Moncloa blinda como «secreto de Estado» el consumo de combustible del Falcon en plena crisis energética
Sánchez trata como «materia clasificada con máxima protección» la contaminación de sus viajes en Falcon
El plan de «ahorro energético» no limita el uso del Falcon pero pide a los españoles que compartan coche
Montero dice que usa el Falcon porque el Ejército «traslada a autoridades desde hace varias décadas»


Nuevo ejercicio de opacidad del Gobierno. El consumo de combustible del Falcon y del Super Puma, las dos aeronaves del Ministerio de Defensa utilizadas de manera recurrente por Pedro Sánchez es, según Moncloa, una «materia clasificada con el máximo grado de protección». El presidente socialista se escuda en la ley franquista de Secretos Oficiales para eludir una batería de preguntas sobre el consumo de estos aparatos del Ejército, a los que recurre para sus viajes, oficiales y privados.
El diputado del Grupo Mixto Pablo Cambronero se dirigió al Ejecutivo para interesarse por el acuerdo, aprobado recientemente en el Consejo de Ministros, para la distribución de combustible para aeronaves militares por importe de 12,4 millones de euros.
«Evidentemente, el combustible va a ser usado por las aeronaves que más vuelan en el Ejército del Aire: los aviones Dassault Falcon y el Airbus 310, usado por el presidente del Gobierno y todos los ministros para sus viajes privados», observó el parlamentario en su pregunta.
El diputado preguntó al Gobierno por «las horas de vuelo que han ejecutado las aeronaves del Ejército del Aire», además de los «litros de combustible» que se prevé adquirir con esta partida.
«Este aumento en el gasto en combustible para aeronaves, evidentemente provocado por el gasto producido en los desplazamientos de los miembros del Gobierno, ya que son las aeronaves que más vuelan, ¿es procedente, sostenible y ecológico?», concluía en su pregunta a Presidencia.
En su respuesta, a la que ha tenido acceso OKDIARIO, el Gobierno sostiene que, «en virtud de la Ley de Secretos Oficiales», «tanto los informes sobre movimientos de aeronaves militares como los planes de protección de autoridades y pasajeros sometidos a la misma, y, en concreto, los informes y datos estadísticos sobre movimientos de fuerzas, buques o aeronaves militares, deben tratarse como materia clasificada con el máximo grado de protección».
Contaminación
No es la primera vez que Moncloa se escuda en esta ley, que ahora quiere reformar, para eludir sus obligaciones de transparencia.
Como reveló OKDIARIO, el Gobierno también considera que el impacto de contaminación que genera el uso indiscriminado del Falcon por parte del presidente socialista tiene la condición de «materia clasificada» altamente protegida.
No obstante, el asunto adquiere ahora, si cabe, un mayor simbolismo, en la medida en que desde el Gobierno se exigen esfuerzos de ahorro energético a los españoles ante el recorte de suministro del gas ruso.
El plan de «ahorro energético» aprobado recientemente por el Gobierno no incluye limitación alguna del uso de las aeronaves al servicio del presidente y los ministros, pero sí insta a los funcionarios y trabajadores de empresas privadas a desplazarse en medios «eficientes», incluyendo incluso el uso «compartido» de vehículos.
El abuso de las aeronaves por parte de Sánchez ha sido criticado en multitud de ocasiones por suponer un gasto excesivo en un contexto de crisis como el actual. El presidente socialista, por ejemplo, recurre de forma habitual al helicóptero Super Puma para realizar el trayecto entre Moncloa y la base aérea de Torrejón de Ardoz, una distancia de apenas 26 kilómetros.
No sólo Sánchez hace uso de estas aeronaves. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ya respondió en el Congreso sobre su polémico viaje a EEUU a bordo del Falcon porque es «el transporte aéreo de autoridades del Estado desde hace varias décadas». De esta forma, alegó Montero, «se proporciona seguridad y operatividad a estos desplazamientos».
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