Sánchez cree que la UE aceptará su derogación de la reforma laboral: “Nos pide bajar la temporalidad”
Pedro Sánchez ha vuelto a doblar la rodilla ante Podemos. Un comunicado oficial ha confirmado, como adelantó OKDIARIO, hace dos semanas, que la derogación de la reforma laboral sigue su camino. La UE mira de reojo. Los países frugales, con Austria y Holanda a la cabeza, miran frontalmente y con notable enfado. Pero la versión de Pedro Sánchez es, una vez más, confiada: “Lo que nos pide la UE es únicamente bajar la temporalidad”. Por eso, según su versión, derogar la reforma laboral no debe provocar problemas ante la UE.
El Gobierno de coalición ha zanjado la crisis provocada por la reforma laboral aceptando, una vez más, la exigencia de la UE. Pedro Sánchez reunió este pasado martes en el Palacio de La Moncloa a dos de sus vicepresidentas, Nadia Calviño y Yolanda Díaz, junto a los ministros José Luis Escrivá, María Jesús Montero y Pilar Alegría, para acercar posturas e ir con una sola voz a negociar con los agentes sociales. En un encuentro breve, de algo más de media hora, el Ejecutivo ha acordado comprometerse “con la derogación de la reforma laboral de 2012 en los términos que establece el acuerdo de coalición y el Plan de Recuperación enviado a la Comisión Europea”. Y con Podemos pactó, efectivamente, la derogación de la reforma laboral para devolver todo el control a los sindicatos.
A través de un comunicado Moncloa ha dado cuenta de los términos del acuerdo, asegurando que “el Gobierno de España está definiendo las relaciones laborales del siglo XXI, cumpliendo con la palabra dada”. Se trata, añaden, “de aprobar, antes de que acabe 2021, una legislación laboral moderna que revise los desequilibrios de la reforma de 2012 y deje atrás los problemas estructurales de nuestro mercado de trabajo, continuando con la senda que ya hemos iniciado con la derogación del artículo 52.d que permitía el despido por baja médica, los reglamentos de igualdad, los ERTE, la Ley Rider o el Trabajo a distancia”.
«Compromisos adquiridos en el programa de coalición»
El objetivo del Ejecutivo, continúa el comunicado, es el de “avanzar en las negociaciones con los agentes económicos y sociales, cumpliendo con los compromisos adquiridos tanto en el programa de coalición como en el Plan de Recuperación aprobado por el Consejo de Ministros y enviado a la Comisión Europea”.
El Gobierno sostiene que la UE no dirá nada porque “lo único que ha pedido ha sido la rebaja de la temporalidad”. Y, según Pedro Sánchez, “el compromiso en ese sentido es absoluto”. Pero las palabras de Sánchez, realmente, son media verdad. Y es que, aunque Bruselas ha sido más escurridiza en esta materia, no así algunos de los países que conforman la UE.
De hecho, los denominados países frugales -Holanda, Austria, Dinamarca, Finlandia y Suecia- reclamaron ya que las ayudas europeas por el COVID estuvieran ligadas a controles en los cuales se comprobase el cumplimiento efectivo de las peticiones de la UE para materializar el rescate -de 140.000 millones de euros en el caso de España-. Entre esas recomendaciones estaba precisamente el mantenimiento de la reforma laboral.
La UE, de hecho, advirtió ya verbalmente a España por el intento de asalto de Pedro Sánchez al Poder Judicial justo en el inicio de la tramitación del rescate COVID. Y es que las conclusiones del Consejo Europeo recopiladas por la ‘Secretaría General del Consejo’ con motivo de la ‘Reunión extraordinaria del Consejo Europeo (17, 18, 19, 20 y 21 de julio de 2020)’ blindaron las condiciones para recibir fondos de la UE.
En ese documento, tal y como publicó OKDIARIO, se recoge sin matices que el rescate va unido al marco financiero plurianual (MFP) y que, a su vez,“el Consejo Europeo subraya la importancia de proteger los intereses financieros de la Unión” y “destaca la importancia de respetar el Estado de Derecho”. Y allí, los países frugales destacaron que las bases de la sostenibilidad financiera iba ligada a las recomendaciones de Bruselas a cada país. En el caso de España: el mantenimiento de la reforma laboral.
España se juega en esta materia 140.000 millones de euros que el propio Sánchez ha considerado decisivos para evitar el colapso financiero de nuestro país.