Sánchez deja a C’s fuera de la ronda de contactos que reiniciará a finales de agosto

«Oído cocina». Con esta frase, Pedro Sánchez ha despachado a Ciudadanos de su ronda de contactos con partidos políticos que reiniciará a finales de ese mes de agosto para intentar formar Gobierno.
«Hablaremos con el PNV, el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), las fuerzas nacionalistas de Cataluña y lógicamente con Podemos», ha dicho el líder del PSOE antes de reunirse con organizaciones del sector cultural, otro de sus encuentros programados con colectivos sociales.
El partido de Albert Rivera se quedará esta vez fuera de esta ronda de contactos dirigidos a materializar un programa de gobierno progresista porque, según ha recordado Sánchez, el líder naranaja ha dicho que no quiere reunirse con él y, por lo tanto, «oído cocina».
Apenas 48 horas después de haber manifestado su «desconfianza recíproca» con Unidas Podemos, Sánchez se ha mostrado conciliador con los de Pablo Iglesias, al afirmar que a la posible «negociación» el PSOE no va «con un programa cerrado», sino «abierto» y «susceptible de poderse negociar». Eso sí, ha dejado claro que se trata de hablar «no tanto del continente sino del contenido», en una posible alusión a que no se negociará un gobierno, sino un programa.
Otros dirigentes del PSOE
Sánchez tampoco ha precisado qué reuniones con los partidos susceptibles de apoyarle estarán personalmente a su cargo y cuáles serán responsabilidad de otros dirigentes socialistas.
Por lo pronto, fuentes socialistas ya avanzaron que a partir del 19 de agosto Sánchez se reunirá en Bilbao con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar. El tiempo, en todo caso, apremia, porque si el 23 de septiembre el Congreso no ha votado a favor de la investidura de Sánchez, o de cualquier otro candidato, las Cortes se disuelven y habrá elecciones del 10 de noviembre.
Y para que haya una nueva sesión de investidura el Rey debe hacer previamente una ronda de consultas con los líderes de los partidos y encargar a uno de ellos que trate de obtener la confianza de la Cámara.
Tras la investidura fallida del 25 de julio, Sánchez optó por iniciar reuniones con colectivos sociales y actores económicos de distintos sectores para elaborar «una propuesta abierta de programa común progresista». Tras 14 reuniones con 220 personas de 180 colectivos, según su propio recuento, el PSOE se va a dedicar ahora a «compendiar» sus aportaciones.
Además, ha avanzado que a finales de agosto tendrá «otras muchas reuniones» con colectivos sociales, porque ha habido «un aumento considerable» de entidades que han pedido reunirse con él y con el PSOE.
Sánchez ha agradecido la disponibilidad y las aportaciones de todos ellos y ha aprovechado para decir que en las reuniones se ha constatado «la demanda y el deseo de que haya gobierno pronto y de que sea un gobierno progresista como expresaron los ciudadanos».
Tomará «nota»
Preguntado por los periodistas si también se reunirá con el líder del PP, Pablo Casado, y el de Ciudadanos, Albert Rivera, para reclamarles su abstención, ha replicado que «es evidente que con Ciudadanos no», puesto que el secretario general del partido, José Manuel Villegas, ya avanzó que Rivera no quiere tener «ningún tipo de contacto».
«Oído cocina, no hace falta que me diga nada más, es la segunda, tercera o cuarta vez que se niega a hablar», ha señalado. De hecho, cree que los españoles tomarán nota «del comportamiento de cada uno» y de «la forma de entender la democracia del señor Rivera», negándose a hablar con una fuerza representativa y la única alternativa para poder formar gobierno.
Al PP y a Ciudadanos, ha dicho, es «importante trasladarles su obligación de que faciliten la formación de un gobierno porque no hay ningún tipo de alternativa a una que pase por el PSOE».