Mónica García pide medir la diversidad étnico-racial y de género en obras de teatro en Madrid

Más Madrid, la formación liderada por Mónica García, quiere que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ponga en marcha un Observatorio madrileño de la Cultura que se encargaría, entre otras cosas, de medir la diversidad étnico-racial y la igualdad de género en producciones culturales como obras de teatro.

Esta nueva entidad pública que Mónica García ha propuesto crear al Ejecutivo autonómico a través de una proposición no de ley (PNL) elaboraría «informes periódicos» sobre el estado de la cultura en la región, analizando cuestiones como las anteriormente mencionadas y la «participación y necesidades culturales de la ciudadanía», así como «cualquier otro aspecto relevante para mejorar la política cultural regional».

La exposición de motivos de la iniciativa afirma que «en la Comunidad de Madrid no existen instancias donde evaluar las políticas culturales puestas en marcha, careciendo a su vez de un sistema de indicadores que permita una evaluación precisa de los impactos de la cultura en la región madrileña, lo que dificulta la toma de decisiones y limita la capacidad de medir el impacto real de las políticas culturales, así como poder obtener una radiografía real de la situación de la cultura».

La portavoz de Cultura de Más Madrid, Jazmín Beirak, que ha sido la encargada de presentar la propuesta, afirma que la formación entiende la política cultural como «una política de primer orden, no como un elemento decorativo o que da color a la acción de un gobierno, que es el lugar que suele ocupar».

Aunque en el caso del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso la política cultural sí parece ocupar un papel predominante con acciones como el recientemente celebrado Festival de la Hispanidad, que ha quintuplicado el número de asistentes con respecto a la primera edición, según los datos revelados por el Ejecutivo autonómico.

Así, según informó este lunes la propia presidenta madrileña durante su viaje institucional a la ciudad estadounidense de Nueva York, el número de participantes ha superado los 560.000 en su tercera edición, mientras que la primera –hace dos años– contó con unas 100.000 personas, y en la segunda edición, el año pasado, hubo 250.000 asistentes.

Sin embargo, para los de Mónica García es esencial considerar «no sólo los indicadores de ocupación o retorno económico, sino también aquellos que reflejen los impactos culturales y sociales» en cuestiones como, por ejemplo, las obras de teatro en Madrid.

«Esto implica la necesidad de desarrollar sistemas de indicadores concretos y específicos para la cultura, que midan aspectos como la participación ciudadana en la cultura, la promoción de la diversidad cultural y la inclusión, la estimulación de la innovación cultural, así como los efectos de la cultura en áreas cruciales como la educación, la salud y el bienestar, la cohesión social, el impacto medioambiental y el equilibrio territorial», agregan.

De este modo, apostilla, si prospera la iniciativa presentada por el grupo parlamentario de Más Madrid en la Asamblea, «al abrazar esta perspectiva más completa, las políticas culturales podrán adaptarse de manera más efectiva a las cambiantes necesidades y demandas de la sociedad, promoviendo así un enriquecimiento profundo y significativo de la vida cultural y social».