Gastronomía

La forma de hacer empanadillas si tu masa favorita ha dejado de exisitir

Cómo hacer unas deliciosas empanadillas caseras

Empanadillas de setas

Empanadillas rusas

La forma de hacer empanadillas si tu masa favorita ha dejado de exisitir
Plato de empanadillas.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Las empanadillas son un plato emblemático de la gastronomía española que se ha extendido por todo el país, convirtiéndose en una de las tapas más populares en los bares. Aunque las empanadillas argentinas sean las más conocidas, en España se han adaptado y reinventado con una amplia variedad de sabores y rellenos.

En los supermercados, es común encontrar empanadillas ultracongeladas, una opción práctica que sólo requiere freírlas y servirlas. Sin embargo, también puedes optar por comprar obleas de masa para empanadillas y rellenarlas con los ingredientes de tu elección. Entre los rellenos más habituales se encuentran aquellos elaborados con atún, tomate, cebolla y huevo, aunque las posibilidades son infinitas.

Cómo hacer unas empanadillas caseras

Aquí tienes una receta sencilla para preparar unas 15 empanadillas, perfectas para servir como entrante en una cena con tu familia o amigos. Puedes rellenarlas de lo que más te guste, e incluso optar por ingredientes originales como las setas shiitake o pulpo.

Para la masa, necesitarás 2 tazas de harina de trigo, 1/2 cucharadita de sal, 1/3 taza de agua tibia y 1/4 taza de aceite vegetal o mantequilla.

Primero, en un bol grande, mezcla la harina y la sal. Luego, agrega el agua tibia y el aceite vegetal a la mezcla de harina, y remueve bien hasta obtener una masa homogénea, puedes usar una cuchara o tus manos. Después, transfiere la masa a una superficie limpia y ligeramente enharinada, y amásala durante unos 5-10 minutos, hasta que esté suave y elástica. Si está demasiado pegajosa, añade un poco más de harina.

Una vez lista la masa, forma una bola y envuélvela en papel film. Deja reposar durante al menos 30 minutos a temperatura ambiente. Después del reposo, divide la masa en porciones más pequeñas, dependiendo del tamaño deseado para las empanadillas. Estira cada porción de masa con un rodillo hasta que tenga un grosor de aproximadamente 3 milímetro.

A continuación, coloca una porción de relleno en el centro de cada círculo de masa extendida. Dobla la masa sobre el relleno para formar una semicírculo y luego presiona los bordes con un tenedor para sellarlas.

Es importante tener cuidado al momento de rellenar las empanadillas. Resulta tentador añadir mucho relleno, pero si te excedes, corren el riesgo de romperse durante la cocción al no cerrarse correctamente. Es preferible utilizar rellenos fríos, ya que si están calientes, es más probable que rompan la masa durante la cocción.

Debes asegurarte de tener suficiente aceite y que esté bien caliente, aunque no al punto de hervir. Para evitar la formación de burbujas, el secreto radica en freírlas en aceite a alta temperatura, pero sin sobrecalentarlo tanto como para que la masa se vuelva crujiente y se hinche demasiado. Es importante controlar que el aceite no supere nunca los 170ºC.

Una vez que las empanadillas comiencen a dorarse, reduce ligeramente el fuego y luego vuelve a subirlo para terminar la cocción con alta temperatura. Esta técnica garantiza que queden crujientes por fuera y suaves por dentro, logrando además que el relleno alcance la temperatura perfecta.

En caso de utilizar una freidora de aire, programa unos 12 minutos a 180 ºC, ya que el calor se distribuye de manera más directa y tiende a cocinar las empanadillas más rápido que en el horno. Además, es importante no llenar demasiado la cesta para permitir que el aire fluya con facilidad entre ellas.

Si horneas las empanadillas, lo más recomendable es utilizar una temperatura media de alrededor de 180ºC y hornearlas durante unos 15 minutos. Durante la primera mitad del tiempo, puedes aplicar calor tanto arriba como abajo, y luego cambiar sólo al calor inferior para asegurarte de que la base se cocine bien sin quemarse por encima.

Historia de éste plato

Las empanadillas, aunque se remontan a tiempos antiguos, se hicieron poulares gracias a los árabes, quienes, durante sus largos viajes, desarrollaron la técnica de envolver carne en masa de harina para conservar los alimentos. Ésta práctica se extendió durante la conquista musulmana de la Península Ibérica, enriqueciendo la cultura culinaria local con una variedad de delicias como hojaldres, almíbares y, por supuesto, empanadillas.

Con el tiempo, las empanadillas se convirtieron en un plato típico en los hogares españoles, adoptando diversas formas y rellenos según la región. Desde las empanadas gallegas hasta las murcianas, cada lugar tenía su propia tipología de empanadillas. Incluso en la Edad Media, Miguel de Cervantes las elogió como un manjar en su obra Don Quijote de la Mancha.

Sin embargo, no fue hasta 1535, durante la conquista del Río de la Plata, que las empanadillas llegaron a Amérca de la mano de los navegantes españoles liderados por Pedro de Mendoza. En Argentina, estas delicias se popularizaron rápidamente y se convirtieron en un símbolo importante durante la Guerra de Independencia de 1810.

¡Ahora ya sabes cómo hacer unas deliciosas empanadillas caseras si no encuentras tu masa favorita en el supermercado!

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