El sanguinario ‘Carnicero de Mondragón’ se mofa de sus 17 víctimas: «¿Pedir perdón? Sí, no faltaba más…»
Las elecciones del pasado 23 de julio han reafirmado a Bildu como socio preferente de Pedro Sánchez. La posible investidura del socialista sigue en manos de independentistas y proetarras, los únicos que pueden asegurarle la supervivencia en La Moncloa. Mientras, los terroristas no muestran el menor arrepentimiento por el dolor causado durante décadas y se niegan a pedir perdón a las víctimas.
Así lo ha confirmado el reportero Cake Minuesa, en Mondragón (Guipúzcoa). Se encuentra a Josu Zabarte, conocido como el Carnicero de Mondragón, tomándose un vino y charlando tranquilamente en una terraza. Como si a sus espaldas no tuviese 30 años de cárcel -fue condenado a 615- por su participación en 17 asesinatos. Entre ellos, el del niño de 13 años José María Piris Carballo, que murió al estallar una bomba oculta en una bolsa de deportes de Azcoitia (Guipúzcoa) en 1980. Al salir de la cárcel -dos años antes de lo previsto tras la anulación de la doctrina Parot- el etarra no mostró ningún arrepentimiento. Aseguró incluso que sus crímenes no le impedían «dormir por la noche».
Minuesa reta a Zabarte a pedir perdón a las víctimas. El etarra, visiblemente incómodo, se levanta mientras sus acompañantes intentan impedir que el reportero haga su trabajo. Comienza entonces un recorrido por las calles de la localidad, con momentos de gran tensión. «Aprovecha que tienes mi cámara, pide perdón», le emplaza el periodista. El Carnicero de Mondragón se encara con tono burlón: «¡No faltaba más! ¡No faltaba más!». En varios momentos intenta incluso agredir al reportero.
En las elecciones del pasado 28 de mayo, Bildu obtuvo su mejor resultado electoral en unos comicios autonómicos y municipales. La formación concurrió con 44 condenados por terrorismo en sus listas, siete de ellos con delitos de sangre. Pedro Sánchez se mantuvo de perfil y sólo afirmó que no le parecía «decente». El 23 de julio, el partido logró seis escaños en el Congreso, uno más de los que tenía, convirtiéndose así de nuevo en un apoyo indispensable para el Partido Socialista.
«¿Te ha valido la pena matar? ¿Te hubiera gustado matar a más gente?», le lanza Cake Minuesa al etarra, sin amedrentarse. Uno de sus acompañantes acusa al reportero de «provocar», entre gritos e intentos de agresión, pero el periodista insiste: «¿Volverás a matar, a poner bombas? ¿O te volverás a quedar encerrado en un armario a hacer tus necesidades?», le pregunta, recordando así el capítulo de su detención, en 1984, cuando los agentes de la Guardia Civil lo encontraron oculto en el interior de un armario empotrado, llorando y temblando. Se había hecho sus necesidades encima. El carnicero huye de las cámaras con amenazas: «¡Que me dejes en paz! ¡Te voy a dar!».
Un vídeo imprescindible para acercarse al día a día de los etarras excarcelados, quienes gozan de normalidad en las calles de los mismos pueblos que vivieron bajo la amenaza de sus bombas y sus pistolas, mientras Sánchez liga una vez más su futuro a quienes nunca han condenado la violencia de ETA.