Historia

Así se llamaban las naranjas antes de que los ingleses le pusieran su nombre actual

Naranjas
Naranjas.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El origen del nombre de la naranja revela una historia fascinante. La palabra sánscrita «naranga», que data del 1500 a.C., hacía referencia al árbol del naranjo, no al fruto, ya que en ese tiempo las naranjas aún no tenían su característico color naranja, sino que eran de un verde intenso. Fue en el siglo IV a.C. cuando apareció la variedad de naranja que conocemos hoy, con su vibrante color, resultado del cruce entre pomelo y mandarina en climas templados de China. Esta variedad colorida se fue extendiendo y, con el tiempo, la fruta llegó a Europa.

Los expertos sitúan el origen de la naranja en China, Japón o Libia, aunque su introducción en España se atribuye a los árabes en el siglo X. Posteriormente, los españoles llevaron la fruta al continente americano, mientras que los portugueses mejoraron la variedad con una más dulce. Hoy en día, la naranja se cultiva en todo el mundo, especialmente en países con climas templados. España es el sexto mayor productor mundial, con importantes áreas de cultivo en la Comunidad Valenciana, Andalucía y la Región de Murcia.

La curiosa historia de las naranjas

El árbol de las manzanas de oro, mencionado en la mitología griega y asociado a Gea y Juno, se cree que en realidad se refería a las naranjas, un fruto altamente muy en la antigüedad. Según las leyendas, este jardín mítico estaba en el monte Atlas y estaba lleno de naranjos. La historia del naranjo comienza en el sur de China, donde se cultivaba desde hace miles de años y se extendió por el Sudeste Asiático gracias a la Ruta de la Seda.

Posteriormente, los árabes introdujeron la naranja en Europa a través del sur de España. Inicialmente, las naranjas eran amargas y se usaban principalmente con fines decorativos. Sin embargo, con el tiempo, se desarrollaron variedades más dulces, como la «naranche» que derivaba del persa «narang».

El cultivo del naranjo dulce se perfeccionó en Bahía, Brasil, donde se originó la famosa naranja Navel Washington, que luego se llevó a California y se convirtió en la variedad predominante. En España, la Comunidad Valenciana destacó por su producción de naranjas de alta calidad. En Carcaixent, a finales del siglo XVIII, un sacerdote aficionado a la jardinería logró injertar el primer naranjo de fruta comestible.

Hoy en día, en esta región se cultivan principalmente cuatro variedades de naranjas: Navelate, Navelina, Sanguina y Valencia. Estas variedades se dividen en dos grupos: naranjas de zumo y naranjas de mesa. Los naranjos en la región producen frutos desde el otoño hasta el verano, y en primavera, los campos se llenan del agradable aroma de las flores de naranjo.

Tal es la importancia de esta fruta que existe la patrona de los naranjos: la Virgen de la Naranja. Ésta sostiene en su mano derecha una esfera anaranjada, identificada como una naranja por el pueblo. En el mes de mayo se celebra en su honor con una misa y un almuerzo tradicional para los naranjeros de la provincia.

Nombre

En la Inglaterra medieval, el color anaranjado era descrito con la palabra danesa «geoluhread», que significaba «amarillo-rojizo». Con la llegada de las naranjas provenientes de Asia, este color vibrante se hizo más popular y el nombre original, «orange», se convirtió en una forma práctica de referirse tanto a la fruta como al color.

Esta transición en el lenguaje muestra cómo las naranjas influyeron en la denominación de colores, simplificando la descripción de un matiz específico y reflejando la evolución del vocabulario asociado a esta apreciada fruta.

Origen de los agrios

El origen de los agrios, como las naranjas, limones, mandarinas y pomelos, se sitúa en regiones tropicales y subtropicales de Asia y el archipiélago malayo, extendiéndose desde el noreste de India hasta Nueva Guinea y el norte de Australia. El cidro, el primer agrio conocido por los europeos, aparece en ruinas en Babilonia y fue llevado a Egipto por Tutmosis III.

Los griegos y romanos también documentaron el cidro, aunque inicialmente lo consideraron exótico. A lo largo de los siglos, el naranjo amargo y el limonero llegaron a Europa a través de los árabes y se cultivaron en Italia, Francia y España. El mandarino, originario de China, fue introducido en Europa en el siglo XIX. En el Nuevo Mundo, los portugueses y españoles llevaron los agrios a América a finales del siglo XV y principios del XVI.

En España, los agrios se usaron inicialmente con fines ornamentales, pero en el siglo XVIII se comenzó a desarrollar su cultivo, especialmente en la Comunidad Valenciana. Durante los siglos XIX y XX, el cultivo de los agrios en España creció significativamente, destacando en la exportación de naranjas a mercados internacionales como el Reino Unido.

Sin embargo, el sector ha enfrentado crisis debido a factores económicos y conflictos bélicos, que afectaron la producción y los precios. Actualmente, el sector sigue enfrentando desafíos relacionados con la saturación del mercado y la estructura de las explotaciones.

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