Hallazgo monumental: aparece en un códice el primer poema épico sobre Cristóbal Colón escrito en español
El reciente descubrimiento de un manuscrito del siglo XVIII ha abierto una línea inédita de investigación sobre la representación de Cristóbal Colón en la literatura hispánica. El texto, titulado El Nuevo Mundo, es considerado el primer poema épico escrito en castellano que sitúa al navegante en el centro de la narración.
La autora del hallazgo, la investigadora postdoctoral Claudia García-Minguillán, ha identificado el documento como una creación del poeta y diplomático portugués Francisco Botelho de Moraes e Vasconcelos. Este descubrimiento, que permaneció oculto durante más de tres siglos, ofrece claves para comprender la relevancia de la literatura barroca.
¿Cómo es y cómo apareció el primer poema épico sobre Cristóbal Colón?
El manuscrito cuenta con treinta y nueve folios y fue localizado durante una investigación sistemática en los fondos manuscritos de la biblioteca monástica de Montserrat.
Hasta ahora, este ejemplar no figuraba en catálogos modernos, no había sido digitalizado ni transcrito, y carecía de autoría explícita. Únicamente existía una breve mención en un inventario de 1977 elaborado por el padre Alexandre Olivar.
La identificación del texto se produjo en el marco de un proyecto de la Universidad de Barcelona, dentro de un programa estatal de apoyo a jóvenes investigadores. García-Minguillán, beneficiaria de un contrato Juan de la Cierva, centró su búsqueda en materiales no catalogados.
En ese contexto, halló El Nuevo Mundo, una obra que hoy se reconoce como un eslabón esencial para entender la construcción literaria de la figura de Cristóbal Colón.
¿Quién fue Francisco Botelho de Moraes e Vasconcelos?
El autor del poema, Francisco Botelho de Moraes e Vasconcelos (1670–1747), fue un diplomático y poeta portugués muy vinculado a la vida intelectual de Barcelona a principios del siglo XVIII.
Participó en la fundación de la Academia de los Desconfiados de 1700, germen de la actual Real Academia de Buenas Letras. Su estancia en la capital catalana coincidió con un periodo de inestabilidad política que desembocaría en la Guerra de Sucesión.
El poema El Nuevo Mundo, escrito en 1701, refleja ese contexto. En él, Cristóbal Colón es presentado como un héroe simbólico alineado con los ideales del bando austriacista, contrario al poder borbónico representado por Felipe V. De este modo, la figura del navegante se convierte en un instrumento literario para exponer una postura ideológica.
Botelho de Moraes e Vasconcelos emplea el castellano, aunque conserva estructuras propias de la tradición épica latina e italiana. Esta elección lingüística podría responder a una intención deliberada de intervenir en el debate cultural de la monarquía hispánica, donde la lengua también se utilizaba como signo político.
Diferencias con la edición impresa de 1701
Hasta el hallazgo de Montserrat se conocía una edición impresa de El Nuevo Mundo fechada en 1701. Sin embargo, el manuscrito ahora recuperado presenta pasajes que no figuran en aquella versión. Algunas de esas variaciones podrían deberse a censura o a revisiones impuestas por el contexto político.
Según los primeros análisis, el documento contiene fragmentos que ofrecen una visión más directa de la intencionalidad del autor. En ellos, Cristóbal Colón aparece como una figura alegórica que encarna la libertad y la expansión del conocimiento frente al poder absoluto. Este contraste entre versiones convierte al manuscrito en una fuente de gran interés filológico e histórico.
Además, las diferencias ayudan a entender cómo operaban los mecanismos de control cultural en el siglo XVIII. La censura, los ajustes ideológicos y la autocorrección de los autores eran comunes en una época en la que las obras literarias podían ser interpretadas como declaraciones políticas.
El significado político de Cristóbal Colón en la obra
En el poema, Cristóbal Colón no es solo el descubridor del continente americano, sino una figura que representa los ideales de su época. Su travesía y su relación con la monarquía se reconfiguran como metáfora del conflicto entre el conocimiento y el poder.
La elección del personaje no es casual: Colón encarnaba la expansión de la monarquía hispánica, pero también el espíritu visionario capaz de desafiar el orden establecido.
Esta doble lectura permite entender cómo los escritores del Barroco utilizaban referentes históricos para expresar posturas políticas. En El Nuevo Mundo, Colón simboliza la lucha por el reconocimiento y la autonomía intelectual, una temática que dialoga con las tensiones dinásticas de la España del siglo XVIII.
El poema también aporta una mirada singular sobre la relación entre los reinos ibéricos. La autoría portuguesa y el uso del castellano evidencian una conexión cultural transfronteriza que situaba la figura de Cristóbal Colón como patrimonio común en la memoria peninsular.
El valor del hallazgo reside en que se trata de la primera epopeya escrita en castellano con Cristóbal Colón como protagonista. Esto lo convierte en un testimonio literario de especial relevancia para la historia cultural de España y Portugal.