Inminente dimisión de Casado y Egea

Pablo Casado y Teodoro García Egea preparan su dimisión inminente. La marcha del presidente del PP y su número dos se madura en medio de una creciente presión de barones, dirigentes territoriales, diputados, senadores y otros cargos que les exigen dar un paso al lado y convocar un congreso extraordinario para renovar la dirección del partido. En el entorno de Casado han negado que éste vaya a dimitir hoy y añaden que no está prevista ninguna comparecencia en la sede nacional.

Hasta este martes, Casado estaba dispuesto a dar la batalla por liderar el PP. Su primer movimiento, de hecho, había sido convocar la reunión de la Junta Directiva Nacional para fijar un congreso nacional tras constatar, según Génova, que contaría con un apoyo mayoritario de presidentes provinciales y también regionales. Su equipo de confianza, con García Egea al frente, había estado midiendo las fuerzas internas de las que dispondría hasta este momento.

La intención de Casado era convocar un congreso nacional -no extraordinario, como le exigían los barones-, que según los plazos establecidos tocaría en julio. Esa propuesta, en cambio, era rechazada de plano por los dirigentes territoriales, que en estos días han venido insistiendo en que la única solución para superar la intensa crisis que vive el PP era la celebración de un cónclave de manera urgente. Los presidentes regionales -a excepción de Isabel Díaz Ayuso- han sido convocados a una reunión, este miércoles en Génova, para tratar de pactar una fecha y abordar la difícil situación, aunque los acontecimientos de las próximas horas podrían alterar esas previsiones.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo -a quien se mira como la autoridad que debe tomar ahora las riendas del partido- ha afirmado este martes su intención de «estar a la altura de las circunstancias», lo que ha sido interpretado como un paso adelante hacia el liderazgo nacional. «Tomaré las decisiones en función de lo que el partido me pida», ha añadido. La intención del dirigente gallego es confirmarse como presidente del PP en un congreso sin rival, por aclamación.

Este martes ha supuesto, sin embargo, un punto de inflexión para Casado. El clamor exigiéndole la dimisión ha sido abrumador y le ha llevado a replantearse sus próximos pasos. Con su entorno más íntimo, busca ahora la mejor forma de dejar el cargo para que el partido pueda asumir una transición.

En este martes se han sucedido los pronunciamientos en público de varios dirigentes, algunos muy cercanos al líder popular, pidiendo que se designe una dirección provisional para pilotar el partido hasta un próximo congreso.

«La actual dirección nacional del PP debe convocar de forma urgente a los integrantes del Comité Ejecutivo nacional, de acuerdo con los estatutos, para designar una dirección provisional que se haga cargo de las cuestiones ordinarias del partido hasta la celebración de un congreso», han suscrito en un manifiesto bajo el título En defensa de un PP a la altura de un gran país.

Entre los firmantes se encuentra la dirección del Grupo Parlamentario Popular. Poco después se conocía que Teodoro García Egea no acudiría este miércoles a la sesión de control en el Congreso de los Diputados, donde tenía previsto formular sus preguntas al Ejecutivo.

A esto se suman las dimisiones conocidas también en las últimas horas, como la de Belén Hoyo, presidenta del Comité Electoral del PP y que ha sido el primer miembro de la dirección en comunicar su marcha. Hoyo ya se mostró especialmente beligerante este lunes en la reunión del Comité de Dirección, donde exigió la renuncia inmediata de Egea y la convocatoria de un congreso extraordinario.