Pumpido quiere sustituir al ponente encargado de la sentencia del aborto por uno afín
El Tribunal Constitucional sigue en pie de guerra. El nuevo enfrentamiento ahora lo protagoniza la ley del aborto: el presidente Cándido Conde-Pumpido pretende sustituir al ponente, Enrique Arnaldo, por otro afín al Partido Socialista si el borrador –que se debatirá por primera vez en 13 años– no obtiene el apoyo mayoritario de los miembros del tribunal. En el Pleno del próximo 7 de febrero se debatirá el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP contra la ley de interrupción voluntaria del embarazo, aprobada en su momento por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
Es probable que la Corte de Garantías, con una mayoría de izquierda, no respalde el borrador que elevará al Pleno el magistrado Enrique Arnaldo. Si esto sucede, el ponente deberá modificar los aspectos en los que discrepe la mayoría para conseguir un consenso entre los once miembros que actualmente conforman el órgano. Sin embargo, el presidente del Constitucional, Conde-Pumpido, que fue precisamente fiscal general del Estado con Zapatero, pretende cambiar la ponencia y apartar a Arnaldo.
Fuentes judiciales consultadas por OKDIARIO aseguran que el presidente ha trasladado a su entorno más cercano que, si no se llega a un acuerdo en el Pleno, «lo idóneo» es que directamente se designe a otro magistrado. Así, saltándose la norma habitual por la que se ha regido el Tribunal Constitucional, es como Pumpido pretende arrebatarle al ponente Arnaldo una de las sentencias más importantes sobre la que se tiene que pronunciar el máximo intérprete de la Carta Magna.
Para ello, explican a OKDIARIO, Conde-Pumpido se apoya en el artículo 206 de la Ley Orgánica del Poder Judicial –que de acuerdo con el artículo 80 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional que ampara la aplicación de la LOPJ en materia de renuncia y desistimiento– dice así: «Cuando el ponente no se conformare con el voto de la mayoría, declinará la redacción de la resolución, debiendo formular motivadamente su voto particular. En este caso, el presidente encomendará la redacción a otro magistrado y dispondrá la rectificación necesaria en el turno de ponencias para restablecer la igualdad en el mismo».
Arrebatar la ponencia
Sin embargo, la costumbre en el Tribunal Constitucional es que el ponente no renunciaba en el supuesto de que no coincidiera con la mayoría. Éste se encargaba de elaborar un borrador en el que se recogiese el criterio mayoritario y la ponencia inicial la convertía en un voto particular. Esto es lo que han hecho la mayoría de los magistrados en la Corte de Garantías hasta el momento y Arnaldo, como el resto de sus compañeros, puede acogerse a este modelo.
Pero, según ha podido saber este periódico, Pumpido defiende que, a su juicio, «lo más recomendable» es que el magistrado Arnaldo decline a la ponencia. «Es muy difícil que pueda elaborar una sentencia consolidada y argumentar los detalles jurídicos en la misma si no cree en lo que defiende», ha manifestado el presidente a su entorno más cercano.
Sin embargo, otras fuentes consultadas explican que «el verdadero interés de Pumpido es nombrar a un magistrado afín al PSOE para que redacte una sentencia sobre una ley aprobada por el Partido Socialista». El ponente podría ser incluso el propio Cándido Conde-Pumpido, porque el presidente suele asumir las ponencias de aquellos magistrados que renuncian a las mismas. Pero en este caso, con el fin de evitar un escándalo mayúsculo –puesto que Pumpido fue fiscal general del Estado con Zapatero– y para dotar de cierta imparcialidad al órgano de garantías, el presidente le encomendaría esa tarea a una de sus personas de confianza, según explican a este periódico fuentes internas del Constitucional.
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