Independentismo en Cataluña

Trapero asistió impasible al homenaje a los “represaliados” donde se acusó a los Mossos de brutalidad

El Mayor de los Mossos d’Esquadra acudió a la entrega de las medallas de honor del Parlamento de Cataluña en el que se acusó a la policía catalana de brutalidad policial

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Trapero
El Mayor de los Mossos en el acto del Parlament.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Que las medallas de honor del Parlamento catalán llevan tiempo instrumentalizándose políticamente no es ningún secreto, pero lo que sucedió el pasado día 10 en la entrega de las medallas de 2021 ha escandalizado a los miembros de los Mossos d’Esquadra. Los policías autonómicos catalanes pudieron ver el viernes cómo hasta 16 “represaliados”, según defienden los sectores independentistas, pasaron uno a uno por el escenario para recoger su medalla y de paso mandar recados a los Mossos a quienes acusaron de protagonizar actos de brutalidad policial. Sabían lo que hacían mencionando la policía autonómica en ese acto, ya que, aunque arrinconados en las filas más alejadas del escenario en el salón de actos había dos representantes principales de los Mossos: el Mayor Josep Lluís Trapero y el director general del cuerpo, Pere Ferrer.

Trapero asistió al acto como principal representante operativo tras haber estado apartado de sus funciones de mando hasta haber sido absuelto por la Audiencia Nacional de los delitos de desobediencia y sedición que le llevaron al banquillo tras el referéndum ilegal del 1 de octubre.

Trapero sabía perfectamente a qué tipo de acto estaba invitado. La presidenta del Parlamento catalán, Laura Borrás, cursó invitación a todos los presentes bajo la misma premisa. El acto del 2021 estaba dirigido a distinguir a “las personas víctimas de la represión y de la causa general contra el independentismo”. Hasta aquí lo habitual en la Cataluña de los últimos años, donde se aprovecha lo público y lo institucional para rendir homenaje a personas que se encuentran inmersas en procesos penales en calidad de investigados por diferentes actos violentos todos relacionados con el referéndum ilegal, las protestas por las sentencias del 1 de octubre o incluso por actos violentos como los ocurridos este mismo fin de semana durante la celebración de la Diada.

Pero es que ni en esto se ponen de acuerdo, porque mientras Borrás impone medallas con una mano algunos de los homenajeados aprovecharon para exigir que la Generalitat se retire de los procedimientos judiciales en los que está personada como acusación popular contra acusados por actos violentos relacionados con el independentismo. Pero es que, además, muchos de los propuestos para recibir medallas declinaron la invitación al considerar que se trataba de un acto “estético” que a su juicio no resuelve sus pretensiones, que se resumen en una, tal y como algunos manifestaron desde el escenario: la confrontación total con el Estado. Sobra decir que al acto en cuestión decidieron no asistir ni PP, PSC, Cs ni Vox. Según todo este tipo de ceremonias lo que consigue es aumentar la división social en Cataluña.

«Tenéis que enfrentaros al Estado»

Pero Trapero sí fue, y los policías autonómicos bajo su mando empezaron a mandarse los unos a los otros lo que estaba sucediendo en la entrega de las medallas. Uno de los condecorados por el Parlamento catalán fue Roger Espanyol, el hombre que perdió un ojo durante una de las protestas en Barcelona y las que se le vio claramente arrojar mobiliario urbano a policías antidisturbios. “¡Ya basta! Tenéis que enfrentaros al Estado español y cumplir el mandato de la ciudadanía que os ha votado. Las mesas de negociación no nos acercan a la independencia. La medalla tiene un nombre que es la represión del estado español, y un apellido, que es la represión de la Generalitat de Cataluña”. Esto fue lo que dijo Espanyol mientras Trapero no movía un músculo y permanecía inmóvil en su silla.

Pero no fue, ni de lejos, lo más llamativo que se escuchó en el acto. El periodista Vicente Partal fue el encargado de llevar a cabo la glosa del acto, y tuvo para todos, también para Trapero y para el director general de los Mossos. Al menos las siguientes palabras las pronunció mirando hacia donde estaban sentados el Mayor y el jefe político de la policía catalana: «Nos habéis pegado con una Brimo que debía haber sido disuelta hace ya mucho tiempo». Partal se refirió a las actuaciones de la Brigada Móvil de los Mossos cuando tuvieron que desalojar las vías del AVE de manifestantes, o cuando los independentistas violentos tomaron el aeropuerto de El Prat o cuando en el infierno del cruce de Urquinaona los independentistas no tuvieron reparos en reventar a los policías con adoquines arrancados del suelo. Cuando Partal acabó su glosa insistiendo en que varios “represaliados” han sido perseguidos por sus ideas y no por sus actos violentos. Como suele pasar en este tipo de arengas la sala aplaudió enfervorizada.

¿Y Trapero qué hizo después de escuchar como un periodista acusaba en público a los suyos de pegarles con la Brimo? Ni parpadeó. Asistió al final del acto con su gorra sobre las rodillas y al acabar se despidió de las autoridades y se marchó. Eso sí, el malestar en los agentes del cuerpo tras ver a su jefe consentir este tipo de acusaciones públicas permanece y va creciendo.

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