Un juez absuelve a los radicales de la CUP que asaltaron la sede del PP en Barcelona


Un juez sustituto, no el titular, absuelve a los radicales de la CUP que asaltaron la sede del PP en Barcelona. El juzgado de lo Penal 17 de Barcelona ha absuelto a los seis militantes de la organización independentista radical ARRAN acusados de desórdenes públicos durante el asalto a la sede del PP en una protesta de 2017. El juez considera que no se trata de un delito de desórdenes, sino de «molestias» derivadas del ejercicio de su derecho a manifestarse contra un rival político.
La sentencia, a la que ha tenido acceso OKDIARIO, considera probado que al menos uno de los acusados sí entró en la sede del Partido Popular y junto a otros permaneció durante unos veinte minutos en el vestíbulo del local, colocando adhesivos en las paredes y pintando una bandera con spray, «dificultando la normal entrada y salida de personas de la sede popular».
Sin embargo, el juez, considera que a tenor de los hechos probados no hubo violencia, ni la actuación de los acusados entra dentro del tipo delictivo de los desórdenes públicos ya que no alteraron la paz social aunque provocaron «inconvenientes y molestias» a los trabajadores, simpatizantes, militantes o cualquier persona relacionada con el PP. Igualmente, el juez señala que los daños materiales fueron escasos y que todos los hechos entran dentro del ejercicio del derecho de reunión y manifestación contra la actuación de un rival político. Señala, el juez, que los manifestantes se fueron voluntariamente tras el primer requerimiento de la Policía.
Tampoco ve, la sentencia, responsabilidad de los acusados en los daños que sufrió el PP en su sede por valor de 1.391 euros, a los que no ha renunciado pese a que se retiró como acusación en la causa. La sentencia no les considera responsables porque los ha absuelto.
Tampoco ha querido acusar el juez a exdiputado de la CUP David Fernández por un delito de falso testimonio. Fernández, testigo de la defensa, manifestó que mientras estaba en la puerta de la sede no vio entrar a nadie en su interior, a pesar de que las cámaras de seguridad muestran precisamente lo contrario.