España
PAÍS VASCO

Jon, un niño adoctrinado por los payasos proetarras: «Nos obligaban a cantar canciones de presos»

Los payasos Pirritx, Porrotx y Marimotots están siendo investigados por la Policía

Recientemente difundieron un vídeo con niños pidiendo la excarcelación de presos

Hace más de 20 años que los payasos proetarras Pirritx, Porrotx y Marimotots, que ahora están siendo investigados por la Policía, se dedican a adoctrinar a niños en el País Vasco. OKDIARIO ha podido hablar en exclusiva con Jon, un joven que sufrió en sus propias carnes a estos payasos en un campamento de verano en Segura (Guipúzcoa).

Jon, que ha preferido no salir en cámara y ha pedido que su voz sea distorsionada en esta entrevista por miedo a las represalias que pueda sufrir en el País Vasco por revelar su testimonio, relata a este periódico cómo estos monitores disfrazados de payasos trataban de inculcar a los menores el imaginario del mundo etarra.

«Nos hacían cantar canciones como Sarri, sarri -que homenajea la fuga de dos etarras de la cárcel-, pintar mapas de Euskal Herria, presoak y demás. También hacíamos teatros y todo tenía que ver con el vasco, con presos y cosas de estas», rememora Jon, que acudió a uno de estos campamentos hace veinticuatro años.

La canción Sarri, sarri, del cantante proetarra Fermín Muguruza, rememora con júbilo cómo dos reclusos condenados por pertenencia a ETA, Iñaki Pikabea, alias Piti, y Joseba Sarrionandia, alias Sarri, escaparon de la cárcel de Martutene (San Sebastián) el 7 de julio de 1985.

Muguruza (Irún, Guipúzcoa, 1963), fundador del grupo de rock radical Kortatu y coautor de Sarri, sarri, de homenaje a dicha fuga etarra, es camarada de Arnaldo Otegi, líder de EH Bildu, o lo que es lo mismo, de los herederos del brazo político de ETA y actuales socios del jefe del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez.

Jon recuerda cómo, además de obligarles a participar en este tipo de actividades, los payasos, que hacían de monitores en un campamento especialmente diseñado para niños que tenían dificultades para aprender euskera, les castigaban si les escuchaban hablar en castellano.

«Íbamos los hijos de, como lo llaman aquí, maketos, los que andábamos más flojos con el tema del euskera», señala este hijo de extremeña y zamorano, que considera que era una forma de discriminación que mandaran a estos campamentos sólo a algunos niños y a otros no.

«Todavía me acuerdo de que otro compañero, con el que jugaba al fútbol, y yo, nos apartaron más todavía, porque claro, ahí si nos pillaban hablando en castellano, nos castigaban y nos arrinconaban para hacer otras cosas», evoca.

Jon recordó su episodio con estos payasos hace ya más de dos décadas, cuando apenas tenía doce años, a raíz de que saltara a la prensa que habían participado en un vídeo que se inscribía en la campaña Giltzak (Llaves) de Sare -el colectivo de apoyo a los presos de ETA-, donde los payasos, rodeadas de menores, cantaban una canción infantil en la que se reclamaba la excarcelación de los reclusos de la organización terrorista.

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite) denunció este hecho criticando el «adoctrinamiento» que supone la utilización de niños para pedir la excarcelación de presos etarras. «Como siempre, utilizando a niños para pedir impunidad para los etarras con actitud victimista», censuró la organización después de que se difundieran los vídeos de los payasos proetarras.

Delitos de los payasos proetarras

La Ertzaintza considera que ese grupo de payasos podría haber incurrido en un posible delito de «violencia psíquica a menores». Fuentes policiales confirmaron a OKDIARIO la apertura de este expediente. No obstante, indicaron que es lo habitual que cuando alguien denuncia algo se investigue.

Además, hace unos días, el coordinador de Bildu, Arnaldo Otegi, compartió en sus redes sociales un vídeo de estos payasos proetarras para felicitar la Navidad. En el vídeo pedían a los menores que las fechas navideñas recordaran «a los que están encerrados en las cárceles».

En sus tiempos en el Ayuntamiento, concretamente el 20 de marzo de 2001, fue asesinado por ETA el concejal y primer teniente de alcalde, el socialista Froilán Elespe Inciarte. Un atentado que fue condenado en los más enérgicos términos por toda la corporación, con la única salvedad de los ediles de Euskal Herritarrok.

Estos concejales proetarras quisieron leer un comunicado aparte, desmarcándose de la condena sin ambages del resto de sus compañeros, pero se encontraron con la repulsa de los allí presentes, que comenzaron a gritarles «¡Asesinos!», «¡Sin pistolas no sois nada!» y «¡Fuera, fuera!».