Malú, ¿ha aumentado su caché tras los últimos revuelos mediáticos?

Malú es una de las artistas de más éxito en nuestro panorama nacional pero, cierto es, que la cantante en las últimas semanas se ha convertido el centro de mucho focos.

Desde que se le ha relacionado con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, Malú está en boca de muchos medios. Ahora surge la pregunta: ¿Esto ha venido bien o mal a la cantante? El portal ‘Jaleos’ ha dado respuesta a esta cuestión.

Tras ponerse en contacto con un trabajador de RLM, empresa dedicada al desarrollo de artistas en la que la cantante de ‘Aprendiz’ ha estado durante muchos años, el trabajador ha desvelado que la sobrina de Paco de Lucía podría cobrar entre 40.000 y 45.000 euros por concierto, dependiendo del lugar en el que actúe.

Por si fuera poco, en los conciertos gratuitos financiados por los diferentes Ayuntamientos, su caché es algo superior: ronda los 47.000 euros.

Esta cifra nos sorprende, pero más cuando sabemos que es el doble de lo que cobraba la artista hace diez años. Según la fuente de RLM, Malú duplica lo que cobra Amaia Montero, otra de las cantantes más importantes de nuestro panorama nacional.

Pero el portal ‘Jaleos’ también se ha puesto en contacto con la agencia de publicidad Personality Media, que ha descrito «la evolución de Malú en los últimos meses como algo positivo, siempre rodeada de audiencias muy altas en su paso por televisión». La intérprete ha conseguido ocupar el puesto número 20 entre las 783 celebrities nacionales dentro del estudio de esta agencia. Cuenta con un gran posicionamiento en valores como «llamar la atención», «modernidad», y «marcar tendencia».

Cierto es que tras haberse revelado su supuesta relación con Albert Rivera, la popularidad de la cantante ha crecido. A pesar de todo, lo que se ha dicho de ella en los medios no ha sido bueno, ni mucho menos.

Hemos podido ver numerosos testimonios en las últimas semanas en los que no hablan precisamente bien de la cantante. Según estas personas, Malú tendría un carácter de lo más desagradable y que su imagen delante de las cámaras nada se parece a su verdadera cara.