España

Unos títeres contratados por Carmena ‘apuñalan’ monjas, ‘ahorcan’ jueces y banqueros y dan vivas a ETA ante decenas de niños

La Policía Nacional ha puesto fin a una función de títeres infantiles organizada por el Ayuntamiento de Manuela Carmena y ha detenido a los dos actores contratados, que han sido conducidos a Comisaría bajo la acusación de enaltecimiento del terrorismo.

Los hechos han ocurrido en tono a las 6 de la tarde de este viernes en la calle Bravo Murillo, en el barrio de Tetuán. Decenas de niños, acompañados por sus padres, se habían congregado para asistir a un espectáculo de marionetas anunciado en el programa de las fiestas de Carnaval del Ayuntamiento de Madrid.

A medida que avanzaba el espectáculo callejero, crecía el estupor de los padres al comprobar que la historia resultaba muy poco adecuada para los críos. Los personajes representados por marionetas comenzaron apuñalando a una monja y un policía, y a continuación ahorcaron a un juez. Finalmente, los títeres exhibieron una pancarta con el lema «Gora ETA», según han relatado a OKDIARIO varios asistentes.

Delito de enaltecimiento del terrorismo

Alarmados, unos padres avisaron a la Policía para informarle de lo que estaba ocurriendo. Varios agentes de la Brigada de Información se han personado en el lugar y han detenido a los dos actores que ofrecían el espectáculo. Han sido conducidos a Comisaría bajo la acusación de enaltecimiento del terrorismo.

El atestado levantado por la Policía, al que ha tenido acceso OKDIARIO, explica que los hechos han ocurrido en torno a las 17:30 horas durante la representación de la obra «La Bruja y Don Cristóbal» en la Plaza del Canal de Isabel II por parte de la compañía Títeres desde abajo, dentro de los actos que organiza el Ayuntamiento de Madrid con motivo de las fiestas de Carnaval.

Varios asistentes al espectáculo, añade el informe, «han requerido a los efectivos de la Policía que se encontraban en las inmediaciones, comunicándoles que algunas de las escenas que se estaban representando eran ofensivas: ahorcamiento de un muñeco que representaba la figura de un juez, apuñalamiento de una monja con un crucifijo, apaleamiento de varios policías…».

Todo ello fue confirmado «por los agentes actuantes que asimismo comprobaron que durante la misma representación teatral se exhibió una pequeña pancarta con el lema GORA ALKA-ETA».

Por este motivo, la Policía procedió a detener, como autores de un delito de enaltecimiento del terrorismo, a los dos actores de la compañía: Raúl García Pérez, de 35 años, y Alfonso Lázaro de la Fuente, de 30.

Ya en las dependencias policiales, los dos detenidos aseguraron que el espectáculo había sido contratado por la empresa municipal Madrid Destino y «contaba con el visto bueno y la autorización pertinente» de la Concejalía de Cultura, dirigida por Celia Mayer.

Se trata de la misma que ha dirigido la retirada de monumentos dentro de una peculiar aplicación de la Ley de Memoria Histórica.