GOBIERNO

Sánchez blinda en Transportes a un amigo del instituto enchufado desde 2018 con 130.000 € de sueldo

Andrés Arranz fue nombrado cuatro semanas después de la moción de censura que hizo presidente a Sánchez

Óscar Puente, Pedro Sánchez y Andrés Arranz.
Óscar Puente, Pedro Sánchez y Andrés Arranz.
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

En los últimos cinco años, desde la llegada de Pedro Sánchez a la presidencia, han pasado tres ministros de Transportes. Pero hay un alto cargo del ministerio que sigue en su puesto desde entonces: se trata de Andrés Arranz Stancel, presidente de la empresa pública Senasa. Amigo íntimo de Sánchez, desde su etapa en el instituto Ramiro de Maeztu, Arranz es el más desconocido de todos los cercanos que el presidente ha enchufado en el Ejecutivo. Y no son pocos. En palabras de un alto dirigente socialista «es uno de los de su grupo de jóvenes».

Arranz Stancel preside la empresa de Servicios y Estudios para la Navegación Aérea desde el 12 de julio de 2018. Apenas un mes después del aterrizaje de Sánchez en Moncloa. Ahora, el último ministro de Transportes en ocupar el cargo, el vallisoletano Óscar Puente, está atado de pies y manos. Hay instrucción directa del jefe del Gobierno de mantener en su puesto a su amigo que cobra más de 130.000 euros.

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, anteriormente también con las competencias de Agenda Urbana y aún más atrás denominado Fomento, ha sido el preferido por Sánchez para colocar a «los pocos que considera amigos». Considerado uno de los departamentos más políticos, el presidente optó por el ex secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, para comandar una de las carteras con mayor presupuesto público cuando llego a La Moncloa.

Fue en ese preciso momento cuando Ábalos recibió el encargo directo de Pedro Sánchez de nombrar a Arranz y a su otro compañero de baloncesto, Iñaqui Carnicero. Este último fue primero director general de Arquitectura y Agenda Urbana y desde hace un año secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura.

Tanto Arranz como Carnicero, ahora bajo las órdenes de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, han permanecido en sus cargos pese a los cambios de ministros. El primero, considerado incluso más cercano a Sánchez que el segundo, llegó en paralelo a la moción de censura. Siendo uno de los primeros colocados -aunque pasó completamente desapercibido- y el que más tiempo se mantiene en el cargo. Iñaqui Carnicero, por su parte, no aterrizó en el Gobierno hasta dos años después, en junio del 2020.

Los otros colocados de Sánchez

Más allá de Arranz y Carnicero, a través del Ministerio de Fomento, Sánchez también colocó a su amigo Juan Manuel Serrano, ex jefe de gabinete del PSOE, en la presidencia de Correos. Con un sueldo de 199.000 euros anuales. También dependiente de ese departamento, Pedro Saura, ahora presidente de Correos, recaló en Paradores con una retribución fija de 156.103 euros, además de una variable de 35.810 euros.

Al que fuera gerente del Partido Socialista con Sánchez, Mariano Moreno Pavón, también le encontró su sitio. Tras su cese, Ferraz, le estuvo buscando un acomodo con unas condiciones similares a las que tenía; el hombre que había custodiado las llaves de las cuentas del partido sabe muchas cosas. Y parece que lo ha encontrado: presidente de Enusa, empresa nacional del Uranio, un puesto por el que percibe un sueldo de 209.000 euros anuales.

Correos, Paradores, Renfe, Aena o Enresa son algunas de las empresas públicas que dependen del Ministerio de Transportes en las que tanto con Ábalos, como con Raquel Sánchez Jiménez y Óscar Puente, Sánchez ha mantenido a personas muy cercanas a él. Mauricio Lucena, ex diputado del PSC, es presidente de Aena desde 2018, por lo que percibe un sueldo de 168.000 euros anuales. Por su parte, José Luis Navarro, ex consejero del PSOE en la Junta de Extremadura, fue colocado al frente de la empresa pública que gestiona los residuos nucleares, Enresa, cobrando 170.000 euros al año.

Por último, Isaías Táboas, ex jefe de gabinete del ex presidente de Cataluña José Montila y ex secretario de Estado con José Luis Rodríguez Zapatero, fue nombrado presidente de Renfe en 2018, con una remuneración de 172.000 euros anuales, cargo del que fue relevado por Raül Blanco hace unos meses tras la crisis de los trenes que no cabían en las vías entre Asturias y Cantabria.

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