Descubrimientos

Hallazgo monumental: un estudiante encuentra un mensaje de 1825 dentro de un frasco, y la firma asombra a todos

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Botella con el mensaje. Imagen: Ayuntamiento de Eu.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Las notas que se lanzan al mar dentro de una botella suelen tener un aire romántico, casi de cuento. Por eso, encontrar una despierta tantas preguntas: ¿quién la escribió?, ¿a quién iba dirigida?, ¿por qué la lanzó? Eso es justo lo que ha ocurrido cerca de Dieppe, en el norte de Francia.

Un grupo de estudiantes que participaba en una excavación arqueológica encontró una vasija de barro. Nada extraño, hasta que dentro apareció un pequeño frasco de vidrio, bien cerrado. Y dentro del frasco, un trozo de papel enrollado, atado con una cuerda fina. Lo había escrito alguien conocido hace dos siglos.

Descubren una botella enterrada con un mensaje de hace dos siglos

Todo ocurrió en una excavación de emergencia en la costa de Normandía, dirigida por el arqueólogo Guillaume Blondel. El acantilado que rodea la zona (un antiguo asentamiento galo conocido como la Cité de Limes o Campamento de César) se está desmoronando poco a poco. La erosión avanza cada año, y con ella, amenaza con borrar lo poco que queda de ese poblado anterior a la ocupación romana.

Mientras el equipo retiraba restos de cerámica, uno de los estudiantes encontró una jarra de barro más pesada de lo habitual. Dentro, una botella de cristal del siglo XIX, del tipo que usaban las mujeres para llevar sales aromáticas al cuello. Y lo curioso es que no estaba sola, en su interior, además del papel, había dos monedas antiguas.

Blondel, arqueólogo con años de experiencia en el lugar, describió el momento con una mezcla de asombro y emoción. Sabía que otros habían excavado allí en el pasado, pero no esperaba una señal tan directa. «Fue como si alguien nos hubiera dejado un mensaje, sabiendo que volveríamos», dijo al medio TV3.lt, que cubrió la noticia.

De quién era la misteriosa botella y qué decía su mensaje

La nota, escrita a mano en enero de 1825, decía lo siguiente:

«P.J. Féret, natural de Dieppe, miembro de varias sociedades intelectuales, realizó excavaciones aquí en enero de 1825. Continúa sus investigaciones en esta vasta zona conocida como la Cité de Limes o Campamento del César.»

El autor no era un desconocido. Pierre-Jacques Féret fue uno de los primeros en investigar esa zona. Historiador, periodista y arqueólogo autodidacta, trazó algunos de los primeros mapas topográficos del lugar y ayudó a establecer su importancia en la historia gala y romana. Su nota no intentaba dar grandes respuestas, sino marcar territorio. Un «yo estuve aquí» pensado, probablemente, para quien viniera después.

Y lo curioso es que alguien sí vino 200 años después. El Ayuntamiento de Eu dio a conocer el hallazgo en un comunicado publicado en su página oficial de Facebook, donde confirmó su autenticidad y compartió imágenes del frasco y el mensaje.

En la nota, el consistorio destacó la importancia arqueológica del descubrimiento y lo definió como un «testimonio conmovedor y muy particular». Para los investigadores, no sólo se trata de un objeto del siglo XIX, sino de un vínculo tangible entre dos generaciones separadas por dos siglos de historia.

Este tipo de hallazgos no son frecuentes en arqueología. Como dijo el propio Blondel, «la mayoría de los arqueólogos trabaja pensando que nadie vendrá después. Que ya hicieron todo lo que había que hacer». Pero Féret pensó distinto, dejó su marca.

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