Juan Carlos I ya está en Sangenjo para acudir a una regata

El Rey emérito ya está en España. Juan Carlos ha aterrizado en Vigo sobre las 14:00 horas de este miércoles en la que es su tercera visita desde que se trasladó en agosto de 2020 a Emiratos Árabes Unidos y solo tres días después de la celebración de las elecciones generales del 23J.

El emérito vuelve a Galicia para asistir a una regata, aunque no ha desvelado ningún detalle de su agenda ni el tiempo que tiene previsto permanecer en el país. Como en anteriores ocasiones, Juan Carlos se desplaza a Sangenjo y participar en sus regatas, de las que es aficionado y de las que ha tomado parte en sus anteriores visitas al país.

El regatista e íntimo amigo de Juan Carlos I, Pedro Campos, ha sido el encargado de recoger del aeropuerto al Rey para trasladarle a su casa de Sangenjo. Sobre las 12:20 horas ha entrado una furgoneta con marisco en su casa y a su salida la conductora se ha parado a hablar con los medios y ha asegurado que «dejó productos del mar».

Con todo, a diferencia de su última visita a Sangenjo, en el mes de abril, en las inmediaciones de la casa de Pedro Campos no hay ninguna valla que acordone la zona. Además, tampoco hay expectación de gente.

Sus últimas visitas

Su última visita a España fue el pasado mes de abril en un viaje que generó «malestar» en el Palacio de la Zarzuela, que ya tras la primera visita había pedido al padre del Rey Felipe VI más discreción en sus futuros desplazamientos.

Ya la primera visita que hizo a España Don Juan Carlos a finales de mayo del año pasado había generado enfado en la Casa del Rey, debido a la expectación con la que se siguieron todos sus movimientos durante su estancia en Sangenjo y al interés suscitado, muy lejos de la privacidad con la que había manifestado que quería que transcurrieran este tipo de desplazamientos.

Así se lo hizo ver Felipe VI en el encuentro que ambos mantuvieron en Zarzuela el 23 de mayo. Tras el mismo, la Casa del Rey le recordó a Juan Carlos en un comunicado que en su carta para notificarle que Abú Dhabi sería su residencia permanente también le había dicho que cuando visitara España quería hacerlo con «la mayor privacidad posible».

Entonces, el mensaje caló aparentemente en el emérito, ya que no regresó en junio para una nueva regata como se había adelantado, y en los meses siguientes mantuvo un inusual silencio, sin recurrir a su entorno más cercano para trasladar mensajes sobre sus intenciones o sobre su vida en el exilio emiratí.

Entonces tuvo que pasar casi un año para que Don Juan Carlos volviera a pisar suelo español, si bien en ese tiempo tuvo ocasión de verse dos veces con el Rey, en septiembre en el funeral de Isabel II en Londres y en enero en el de Constantino de Grecia, hermano de Doña Sofía.