de los parlamentarios de su propia formación votaron contra él. La moción de censura se realizó a raíz de que se hicieran públicas diversas fotos y pruebas de celebraciones en la sede del Ejecutivo mientras que el resto de la nación se encontraba confinada por las restricciones impuestos por el propio Johnson durante la pandemia. El caso fue conocido como partygate. Finalmente se pudo probar que Johnson sí que estuvo en alguna de estas reuniones sociales.
El miércoles ya hubo varios voces dentro del gabinete de Johnson que acudieron a reunirse con él para convencerle de que dimitiera. El primero fue Michael Gove, veterano miembro de su Ejecutivo, según reveló la BBC. Otra de estas voces fue la ministra de Interior, Priti Patel. El mandatario británico, en lugar de dimitir por aquel entonces, optó por destituir a Gove de su cargo.
Pero también hubo miembros del Ejecutivo que apoyaron a Johnson en su firme voluntad de seguir en el cargo. Fue el caso de la ministra de Cultura, Nadine Dorries, y el ministro para oportunidades del Brexit, Jacob Rees-Mogg. «Boris Johnson quiere seguir luchando. Él cree que tiene suficiente gente a su alrededor para seguir adelante», aseguró Dorries en declaraciones a los medios este miércoles tras reunirse con Johnson.
Pincher
El pasado 30 de junio, el diario británico The Sun publicó que el entonces subjefe de la bancada del Partido Conservador en el Parlamento, Chris Pincher, había «manoseado» a dos hombres en un club privado en Londres. Pincher fue nombrado en su cargo por Johnson el pasado mes de febrero y era uno de los hombres cercanos al líder británico, según afirma la BBC. El mismo The Sun publicó también en los días posteriores otros seis casos de supuesta conducta sexual inapropiada por parte de Pincher. El mismo dirigente optó por dimitir inmediatamente tras revelarse el escándalo.
El escándalo de Pincher provocó que a Boris Johnson se le cuestionara por su juicio a la hora de nombrar a los miembros de su Gobierno. También se le empezó a cuestionar por cómo manejó este caso.
En un principio, el portavoz del Ejecutivo británico aseguró que Johnson no tenía constancia de «acusaciones específicas» sobre Pincher. El pasado 4 de julio, el mismo portavoz afirmó que el presidente sí que conocía «acusaciones que fueron resueltas o no progresaron hasta la fase de queja formal» y que fue nombrado en su cargo porque eran «acusaciones no sustentadas». La BBC reveló ese mismo día que Johnson había sido informado de una queja formal sobre el «comportamiento inapropiado» de Pincher, cuando trabajaba en el Ministerio de Exteriores, entre 2019 y 2020. Esta queja sí que acabó abriendo un proceso disciplinario con el que se confirmó que sí que hubo un «comportamiento inapropiado».
«Hubo una queja que me hicieron llegar a mí específicamente… fue hace mucho tiempo y me la presentaron de forma oral. Pero eso no es excusa, yo debí haber actuado a partir de ella», aseguró posteriormente el entonces primer ministro Johnson en una entrevista a la BBC. En la misma, también calificó de «error» haber nombrado a Pincher y pidió disculpas a las personas afectadas.