Sánchez se pone ciego a vino y jamón mientras su Gobierno persigue su consumo
Pedro Sánchez se ha dado un homenaje de vino, jamón y queso en Feria Nacional del Vino que se celebra en Ciudad Real. Hasta ahí todo normal, si no fuera porque así se ha pasado por el forro las recomendaciones de su propio Gobierno, que entiende que los hábitos saludables no son compatibles con el jamón y el vino.
Poco ha parecido importarle a Sánchez los ataques del Ministerio de Consumo de Alberto Garzón a la carne, ni nueva Estrategia en Salud Cardiovascular del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que recomienda que se excluya el alcohol de los menús en establecimientos de restauración o que no se fume en los domicilios particulares.
Pedro Sánchez ha comido con gusto el jamón que le iba llegando de en las bandejas y ha bebido también complaciente y con una sonrisa al menos una copita de vino.
Precisamente, esa decisión de excluir al vino de los menús en la restauración, ha motivado que Pedro Sánchez haya sido recibido con unos sonoros abucheos y tremenda pitada a su llegada a la feria.
El presidente del Gobierno ha acudido al evento acompañado también por la ministra de Industria, Comercio y Turismo; Reyes Maroto; el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación; Luis Planas; la ministra de Política Territorial y Portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, y la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant.
Recordemos también cómo Pedro Sánchez dejó en ridículo a su ministro Garzón cuando soltó aquel, «A mí, donde me pongan un chuletón al punto… ¡eso es imbatible!», después de los ataques del ministro de Consumo, que la valieron los reproches de uno de los sectores más destacados y reconocidos de España.
Pedro Sánchez tuvo que terciar desde Lituania, donde se encontraba de viaje oficial, en la polémica generada por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, con su recomendación a los españoles de que coman menos carne porque «perjudica a nuestra salud individual y a nuestro planeta».