El informe de Seguridad Nacional da la razón a Ayuso: los aeropuertos son «sensibles» en las pandemias

El director de gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo, ha acudido este jueves al Senado para presentar el nuevo informe de Seguridad Nacional. Aprobado en marzo, el dossier no menciona al coronavirus pero sí advierte -como ya hacía el anterior- sobre el riesgo de las amenazas epidémicas. Y en este contexto destaca especialmente la alerta, ahora desoída por el Ejecutivo: «El desafío para detectar y reaccionar ante cualquier riesgo sanitario es particularmente sensible en infraestructuras y zonas especialmente críticas como son los puertos, los aeropuertos y las fronteras terrestres».

El Gobierno se resiste a reforzar los controles en aeropuertos aunque la evidencia ya demuestra que son un ‘coladero’ para nuevos casos.  Sólo en la Comunidad de Madrid se han detectado en el último mes 32 positivos de coronavirus de personas procedentes de zonas de riesgo y que entraron en España a través de Barajas. Cinco han tenido que ser hospitalizadas.

Modernizar la vigilancia

El dosier, aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional en una reunión presidida por el Rey, queda desfasado al no recoger el principal desafío para la sociedad actual. La explicación es que el grueso de su contenido se cerró el año pasado. Sin embargo, las advertencias sobre el riesgo de los aeropuertos para la salud pública conservan su vigencia y vienen repitiéndose desde tiempo atrás. Fueron ignoradas en la explosión de la actual pandemia -cuando el Gobierno tampoco adoptó controles que evitasen la entrada del virus- y también lo son ahora.

Seguridad Nacional reitera la necesidad de desarrollar protocolos de colaboración entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las autoridades sanitarias y define como un reto la creación y dotación de una red de vigilancia epidemiológica especifica de las Fuerzas Armadas en España y en zona de operaciones. También considera necesario modernizar los sistemas de vigilancia de la salud en España de forma que integren todo lo concerniente a las enfermedades y los sistemas de alerta precoz y respuesta, y una automatización de procesos que incrementen la oportunidad de las señales de riesgo y de la respuesta en caso de ser necesaria.

Hace un año, Seguridad Nacional ya incluyó las epidemias como un reto que afrontar. El Gobierno despreció el aviso, que era contundente: «La detección de la circulación de microorganismos y la transmisión de enfermedades constituyen desafíos de primer orden». Aquel informe se aprobó el 15 de marzo de 2019 y, como ahora, fue expuesto por Iván Redondo en el Senado. Ocho meses después se conocían los primeros casos de una neumonía de origen desconocido en la ciudad china de Wuhan. Pero el Gobierno español negó los riesgos y no adoptó medidas drásticas hasta mediados de marzo, con la pandemia ya desbocada.

Población vulnerable

El nuevo informe insiste en el desafío. Estima que «persiste la vulnerabilidad de la población ante los riesgos sanitarios actuales pese al importante desarrollo de los sistemas de detección, preparación y respuesta con los que se dispone». «La gran circulación de microorganismos patógenos sigue generando importantes riesgos para la población», prosigue en otro momento. Para Seguridad Nacional, el incremento y envejecimiento de la población, el volumen creciente de viajes internacionales y la circulación transfronteriza de mercancías, los nuevos sistemas de producción y formas de consumo, los residuos generados y el cambio climático- «marcan la creciente movilidad de riesgos para la salud pública y, en concreto, de microorganismos patógenos capaces de generar epidemias y pandemias».

El Gobierno, además, desoyó durante la crisis los informes que diariamente elabora el departamento, dependiente de Presidencia. Como reveló OKDIARIO, hasta en tres ocasiones antes del 8-M, la primera el 25 de febrero, avisó que otros países europeos empezaban a reaccionar contra el coronavirus con la cancelación de eventos masivos. El Gobierno, en cambio, siguió adelante con las marchas ideológicas pese al evidente riesgo de contagio.

Ahora, Sánchez desoye también el riesgo de entrada del virus a través de los aeropuertos. El caso más evidente es el brote de Murcia, con 19 infectados a partir de tres contagiados que llegaron a España procedentes de Bolivia.

La falta de controles efectivos en Barajas ha provocado un nuevo enfrentamiento entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid. El Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso ha propuesto, entre otras medidas, que para poder embarcar con destino a España se exija una prueba diagnóstica de PCR negativa sobre Covid-19 en las 48 horas anteriores a la salida.

Asimismo, ha puesto en marcha un dispositivo del SUMMA destinado 24 horas en el aeródromo, que se encargaría de realizar pruebas PCR en casos que detecte Sanidad Exterior y de su traslado para aislamiento.