Sánchez encarga a Dolores Delgado una reforma de la Fiscalía para aumentar el control de los fiscales
Pedro Sánchez quiere más control aún de los fiscales. Y lo quiere ya. El Gobierno ha encargado a Dolores Delgado el diseño de una reforma del reglamento del Ministerio Fiscal con el propósito de tener el texto aprobado este mismo año. El Ejecutivo socialcomunista pretende aprobar la nueva norma por decreto y en el texto abordará la pérdida de la condición de “miembro de la Carrera Fiscal”, la “provisión de destinos” y las “responsabilidades” de los fiscales. Todo un cambio con el que decidir el presente y futuro de los profesionales que integran el Ministerio Público.
El texto se encuentra ya en fase de trabajo y preparación. Pretende ser aprobado por el Consejo de Ministros con el nombre de Real Decreto por el que se aprueba el reglamento del Ministerio Fiscal. Y en sus líneas se actualizarán “las previsiones reglamentarias que desarrollan la regulación del estatuto jurídico de los miembros del Ministerio Fiscal”.
Ese texto es la clave de la evolución y desarrollo profesional de los fiscales que componen el Ministerio Público. En ese texto se plasmará la nueva redacción en materia de “adquisición y pérdida de la condición de miembro de la Carrera Fiscal, situaciones administrativas, licencias y permisos, derechos y deberes, provisión de destinos y sustituciones, incompatibilidades, prohibiciones y responsabilidades”.
Ese texto es la clave de la evolución y desarrollo profesional de los fiscales que componen el Ministerio Público
Todo ello se hará como desarrollo del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, dando, de ese modo, cumplimiento a la Disposición Final Primera que facultaba al Gobierno a dictar el Reglamento de desarrollo. Y la oportunidad no le ha pasado desapercibida a Sánchez y su obsesión por controlar el comportamiento de la Fiscalía.
El nuevo texto derogará el Decreto 437/1969, de 27 de febrero, por el que se aprobó el Reglamento Orgánico del Estatuto del Ministerio Fiscal. Se trata de un texto preconstitucional y, con ese argumento se abordará la reforma bajo el pretexto de que necesitaba una urgente y profunda revisión. Tan urgente, que lleva desde 1969 sin revisarse.
La exposición del Gobierno ya ha sido recogida en un texto oficial y señala que “la carrera fiscal necesita un nuevo marco de configuración, que derive del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal (Ley 50/1981, de 30 de diciembre, por la que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal) como base esencial pero que supere ya de manera definitiva las normas obsoletas del Reglamento de 1969 hasta ahora parcialmente vigente que ha contado con las imprecisas remisiones a la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, cuyo desarrollo reglamentario para la carrera judicial carece de valor supletorio directo a estos efectos, y que han generado en muchos supuestos una situación de incertidumbre normativa, puesta de manifiesto en diversas ocasiones ante los Tribunales de Justicia y el propio Tribunal Constitucional en diversos aspectos”.
«Renovado reglamento»
El nuevo texto, de este modo, podrá reformular los criterios para acceder a las “especialidades propias de la carrera y del Ministerio Fiscal” y adecuará “su modelo reglamentario al perfil orgánico, institucional y funcional que diseña la Constitución de 1978 y el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal de 1981 con sus sucesivas reformas”.
El Gobierno considera que “tras más de treinta y cinco años de no atender el mandato del Estatuto Orgánico y tras cincuenta años de vigencia del anterior Reglamento, es hora de poner en funcionamiento este nuevo marco normativo reglamentario, estableciendo otro hito en la articulación de una institución esencial en la Justicia española, respetando en todo caso esa autonomía orgánica y funcional exigida por la Constitución y el Estatuto”.
El “renovado Reglamento”, como lo denomina el Ejecutivo, comprenderá “con carácter previo una referencia a la definición, la naturaleza constitucional, a los principios rectores de la institución y la determinación del marco jurídico”. Pero irá mucho más allá, incluyendo la “clasificación de las diversas categorías que componen la carrera fiscal, con la regulación de la adquisición y pérdida de la condición de miembro del Ministerio Fiscal, así como las situaciones administrativas, licencias y permisos, deberes y derechos, provisión de destinos y sustituciones, incompatibilidades, prohibiciones y responsabilidades de los miembros del Ministerio Fiscal”. El nuevo Real Decreto, de hecho, no será un cambio leve ni parcial: “Deroga totalmente, tanto en lo que se refiere a las materias anteriormente mencionadas como a otras, el Decreto 437/1969, de 27 de febrero”.
Toda una ocasión de Pedro Sánchez y su fiscal general, Dolores Delgado, para aumentar el control de la profesión y de las actuaciones de los fiscales.
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