La pugna en el PSOE para proponer candidatos al TC provoca malestar entre los jueces

El proceso de renovación de cuatro plazas del TC ha generado malestar entre los magistrados propuestos por el PSOE.

Los candidatos designados por el partido en varias CCAA han quedado en una situación incómoda frente a los dos aspirantes que respalda la Gestora, Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer y que, por tanto, parten en una situación ventajosa para ocupar dos de las cuatro vacantes que corresponden al PSOE en el alto tribunal.

Previsiblemente, los cuatro magistrados serán elegidos en el Pleno del Senado del próximo 7 de marzo, de entre los 15 candidatos que, en este tiempo, han ido presentando los distintos parlamentos autonómicos. Todos ellos, según ha certificado la Mesa del Senado, cumplen los requisitos formales para ser aspirantes.

Siguiendo el proceso de designación, los candidatos autonómicos habrán de comparecer ante la Comisión de Nombramientos del Senado entre el día 28 de febrero y el 1 de marzo, para exponer su currículum y méritos para aspirar al cargo. Esta comisión hará una propuesta de cuatro nombres al Pleno, que en su sesión del 7 de marzo tendrá que decidir por tres quintos de los votos. Esta mayoría reforzada exige que al menos PP y PSOE tengan que apoyar la elección de los magistrados.

Acuerdo cerrado

De hecho, fuentes de ambos partidos dan por cerrado ya el acuerdo para que cuatro de sus candidatos sean finalmente los elegidos. Se trata de Ricardo Enríquez y Alfredo Montoya, por parte del PP, y de Balaguer y Conde-Pumpido, por el PSOE. Los tres primeros se daban ya por seguros y el último, el exfiscal general del Estado, provocaba recelos en el PP para que ocupase el cuarto lugar, un puesto que suele reservarse a un candidato de consenso.

No obstante, según fuentes cercanas a la negociación, ese acuerdo incluiría ya a Conde-Pumpido como cuarto magistrado. Un gesto del PP al PSOE en un momento sensible de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. Ese pacto ha provocado una visible incomodidad entre los candidatos propuestos por los socialistas,  al margen de la Gestora, y que, pese a todo, tendrán que defender su candidatura en el Senado.

En el caso del PP prácticamente todos los Parlamentos autonómicos, excepto Galicia, han tenido unanimidad para proponer a Ricardo Enríquez y Alfredo Montoya.  Pero en el caso del PSOE la disparidad ha sido total, y a la candidata oficial, María Luisa Balaguer, se han sumado otros siete propuestos por los grupos socialistas de los distintos parlamentos regionales.

Aunque fuentes de la judicatura consultadas por este diario asumieron que es habitual que los partidos den indicación de sus candidatos, no lo es la vía utilizada en este caso, vía correo electrónico. “Es un escándalo, que pone en evidencia la dependencia de las personas de los partidos que los proponen”, admitieron.

El proceso de renovación del TC reveló además la pugna interna en el PSOE por hacer valer a sus candidatos, ignorando estas indicaciones.