España
Elecciones 23J

Medio millón de votos, 3 líderes y 11 años después: así remontó el PP a ERC y Junts en Cataluña

Por primera vez desde el inicio del procés, en septiembre de 2012, el Partido Popular ha logrado más votos que ERC y Junts en Cataluña. Un éxito electoral sin paliativos que ha quedado algo desdibujado por el resultado global de las elecciones. Cataluña ha dejado de ser tabú para un PP legitimado por las urnas con más votos -casi medio millón- que los dos grandes partidos separatistas. El mejor resultado de este 23J para los populares catalanes se ha registrado en Barcelona. Allí, la candidatura amparada por Alberto Núñez Feijóo ha pasado de 2 a 6 escaños, una subida de cuatro parlamentarios y de seis puntos porcentuales respecto a los resultados de 2019.

Alicia Sánchez Camacho, Xavier García Albiol y, actualmente, Alejandro Fernández han sido los tres presidentes del PP catalán que más duro han tenido que combatir políticamente un secesionismo en auge. Sus etapas al frente del partido en Cataluña han coincidido con los años más complicados del procés. Ahora, por primera vez desde 2011, Génova ha logrado doblegar al nacionalismo en las urnas.

«En Barcelona, nuestro objetivo es llegar a 3. Queremos soñar y pensar que llegaremos a 5», confesaron, en abril, fuentes del PP a OKDIARIO. El pasado domingo, Feijóo no sólo logró esos cinco escaños en la Ciudad Condal, sino que rascó otro parlamentario en la circunscripción de Tarragona. Así, el PP ha pasado de tener dos diputados nacionales a lograr seis representantes en el Congreso de los Diputados en Cataluña.

El pasado 30 de mayo, tras el 28M y la convocatoria de elecciones generales, ERC anunció que pretendía conformar un frente democrático contra la «catalanofobia» del PP. Las acusaciones de los nacionalistas hacia los populares no quedaron ahí. El 2 de julio, en una evidente escalada verbal, Esquerra anunció que su objetivo era el de frenar al PP, «los enemigos de Cataluña». «Si nosotros somos catalanófobos y enemigos de Cataluña, pero nos han votado más que a ERC y Junts, ¿en qué les convierte esto a ustedes?», preguntó Alejandro Fernández, presidente del PP catalán, a los separatistas en sesión plenaria este miércoles.

Durante el 28M, el PP logró la mayoría absoluta en Badalona, se quedó a uno de ella en Casteldefels -donde gobierna- y se convirtió en el partido clave para la conformación del Ayuntamiento de Barcelona. Allí, y a cambio de nada, los de Feijóo han dado su apoyo al PSOE para dejar fuera de la ecuación a Ada Colau y a Xavier Trias. Todo un estoconazo al secesionismo y al populismo. Dos meses después, se ha confirmado que las buenas sensaciones registradas por el PP en Cataluña no eran, ni mucho menos, un espejismo.

Efecto Feijóo

El Partido Popular lleva años dando la batalla al independentismo. En algunos casos, lo ha tenido que hacer a la sombra de Ciudadanos. Pero, en los últimos años, el PP ha sido el gran partido que ha liderado la causa constitucionalista en Cataluña. El 23J ha sido la constatación de la evolución de los de Génova desde el procés en lo que a elecciones se refiere. Una de las claves para obtener este resultado ha sido el perfil de Alberto Núñez Feijóo. Tras estar durante cuatro legislaturas al frente de Galicia, otra región histórica con idioma propio, el líder del PP ha sido acogido en parte de Cataluña como un candidato más transversal que sus predecesores.

«El votante tradicional del PP en Cataluña quiere estabilidad y una gestión real, al que han echado de menos en los últimos años en los que se ha impuesto la propaganda ‘indepe’ a la gestión de las instituciones», aseguran fuentes populares. A esto hay que añadir que la apuesta de Feijóo por una sana convivencia entre castellano y gallego es una postura que lejos de crear rechazo, ha sumado adeptos en Cataluña, entienden en Génova. A este escenario, recuerda el PP, hay que sumar la capacidad que ha tenido el PP a la hora de absorber los restos de C’s.

Constitucionalismo

El PSOE de Salvador Illa también ha experimentado un importante crecimiento durante el 23J. Dos resultados que en el PP catalán entienden como «una oportunidad histórica» para «acabar con el procés».

Este 23J, el PP ha mejorado sus resultados en Cataluña 5 puntos, con cuatro escaños más que en 2019. El PSC de Illa, ha experimentado en las generales un aumento de 12 puntos, con 7 escaños más que en las anteriores elecciones. Un ‘sí’ rotundo al constitucionalistas, según el PP. Con estos datos en la mano, el popular Alejandro Fernández considera que la ocasión es «histórica» para «acabar con el Procés».

«Señor Illa, tenemos una oportunidad histórica. Una ocasión que pasa por dos escenarios. El primero, acabar con la influencia de los separatistas en Madrid y no dándoles la llave. El segundo sería mandarlos aquí a la oposición», defiende Alejandro Fernández. Para alcanzar estos dos resultados, el PP propone dos fórmulas. Para alejarlos del Congreso, los populares han pedido al PSOE que permitan una investidura a Feijóo.

Mucho mayor es el órdago que Alejandro Fernández lanza al PSOE para intentar dejar al nacionalismo catalán en la oposición del Parlament. «Podemos trabajar en una alternativa no nacionalista en Cataluña. Y lo reconozco, probablemente estaría liderada por usted (Illa). Si se fija, por primera vez dan los números. Si cree que ERC y Junts le van a regalar la presidencia de la Generalidad es que no ha entendido nada».

El PP tiende de esta manera su mano al PSOE catalán para intentar configurar un Gobierno autonómico constitucionalista, que mande a la oposición a ERC y a Junts. No obstante, el popular Alejandro Fernández no ha podido esconder su temor de que Salvador Illa vuelva a plegarse y a anteponer los intereses de Pedro Sánchez a los de Cataluña. «Usted ya ganó unas elecciones autonómicas. Y ha vuelto a obtener un gran resultado en éstas. Enhorabuena. Pero mucho me temo que va a preferir usted seguir siendo rehén de Pedro Sánchez para que le utilice como moneda de cambio con los nacionalistas para mantenerse él en el poder».

Alejandro Fernández ha mostrado su «temor, por desgracia» a que el constitucionalismo catalán pierda «una gran oportunidad» de lograr, por primera vez, un Gobierno en Cataluña sin representación nacionalista. Como la fe es lo último que se pierde, Fernández ha invitado a Illa a, al menos, reflexionar sobre todo ello.