Entrevista al secretario general del PSOE en la Comunidad de Madrid

Juan Lobato: «Se puede ganar a Ayuso dentro de año y medio»

Reconoce que Ayuso ilusionó al electorado el 4M: "El PSOE de Madrid de actualizarse"

"En Madrid no hay dumping fiscal pero sí una política agresiva de privilegios fiscales para las rentas más altas"

Apoya la reforma educativa de Pilar Alegría y no percibe malestar social contra el gobierno de Pedro Sánchez

"La sanidad madrileña está en una situación bastante grave"

Vea completa la entrevista a Juan Lobato en Hoy Responde

Juan Lobato: "¿Zapatero o Sánchez? Mi referente en el PSOE es Javier Solana"

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«Claro que se puede ganar a Ayuso dentro de un año y medio». Juan Lobato cuenta por días el tiempo que queda para las próximas elecciones autonómicas: 550 días. El nuevo secretario general del PSOE en la Comunidad de Madrid (PSOE-M) lo dice con absoluta convicción, sin euforia, con frialdad, en una entrevista en HOY RESPONDE de OKDIARIO. Y pone su propio ejemplo: «Yo vengo de Soto del Real donde el 50% votaba al PP». Lobato fue concejal 12 años en la oposición hasta que en 2015 («por once votos», recuerda) ganó la alcaldía y en 2019, ya como alcalde, arrasó con un 60%.

Juan Lobato deja claro que el objetivo es ganar a Ayuso: «Ese es el objetivo. Yo me he presentado a secretario general con el objetivo de que el PSOE compita en 2023 y consiga el cambio en Madrid». Pero, también, que hay un paso previo, que es actualizar el partido: «Hay poco tiempo y tenemos que estar muy concentrados. Y esa tarea de cambio interno y de modernización del proyecto político es una tarea compleja que o se hace muy eficazmente o será muy difícil llegar».

Juan Lobato no cree que el PSOE en Madrid se haya quedado «anticuado», pero sí que requiere -dice- ponerse al ritmo de la sociedad madrileña: «Madrid va tan deprisa que hace falta un partido que vaya a ese ritmo, que tenga flexibilidad, permeabilidad, que sea capaz de adaptarse… Y que sea capaz de anticiparse y marcar rumbos. Eso es lo que le hará del PSOE un partido moderno en Madrid».

La presidenta, Isabel Díaz Ayuso, sacó a los socialistas el 4-M más de un millón de votos y 41 escaños de diferencia. Juan Lobato reconoce la debacle sin ambages y el mérito de Ayuso que fue -dice- aparecer «como una luz, como oxígeno, como una expectativa para salir de la situación, del hartazgo, del límite en el que vivíamos [por la pandemia], aunque luego se vea que detrás de esa luz no hay nada concreto [en referencia a Ayuso]. La gente vota por expectativa de futuro más que por lo que ha pasado».

En su ponencia política del congreso del fin se semana, los socialistas madrileños hacen autocrítica y achacan su resultado a «la inacción política y la desconexión social». Lobato reconoce que los socialistas le han perdido el pulso a la sociedad madrileña, «especialmente en los menores de 40 que son las franjas más dinámicas de la población precisamente y en las mujeres entre los 30 y 45 años». Mujer y cercana a esa edad, Mónica García, de Más Madrid, que arrebató al PSOE el escaño que ocupa el líder de la oposición en la Asamblea. Lobato tiene en ella su primera barrera a superar antes de llegar a Ayuso.

«Situación grave» de la Sanidad

Juan Lobato cree que el deterioro de la sanidad pública va a ir marcando el declive de Ayuso con una sanidad privada que se va a ir encareciendo para ese 40% de madrileños que la tiene. En ello pone sus expectativas políticas. «La situación de la sanidad pública madrileña es bastante grave», dice. Afirma que «más de medio millón de personas llevan más de 18 meses esperando en listas de espera» y que los «presupuestos de 2022 llevan menos inversión pública que lo que se invirtió efectivamente en 2019 antes de la pandemia». Y que lo que más le preocupa -señala- es la «deslocalización de profesionales sanitarios y educativos que hay en Madrid porque las condiciones en Madrid son malísimas. Hay cientos de plazas de profesionales sanitarios que no se cubren porque no hay aspirantes que quieran venir a Madrid con las condiciones -repite- tan malas que tiene».

Apoya la reforma educativa de Pilar Alegría

Según Lobato, «la región más rica de España que es Madrid es la que menos invierte en educación pública y debería aspirar a tener las ratios más bajas de España y la mejor calidad educativa con robótica y programación en todos los colegios públicos tres horas a la semana». Para el nuevo secretario general del PSOE-M la educación pública madrileña muestra «enormes desigualdades». A diferencia de sus antecesores o de la ex ministra Isabel Celaá, todo apunta a que Lobato no tiene intención de criminalizar la educación concertada a la que acuden el 40% de las familias madrileñas.

El líder de los socialistas madrileños apoya la reforma educativa presentada por la ministra Pilar Alegría esta semana, que permitirá acceder a la universidad con suspensos en el Bachillerato. Lo considera «un nuevo paradigma educativo y sólo el primer paso para generar jóvenes con mente abierta, que desarrollen habilidades y que piensen -dice- ‘out of the box’ [expresión muy americana relativa a soluciones creativas, divergentes… «fuera de la caja»]».

Privilegios impositivos para ricos

Lobato, que es técnico de Hacienda, rechaza que, como algunos barones socialistas afirman, Madrid ejerza dumping fiscal. «Hablemos con propiedad», dice. Pero sí denuncia lo que llama «política fiscal agresiva de Ayuso». «Sólo el 1% de las rentas y los patrimonios más altos salen realmente beneficiados en miles de euros de sus bajadas de impuestos. El resto -dice- apenas se ahorran 5, 10 ó 15 euros».

Apoya la idea de Sánchez de imponer a Madrid la vuelta a Patrimonio y Sucesiones: «A ese 1% que se lleva los privilegios en Madrid se le puede pedir una contribución -dice- moderada y sensata frente al 99% restante». Juan Lobato presume de haber bajado impuestos al mínimo como alcalde de Soto del Real.

Pese a las imágenes de conflictos en el metal, el campo, el transporte o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Juan Lobato no percibe -dice- un ambiente de malestar social contra Pedro Sánchez ni sensación de inseguridad o falta de autoridad en las calles.

En el congreso del fin de semana, Juan Lobato sacó adelante su nueva Comisión Ejecutiva por el 76% de los votos y un, casi, 24 % de votos en blanco. El se muestra «contento» con ese apoyo en un partido, el de los socialistas madrileños, que, con distintos nombres, ha mostrado históricamente un espíritu cainita, por clanes, bastante complejo. Ahora, con el añadido de un Pedro Sánchez -desde Moncloa- «obsesionado» -dicen en la Puerta Sol- por Madrid e Isabel Díaz Ayuso.

Quedan 550 días para enfrentarse a ella si, finalmente, el propio Juan Lobato es el candidato… porque Pedro Sánchez y la militancia aún tienen que hablar. «¿No se habrá puesto usted un tic-tac en su futuro político y se lo recordarán en el partido si pierde?», le preguntamos. Y responde con tranquilidad: «Pero si no pasa nada. No es un problema de uno mismo. Aquí el reto es hacer lo mejor posible en cada momento y en cada etapa». Y repite: «Igual que Ayuso tuvo el peor resultado de la historia hace dos años… pues dentro de dos años no se sabe lo que pasará». 550 días.

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