Lola Índigo, protagonista de un momento muy tenso sobre el escenario

El pasado fin de semana, Lola Índigo se preparaba para ofrecer su concierto en Avilés, localidad asturiana, pero finalmente y para su disgusto tuvo que anularlo.

¿El motivo? Las condiciones climáticas, y es que poco antes de comenzar empezó a llover en la localidad, hasta el punto de tener que suspender la actuación porque las condiciones no eran propicias. La vocalista y líder del grupo, Mimi Doblas, quiso agradecer a sus fans que hubiesen acudido a pesar de la lluvia, y se disponía a cantarles una canción, cuando ocurrió algo inesperado.

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Uno de los organizadores del concierto interrumpió de malas maneras a la cantante, pensando que ésta pretendía comenzar el concierto a pesar de la lluvia. «Perdonad que tenga que interrumpir a la artista, pero tenemos un grave problema» comenzaba diciendo el organizador, parando los pies a Mimi. «Esa gente va a pedir la devolución de la entrada… Entonces o paramos el espectáculo o lo continuamos, pero aquí hay un seguro  meteorológico y esta gente va a pedir su devolución».

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🥴 – Por medidas de seguridad, @lolaindigo no pudo dar su concierto anoche, no hubiera pasado este momento incómodo (desliza) si todo se hubiera hablado en privado, pero el encargado del evento interrumpió a la cantante para decirles la situación. La cara de Lola lo dice todo, ¿qué opinas? #OT #OT2017 #lolaindigo

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El público estalló en gritos y abucheos al trabajador, mientras que animaban a la artista al grito de «Lola, Lola, Lola», y le pedían que cantase aunque fuese solo una canción. «Yo solo quería cantaros un cachito a capella pero bueno…» explicó la artista, aclarando que no tenía pensado realizar el concierto en esas condiciones, sino solo agradecer a sus fans con la simpatía que le caracteriza.

Finalmente, la organización  permitió a Lola Índigo cantar un poco de la canción sin música antes de abandonar el escenario.»Esperemos que este señor no se enfade más, porque ha sido un momento bastante incómodo», admitía la andaluza, que pasó un mal rato. El público, que tenía ganas de marcha, seguía comentando la situación. «Que se peleen, por favor, que se peleen» se oía a alguien decir entre los presentes, bromeando.