‘First Dates’: dos solteros pactan cómo serán sus relaciones sexuales en plena cita

• Idania Monzón
• Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual. Escribo sobre la actualidad televisiva y musical. Además, me gusta investigar y hablar sobre todo lo relacionado con las ficciones del momento, tanto de la pequeña como gran pantalla.
• • 08/05/2024 18:08
  • Actualizado: 08/05/2024 18:08

Como ya es habitual en el prime time de Cuatro, First Dates regresó una noche más a la cadena. El popular show de citas a ciegas se ha convertido en una de las apuestas favoritas de los espectadores, pues cada vez son más las personas que se interesan en ver las citas de los participantes.

Recientemente, el público tuvo la oportunidad de conocer a solteras como Lucy, una mujer a la que conocen como «la cabra de la legión porque estoy bastante destensada». La participante afirmó ser una apasionada del mundo militar. De hecho, su sueño es ser militar o pertenecer a alguna de las fuerzas armadas. Pero, al ser una mujer, en su país nunca le han dejaron serlo.

Fue entonces cuando llegó Eduardo, un soltero que se presentó como un tipo de impacto. Eso sí, lo que no pasó desapercibido para la participante fue que su cita cumplía tres de sus requisitos: ser calvo, tener barba y ser militar. Por su parte, el participante se mostró muy contento al saber que compartía tantos gustos con ella.

Eduardo se ha quedado prendado de los ojos de Lucy, por lo que no pudo evitar piropearla. La comensal, ruborizada, le ha contado que en México era abogada, policía y que tiene tres carreras. «No merece la pena luchar contra un sistema, o te metes en el contenedor de basura o te vas fuera», le dijo ella. Ante ello, el participante ha valorado mucho que quisiera opositar para ser policía o guardia civil.

Eduardo a Lucy en First Dates: «A sus órdenes, siempre»

Respecto al ámbito amoroso, Lucy le explicó que a sus 47 años ya busca a alguien con quien afincarse toda la vida. Él, a sus 53 años, le confesó que andaba tras lo mismo. Una serie de requisitos y gustos que ambos iban sumando a la par. De hecho, para la soltera su cita era el indicado. «No tienes ninguna mancha en tu expediente», comentó al saber que no tenía hijos.

Fue entonces cuando la conversación comenzó ha adquirir cierta intimidad. La mexicana le explicó a Eduardo cuáles eran sus gustos sexuales, haciendo énfasis en su deseo de tener el control. Una confesión que lo sorprendió, pero con la que le hizo saber que estaba dispuesto a seguir sus órdenes como buen militar que era.

«A sus órdenes, siempre», le dijo. «Yo soy sargento de hierro y él puede ser un subordinado, un cabo primero», comentó la soltera. Al concluir la velada, no hubieron sorpresas. Ambos comensales estuvieron de acuerdo en seguir conociéndose en una nueva cita.