El Gobierno ocultó que el pacto solidario que permitió el paseíllo de Sánchez y Biden costó 6,3 millones

Pedro Sánchez Joe Biden
Pedro Sánchez conversa con Joe Biden.
Carlos Cuesta

Sánchez se comprometió a pagar 6,3 millones a un proyecto impulsado por Kamala Harris para desbloquear el encuentro con Joe Biden y lograr su paseíllo con él. Las gestiones se cerraron el 9 de junio, cinco días antes del ‘selfie’ de 29 segundos del presidente español, Pedro Sánchez, con el máximo mandatario de Estados Unidos, Jose Biden. La información quedó reflejada un 10 de junio en la documentación de SICA, la entidad gestora de las ayudas a la que apoya Kamala Harris. Pero no quedó reflejada por igual en la comunicación interna enviada por la Administración española al personal diplomático. El documento remitido a los equipos del Ministerio de Exteriores alardeó de los acuerdos cerrados, pero no incluyó en su nota un detalle: el compromiso de pago de 6,3 millones de euros.

Un documento remitido a los cuadros del Ministerio de Exteriores ha incluido la siguiente nota: “Relaciones bilaterales Argentina y Costa Rica. El pasado miércoles 9 de junio, el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, viajó a Argentina y Costa Rica en una gira de tres días”. La comunicación interna destaca que “en Argentina [Pedro Sánchez] se reunió con su presidente, Alberto Fernández. Ambos coincidieron en la necesidad de seguir apostando por el multilateralismo para hacer frente a los grandes desafíos globales, como el cambio climático y el acceso universal a la vacuna”. El texto añade que, “además, ambos países firmaron un Plan de Acción 2021-2023 y acordaron la declaración conjunta Avanzando hacia la igualdad de género”.

Sobre Costa Rica, la comunicación interna destacó que Sánchez “participó en un evento solidario organizado por España, que ejerce la presidencia de la Plataforma de Apoyo al MIRPS (Marco Regional Integral de Protección y Soluciones), durante el cual se hizo un llamamiento internacional para buscar soluciones a la crisis de los desplazados forzados en Centroamérica y México”.

El documento remitido a los cuadros del Ministerio de Exteriores.

El texto añadió que “posteriormente, participó en la Cumbre España-SICA de Jefes de Estado y de Gobierno, cuyo objetivo era abordar la recuperación económica sostenible”; y que Sánchez “visitó, asimismo, el Instituto Nacional de Meteorología de Costa Rica, que ha contado con la ayuda de la Cooperación Española”.

Por último, el resumen de los pactos alcanzados y acciones emprendidas destacó que el presidente español “antes de su regreso, se reunió con el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, con quien abordó, entre otras cuestiones, el proceso de integración centroamericano y la situación migratoria en Centroamérica. Además, ambos mandatarios clausuraron un encuentro empresarial-sindical entre los dos países”.

Fin del comunicado. Sin rastro de lo que en esos mismos momentos reflejaba la comunicación de SICA, donde se podía leer el compromiso de pago de España de 6,3 millones de euros.

6,3 millones de euros en el proyecto SICA

Porque lo cierto es que España ha comprometido el pago de 6,3 millones de euros en el proyecto SICA de ayuda a Centroamérica. SICA es el Sistema de Integración Centroamericana. Y ese proyecto se felicitó el pasado mes de abril de la aportación por parte de EEUU y, en concreto, por la intermediación de Kamala Harris para la aportación de 310 millones de dólares para hacer frente al mismo problema de pobreza en esa área. Harris impulsa estas ayudas en estos momentos y ha sido la persona que ha impulsado el encuentro de 29 segundos de Sánchez con Biden.

El paseíllo de Pedro Sánchez con Joe Biden le ha salido caro a España. La web del SICA publicaba este pasado 10 de junio de 2021 el anuncio de los representantes de España, Estados Unidos y la Unión Europea, durante el “Evento de Solidaridad para movilizar apoyos para mejorar la situación de los desplazados forzados y las comunidades que los acogen en la región de Centroamérica/México”.

Solución a la inmigración ilegal

El interés de EEUU en este proyecto es obvio: busca una solución a la inmigración ilegal que entra en el país gobernado por el presidente Biden. El interés de España, obviamente, es menos directo. Esa misma organización destacaba ese 10 de junio que “el presidente de España, Pedro Sánchez, expresó que, en los últimos cinco años, se canalizaron 350 millones de euros al Marco Integral Regional de Protección y Soluciones para abordar el desplazamiento forzado en Centroamérica y México (MIRPS)” y que “España aportará 6,3 millones de euros, 7,6 millones de dólares, en el periodo 2021-2022 como apoyo directo a planes de acción de países del MIRPS. Esta contribución que representa el 14% de la brecha financiera estimada de 55 millones se canalizará a través del ACNUR –Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados-”.

La asesora de migración en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Amy Pope, anunció también que la nación norteamericana destinará “más de 57 millones de dólares en asistencia humanitaria para apoyar a los desplazados en México y Centroamérica. Estos fondos se van a utilizar para apoyar a los gobiernos del MIRPS y mejorar el acceso en la región alineados con los planes de acción nacional”.

Y esa cantidad no es la única que piensa aportar la nueva administración de Joe Biden. SICA destaca que ese pago es adicional a los 310 millones de dólares que la Vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha anunciado ya para atender necesidades humanitarias en la región.

El 7 de junio previo, de hecho, el SICA destacaba ese primer pago de EEUU y subrayaba, de nuevo, que “la vicepresidenta Kamala Harris había anunciado el destino de 310 millones de dólares para hacer frente al problema”. De esa cuantía, una gran parte irá a ayudas directas e inmediatas.

La ayuda al proyecto SICA, por lo tanto, ha pasado a ser importante para EEUU. Tal y como recoge la documentación de esta entidad, “la integración es un hecho histórico que demuestra la capacidad política y la persistencia histórica de los pueblos de las naciones de Centroamérica y de El Caribe”. Y, por eso, este proyecto “nació con la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), el 14 de octubre de 1951, y su marco de referencia es el Protocolo de Tegucigalpa, firmado el 13 de diciembre de 1991”. Y España ha querido estar dentro de estas ayudas. Especialmente si con ello, se suavizan las relaciones con Harris, y, gracias a ello, con Biden.

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