La preocupación de los ‘pedristas’: no lograr imponerse en el congreso del PSOE

Pedro Sánchez-Susana Díaz-PSOE-Mariano Rajoy
Susana Díaz y Pedro Sánchez.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

En los cálculos de los partidarios de Pedro Sánchez hay una piedra que admiten les preocupa: el congreso que el PSOE celebrará inmediatamente después a las primarias.

Los ‘pedristas’ creen que la demostración de apoyo desde las bases permite deducir que la candidatura de Sánchez se impondría en las votaciones a la secretaría general, en manos de la militancia. Pero cosa bien distinta es el congreso, ya en manos de los delegados, y del que dependen órganos clave como el Comité Federal, la Comisión Federal de Ética y Garantías, la línea política del partido o la misma Ejecutiva del líder electo. Según los Estatutos, el congreso federal debe reunirse cada tres o cuatro años, esto es, en 2017.

Controlar esos órganos significa asegurarse en la práctica el poder del partido. Basta ver, por ejemplo, el convulso Comité del 1 de octubre que acabó en la dimisión de Pedro Sánchez o del que vetó los planes del mismo secretario general para emprender una política de pactos con Podemos o los nacionalistas.  El Comité pone coto en realidad a los planes del líder de turno, convoca las primarias y elige el candidato a la presidencia, entre otros.

El control del congreso se determina mediante delegados, los representantes capacitados para participar y votar en ese cónclave. Los ‘pedristas’ asumen que la mayoría de esos delegados estarían con Susana Díaz o con la línea ‘oficialista’. Sin ir más lejos, la federación andaluza es la que más aporta numéricamente: 241 de 1.o19 en el último congreso, en 2014.

Por eso, la reunión de este martes tenía, más allá de cerrar filas con Sánchez, el propósito de sondear el músculo territorial del que dispondría su candidatura.

Y por eso, entre los asistentes, 68, se encontraban diversos cuadros medios territoriales, procedentes de todas las comunidades, como la senadora asturiana Luisa Carcedo, el secretario de Organización del PSOE navarro, Santos Cerdán, el leonés Ibán García del Blanco, el ex presidente de la Diputación de Cádiz Rafael Román o los alcaldes de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez Salas; Xirivella (Valencia), Michel Montaner o Dos Hermanas (Sevilla), Quico Toscano.

En palabras de los convocantes, estaban representados «todos los territorios», también Cataluña, a título personal, por el ex diputado, Román Ruiz, ya fuera de la política activa. Las bajas más destacadas fueron las de Susana Sumelzo y Odón Elorza, por no encontrarse en la capital.

«Era una verdadera prueba de fuego para ver si tenemos estructura en los territorios para conseguir los delegados en el Congreso, porque si eso ocurre, sí estamos preparados», explica uno de los presentes. La conclusión fue positiva, aseguran, aunque admiten su preocupación por las dificultades de sumar mayorías. 

Mientras sus afines hacen cálculos, Sánchez se resiste a aclarar si optará a la secretaría general. El ex líder del PSOE, al tanto de esta reunión y permanentemente informado, tenía intención de aplazar el anuncio hasta que el congreso estuviese convocado. O, al menos, hasta que su potencial adversaria, Susana Díaz, diese un paso definitivo.

No obstante, parece que la presión de los últimos días podría precipitar ese anuncio, que sus afines sitúan en las primeras semanas de enero. «Antes del comité federal», sostiene uno de los asistentes al encuentro de este martes y que hace unos días pudo constatar buen ánimo en Sánchez.

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