Sánchez pactó más dinero para los ayuntamientos de Bildu a cambio del apoyo al Plan de Recuperación

Sánchez presos
Pedro Sánchez y Arnaldo Otegi.
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez engrasó con pactos financieros los apoyos al Plan de Recuperación que acaba de salvar in extremis en el Parlamento. Uno de esos acuerdos fue con Bildu, como empieza a ser ya habitual. La formación proetarra ha explicado internamente a sus bases que, efectivamente, hubo un acuerdo con el Gobierno: el de entregar más dinero a los ayuntamientos. El poder de Bildu es eminentemente local en estos momentos. Su fuerza se diluye a nivel autonómico. Y donde el partido de Arnaldo Otegi logra controlar presupuestos es a nivel municipal. El pacto alcanzado garantizó a Bildu un diseño de esos nuevos fondos que favorezca de forma especial a sus ayuntamientos.

EH Bildu ha sido una pieza clave en la aprobación del Real Decreto de gestión de los fondos europeos antiCovid. Pero no le ha salido gratis a Pedro Sánchez. O mejor dicho, a todos los españoles, que son, en última instancia quienes pagarán los pactos del presidente del Gobierno.

El precio de ese apoyo de los proetarras pasa por dos puntos. El primero de ellos es el de incrementar la financiación de los ayuntamientos. Bildu es, por ahora, un partido con implantación más municipal que autonómica o nacional. Su fuerza radica en los presupuestos locales. Y un aumento de estas partidas les beneficia de forma directa. Especialmente, además, si el diseño de esa nueva inyección se hace con especial sensibilidad hacia el tipo de municipio en el que ellos cuentan con implantación. Y Sánchez se ha comprometido igualmente a esa sensibilidad.

El poder de Bildu es eminentemente local, su fuerza se diluye a nivel autonómico, y es donde les interesa controlar presupuestos

El segundo punto del pacto con Bildu va a más. Y entra directamente en la órbita de gestión de los fondos europeos. Porque, según las explicaciones de Bildu a sus bases, el proceso de adjudicación de los fondos por parte del Gobierno será “participativo”. Con ellos, claro.

Diversos acercamientos

Se trata de un nuevo paso en el acercamiento del Gobierno hacia Bildu. Con ellos negoció la derogación de la reforma laboral, con ellos negoció la Presidencia de Navarra, con ellos negoció incluso la investidura de Sánchez -su voto era decisivo-, y con ellos traza ya un nutrido mapa de alianzas.

Tan nutrido que afecta ya incluso al dibujo del esquema de poder en el País Vasco. El Ayuntamiento de Eibar ha sido el lugar elegido para que los socialistas inicien el acercamiento formal a los proetarras de Bildu en esta nueva etapa. Y el contexto no ha sido otro que los Presupuestos locales para 2021, unas cuentas que ascienden a 40 millones de euros y que el PSOE-PSE ha preferido pactar con la formación de Arnaldo Otegi pese a no necesitar a este partido, básicamente, porque ya contaba con la alianza del PNV para evitar la caída de la norma.

A mediados del pasado mes de diciembre los 6 ediles jeltzales dieron su consentimiento para dejar pasar la norma sin tumbarla. El Ejecutivo local socialista se garantizaba, de esta manera, el paseíllo para sus Presupuestos y el permiso para poder llevar a cabo sus propuestas “sociales”. Pero los nuevos vientos del PSOE nacional y regional han exigido un paso previo: pasar por la casa de los proetarras para consensuar su proyecto presupuestario y no molestar a los 5 concejales de Bildu, del partido de Arnaldo Otegi.

Hay que recordar que Bildu dejó claro en plena negociación de los Presupuestos nacionales, que no había pactado con Pedro Sánchez para salvar sólo las cuentas del Estado. Lo había hecho para avanzar en poder e incrementar su influencia en toda España y en una parte de ella, en el País Vasco. Por ello, los proetarras trasladaron al presidente del Gobierno, a través de Pablo Iglesias y en medio de aquella negociación, que uno de los siguientes pasos sería exigir la negociación de los futuros gobiernos municipales y autonómicos en el País Vasco con el PSOE-PSE. Y, por lo tanto, que el PSOE debería dejar de tener como socio estable al PNV.

El presidente de Sortu y parlamentario de Bildu, Arkaitz Rodriguez, dejó bien claro en aquellas fechas que el plan de los proetarras marxistas antisistema, evidentemente, no pasaba por meter pluma en unos Presupuestos Generales del Estado. Rodriguez afirmó en el Parlamento Vasco que su apoyo a los Presupuestos tan sólo tenía un fin estratégico: el de «tumbar el régimen en favor de las mayorías y los pueblos».

Parlamentarios proetarras navarros y vascos no dudaron en alardear de ese punto tras pactar los Presupuestos con Sánchez. Y es que, por lo tanto, su fin último es el de tener poder para cambiar eso que ellos llaman «régimen». Las mismas fuentes, conocedoras de estas conversaciones, destacan que desde Bildu se admite abiertamente lo que estos días se materializa en Eibar: que una de las exigencias al PSOE de Pedro Sánchez a cambio de este apoyo es una petición muy incómoda para el PNV: la de que las negociaciones de futuros gobiernos vascos, tanto municipales, como autonómicos, se tienen que hacer de forma prioritaria con Bildu, y no con el PNV.

Desde la formación proetarra recuerdan que el Gobierno vasco se ha pactado de forma tradicional entre PNV y PSOE-PSE. Y creen que eso debe dar paso a nuevos tiempos de «gobiernos progresistas».

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