Marlaska condecora a la directora de la cárcel que aprobó el acercamiento del sanguinario etarra Parot
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha presidido este viernes en Córdoba el acto por la festividad de La Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias. Un acto en el que los sindicatos de funcionarios de prisiones le han dado plantón y en el que Grande-Marlaska ha entregado una serie de condecoraciones. Entre ellas, una Cruz del Mérito Penitenciario a Henar García, directora de la prisión de León, que fue quien presidió la junta de tratamiento que aprobó hace unas semanas el acercamiento al País Vasco del sanguinario pistolero de ETA Henri Parot, con 39 asesinatos a sus espaldas (aunque se le relaciona con 82 muertes). Un acercamiento por «buena conducta» que funcionarios de la propia prisión ven «impostado»: sigue sin pedir perdón ni colaborar con la justicia.
Entre los terroristas Parot y Txapote, ambos acercados al País Vasco este mes de septiembre por el Gobierno, suman 53 asesinatos (confirmados). Y ambos tienen similitudes en el periplo carcelario que han recorrido en los últimos años hasta acomodarse en una celda bajo tutela del Ejecutivo de Iñigo Urkullu: en apenas año y medio han pasado de ser máximos exponentes de la dispersión a escenificar el fin de esta.
Tanto Parot como Txapote comenzaron 2021 en cárceles de Andalucía -Cádiz y Huelva, respectivamente-, en régimen de aislamiento e incluidos en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES-3) reservado a presos peligrosos procedentes de bandas armadas. Y van a terminar 2022 cumpliendo pena bajo el desahogado modelo vasco a pocos kilómetros de sus domicilios. Ninguno de ellos ha pedido perdón a sus víctimas. Tampoco han colaborado con la justicia para esclarecer los crímenes sin resolver de ETA.
Aun así, en el Ministerio del Interior y en Moncloa consideran que ambos presos son representativos de esa «metamorfosis» con la que se busca blanquear el fin de la dispersión y reducir el coste político que supone satisfacer las exigencias de EH Bildu. Un ejemplo de su modelo de reinserción. Y ese, dicen fuentes de Instituciones Penitenciaras, es uno de los motivos por los que este viernes se ha condecorado a Henar García, la directora de la cárcel en la que Parot ha cumplido el último año y medio de prisión.
El ‘milagro’
Para entender la historia que relatan las fuentes penitenciarias a OKDIARIO hay que remontarse al 16 de marzo de 2021, día en que García asumía su puesto como nueva directora de la prisión de Villahierro (León). Tan sólo diez días después, el 26 de marzo de 2021, el centro penitenciario recibía a un nuevo huésped: Parot.
Interior decidió su traslado desde la prisión El Puerto III (Cádiz), donde Parot se había ganado la fama de ser un preso conflictivo. No respetaba la legalidad penitenciaria y cumplía a regañadientes las órdenes que le daban los funcionarios. Comentaba sin pudor detalles escabrosos de sus asesinatos, sobre los que parecía no tener el menor remordimiento. A sus 63 años no tenía, decían, interés alguno en someterse a la reinserción.
Sin embargo, pese a ese perfil, Parot es reconducido en León a un módulo de respeto. El 7. Allí compartía el día a día con otros etarras, a los que la prisión les encargó tareas de limpieza. El régimen, explican las fuentes consultadas, era mucho más benévolo que el que había tenido en Cádiz y en cárceles anteriores. Parot no se metió en problemas en un año y medio, en el que dicen que se dedicó principalmente a la lectura, y finalmente le llegó el premio: la junta de tratamiento de León -presidida por la directora del centro ahora condecorada- determinó que era apto para ser trasladado al País Vasco. Algo que ocurrirá esta próxima semana.
«Una pantomima»
Lo que para Interior es una historia de éxito y reinserción, para los funcionarios que han estado cerca de Parot en León ha sido «una pantomima». «Parot llegó con la promesa de que, si no se metía en líos, en un año le mandarían para el País Vasco. Si te portas bien, te premiamos». Para alguien que lleva desde 1990 pasando de celda en celda, «un año de buen comportamiento es más que razonable». Estas fuentes no muestran dudas en señalar que el buen comportamiento que esgrimió la prisión para trasladarse «es impostado». Constatan que en este tiempo ni ha pedido perdón a las víctimas ni ha colaborado con la justicia.
Sin embargo, ha sido este ‘éxito’ de Interior el que, dicen, le ha valido a la directora de la prisión la condecoración de manos de Grande-Marlaska. Le fue entregada en el acto de La Merced de este viernes, en el que Interior ha insistido en reivindicar su modelo de reinserción -pero sin citar a ETA-.
«Reinserción»
En ese acto, el ministro del Interior ha destacado la importancia de los programas de reinserción de internos mediante su tratamiento en prisión. “Son un referente internacional, clave para que los reclusos regresen a la sociedad en mejores condiciones que cuando entraron en prisión”, ha asegurado.
Además, ha señalado que «la reinserción es el fin último de la institución, pero sabemos que no es un camino fácil el que reintegra a un recluso en la sociedad de hoy».