Moncloa se autoincrimina ante el juez: Cristina Álvarez no podía ejercer de secretaria de Begoña Gómez
Presidencia del Gobierno nombró a Cristina Álvarez directora de Programas de La Moncloa


Cristina Álvarez, la directora de Programas de Presidencia del Gobierno e imputada en el marco del caso Begoña no podía ejercer como asistente personal de la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. Las funciones reservadas a este puesto, adscrito directamente al gabinete de Pedro Sánchez, no incluyen ninguna labor asistencial de ese tipo. Y así lo admite indirectamente Moncloa en un escrito remitido al juez Juan Carlos Peinado. En respuesta al requerimiento sobre el cargo y funciones de Álvarez, la Presidencia del Gobierno contesta que «los puestos de trabajo en la Administración General del Estado no tienen normativamente funciones asociadas de forma directa» y que «las tareas que realiza Doña María Cristina Álvarez en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno son las propias del centro directivo y la unidad a la que se adscribe el puesto de trabajo». Y esas funciones, añade, figuran en el real decreto 890/2023 de 27 de noviembre por el que se aprueba la estructura de la Presidencia del Gobierno, que se incorpora como anexo en el escrito remitido al magistrado.
Así, considerando que el puesto concreto de Cristina Álvarez está adscrito al Gabinete de la Presidencia del Gobierno, las funciones que le corresponderían, de acuerdo a ese real decreto, serían las siguientes: «Proporcionar al presidente del Gobierno la información política y técnica que resulte necesaria para el ejercicio de sus funciones»; «asesorar al presidente del Gobierno en aquellos asuntos y materias que este disponga»; «conocer los programas, planes y actividades de los distintos departamentos ministeriales, con el fin de facilitar al presidente del Gobierno la coordinación de la acción del Gobierno»; «realizar el estudio y seguimiento de todos los programas y acciones de la Unión Europea que tengan incidencia en las políticas públicas del Estado, proporcionando la información necesaria para la toma de decisiones europeas»; «conocer las políticas y programas públicos adoptados y desarrollados por los gobiernos de las comunidades autónomas, a fin de facilitar la cooperación y la cogobernanza en todas aquellas materias que demanden acción concurrente y concertada»; «facilitar la comunicación con la ciudadanía y atender y dar respuesta a todas aquellas sugerencias, quejas e informaciones que se dirijan al Presidente del Gobierno»; «asistir al presidente del Gobierno en los asuntos relacionados con la política nacional, la política internacional y la política económica»; «asesorar al presidente del Gobierno en materia de Seguridad Nacional» y «realizar aquellas otras actividades o funciones que le encomiende el presidente del Gobierno».
Salvo en esta última excepción, que implicaría directamente a Pedro Sánchez, ninguna de las anteriores se ajustaría a las labores que ejerce Cristina Álvarez, quien actúa de secretaria personal de Begoña Gómez en sus actividades públicas, pero también privadas.
Pese a lo establecido por decreto, Moncloa, en otra nota remitida al juez, apunta que Cristina Álvarez «desempeña tareas de colaboración inmediata, de carácter logístico y organizativo en el marco de la atención a la esposa del presidente del Gobierno, en las que predominan las notas de afinidad inherentes a la confianza».
Tales tareas comprenden «la gestión de la agenda y la preparación de la presencia en reuniones, visitas y/o eventos, la gestión y administración de las comunicaciones, la asistencia telefónica y documental, el acompañamiento en desplazamientos y la interlocución y coordinación con los equipos de protocolo, seguridad, asuntos exteriores y resto de departamentos implicados en la organización de actos y viajes del presidente del Gobierno o derivados de su propia agenda».
«Colaboradora»
Sin embargo, como reveló OKDIARIO, Álvarez llegó a definirse incluso como «colaboradora» de la cátedra de Transformación Social Competitiva que Gómez dirigía en la Universidad Complutense. Así consta en concreto en uno de los correos electrónicos que forman parte de la documentación del caso, en el que la directora de Programas de Presidencia del Gobierno responde a una comunicación previa de la Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación (OTRI) de la Complutense sobre los trámites para realizar la inscripción de la plataforma para empresas que se desarrollaba en el marco de la cátedra. Este mail revela además que Álvarez se ocupaba directamente de cuestiones relacionadas con la actividad académica de Begoña Gómez.
La investigación ha desvelado, asimismo, que esta directora de Moncloa se ocupaba incluso de pedir fondos a los patrocinadores de la cátedra. «Me dice Begoña que te traslade que le encantaría que sigáis como patronos de la cátedra, aunque sea con una cantidad inferior. Dispuestos a colaborar con vosotros en lo que necesitéis», escribió Álvarez a la directora de Comunicación de Reale.
Además, se ocupó de organizar distintos actos de la cátedra, como un multitudinario evento en el Ifema. La propia defensa de la esposa de Pedro Sánchez aportó distintos correos electrónicos al juez Peinado en el que se confirmaba esta vinculación. En los mails intercambiados con la Complutense, Álvarez figuraba como destinataria.
En su anterior declaración ante el juez, como testigo, Cristina Álvarez reconoció que se ocupaba de «la agenda institucional y privada» de la esposa de Pedro Sánchez, lo que incluía actividades como protocolo, seguridad o la gestión de los billetes de viajes.
Álvarez fichó por Moncloa tras ganar Pedro Sánchez la moción de censura en junio de 2018. Apenas un mes después, el 16 de julio, ya estaba trabajando para la mujer del presidente. Fue la propia Begoña Gómez, con la que mantenía una estrecha relación desde que trabajaron juntas en la consultora Inmark, la que se puso en contacto directo con ella mediante una llamada telefónica para ofrecerle un puesto «de confianza».
La esposa del dirigente socialista alegó que «le habían comentado que podía tener una persona de confianza y asesoramiento, y que le gustaría que fuera ella». Gómez le dijo que así se había hecho en anteriores ocasiones con las esposas del presidente del Gobierno, algo que no es cierto, pues nunca un cargo de Moncloa se ha implicado en los negocios de la cónyuge del presidente. Ante el juez, Álvarez afirmó también que reporta directamente a la esposa de Sánchez, que fue la persona «que la contrató».
En un principio, el juez descartó imputar a la asistente, pero este febrero cambió su situación procesal para investigar su presunta participación en hechos que podrían ser constitutivos de delito.