'HOY RESPONDE'

Girauta: «Que Sánchez le diga a Ayuso que la ley está para cumplirse es para partirse el pecho»

Girauta retrata en 'Sentimentales, ofendidos, mediocres y agresivos' a la nueva izquierda 'woke'

Así responde Girauta al pianista podemita Rhodes por su camiseta contra Vox: «Fuck you, bastard!»

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Juan Carlos Girauta tiene nuevo libro: Sentimentales, ofendidos, mediocres y agresivos. “Una carta -dice- al joven que aún puede cambiar, más que el adulto”. Cuenta el abogado, columnista y ex dirigente de Ciudadanos en una entrevista a HOY RESPONDE de OKDIARIO que “el libro pretende exponer ideas y cambiar actitudes. Que el lector se sienta interpelado de forma personal”.

Girauta cuenta en su nueva obra “el modo en que la izquierda que conocíamos dejó de serlo y qué es, ahora, eso que se llama izquierda”. También la forma en que esa izquierda, que es un fenómeno reciente de la última década y que afecta a todo Occidente y no solo a España, ligada al movimiento woke, se ha hecho con la hegemonía cultural. Girauta explica “por qué en la hegemonía cultural está toda la clave” frente a la idea extendida en la derecha del mero gestor económico que sólo aspira a arreglar los desastres que dejan otros.

Para Girauta, “estamos en un momento histórico de desarrollo de cosas muy peligrosas”. Por ejemplo, la normalización de la intransigencia, el fin del debate, la imposición de un marco mental, dogmático e ideológico “del que si te sales quedas apartado, cancelado, socialmente”. La idea de esta nueva izquierda es que “exponer opiniones distintas a sus dogmas es, incluso, una nueva forma de violencia”. Es justo lo que dijeron Irene Montero y sus amigas, sentirse víctimas de violencia, al ser criticadas por su viaje en Falcón a Estados Unidos o por el cartel de mujeres manipuladas en una playa.

Para Girauta, “la hegemonía cultural de la izquierda es una fábrica de sentimentales, ofendidos, mediocres y agresivos”. Dice que “son sentimentales porque se les entra exclusivamente por la vía sentimental; ofendidos porque son muy susceptibles, ya que viven en la burbuja ideológica que se les ha creado en la escuela y en la universidad; mediocres porque no acuden a ninguna otra fuente diferente para su formación intelectual que no sea esa escuela o universidad copada por la izquierda; y agresivos porque es la reacción y el eslabón lógico final a quien se le ha metido en la cabeza esas causas de manera sentimental”.

Cambio climático, género…

Girauta cita el caso del cambio climático, que “no les llega por una explicación racional o científica, sino por el relato de Greta Thunberg, que es una distorsión milenarista y apocalíptica que ha traumatizado a miles de niños que piensan que el mundo se acaba”. Girauta describe con ejemplos cómo la visión de la izquierda ya no se queda sólo en la historia u otras ciencias blandas, sino que la han llevado a las ciencias exactas y cómo el pensamiento woke en Estados Unidos explica el racismo o la visión de género de las matemáticas. Visión que Sánchez ya ha traído a la eucación española con la Ley Celáa.

Cambio climático, transexualidad, identidad de género, black lives matter…. Girauta constata que “quien compra una de estas causas las acaba comprando todas en bloque. No tiene ninguna lógica que, aunque pienses que el mundo esté a punto de acabarse por el cambio climático, apoyes la llamada ‘leyenda negra’ de España en América o la transexualidad… El izquierdista actual carece de cosmovisión. Antes, por lo menos, había que leer. Decías: yo soy de izquierdas y tenías que explicar por qué y qué habías leído. Ahora no”.

«Defienden lo mismo que Davos»

Juan Carlos Girauta constata que “lo que ahora llamamos izquierda” defiende las mismas causas de las grandes corporaciones financieras mundiales: “Ellos hablan de la radicalización de la democracia, de ser rebeldes y activistas, pero son, en realidad, un instrumento más del poder. Creen que ‘actuar’ es ir a reventar la presentación de un libro donde se cuestione el cambio climático. Pero su discurso, al final, es el mismo que el de las grandes empresas del Ibex o el de los anuncios de los bancos o el de los ingenieros sociales del Foro de Davos”. Girauta les pregunta: “Entonces, ¿contra qué te rebelas tú? Porque coincides con lo que piensan los dueños de las empresas con mayor capitalización de la historia de la humanidad y del capitalismo, los dueños de las grandes tecnológicas Apple o Google etc…” ¿Qué rebeldía es esa? Tú estás con el poder. Eres un instrumento más del poder”, les dice.

“Reaccionarios”

Para Juan Carlos Girauta, “todas las causas que defiende esta nueva izquierda son reaccionarias”. Y pone el ejemplo del cartel manipulado por el ministerio de Igualdad de Irene Montero: “Como los cuerpos de las modelos a quienes les han robado su imagen sin avisarles no son eso que llaman ‘normativos’, los han manipulado pretendiendo mostrar ‘diversidad’. A la señora oscura le han puesto color para que parezca más oscura, a la que tenía una doble mastectomía le han añadido un pecho y a la señora que tiene una prótesis en la pierna izquierda le han quitado la prótesis y le han puesto pierna. Esto se consideraría un experimento aberrante o la manifestación de un enfermo mental. Es muy reaccionario”.

Girauta expone parte de la lista de causas reaccionarias de esta nueva izquierda woke: “La autodeterminación de género es antifeminista, la forma en que se enseña en el colegio es homófoba porque elimina la homosexualidad y la sustituye por el cambio de género, que, a su vez, borra a la mujer porque ahora depende de una declaración de voluntad. Han hecho perder el sentido a la lucha feminista de siglos”. Pero también -dice- “hacen suyos todos los nacionalismos de secesión como el catalán o el vasco, aunque sean xenófobos, racistas y reaccionarios”.

Manipulación

Girauta constata la facilidad actual de la manipulación de masas al servicio de la hegemonía cultural y la “ingeniería social” de la izquierda gracias a los algoritmos de las grandes tecnológicas que sesgan, de origen, la información: “Nunca ha habido los instrumentos de penetración en las mentes que hay hoy. El hecho de que la gente se pase varias horas al día en las redes sociales o en plataformas digitales pone su cerebro en manos de quienes diseñan los algoritmos en Google con el ánimo de hacer ingeniería social y de primar en las búsquedas ciertos resultados frente a otros. ¡Se creen dioses! La gente interactúa con una pantalla en blanco, muy bonita, que parece neutral, pero cuando va a buscar algo ellos ya te están manipulando y sesgando la información de origen”.

Pone Girauta también el ejemplo de las series y las plataformas de TV “penetradas completamente por la izquierda” y cree que la derecha ha despreciado “estúpidamente” estar “en los lugares con los que la izquierda ha conseguido su hegemonía cultural de la que depende el voto porque son los lugares críticos en la formación del imaginario colectivo. Productoras audiovisuales, la escuela, el teatro, el mundo editorial, la cultura…”.

Girauta denuncia que “la izquierda woke aprovecha nuestra democracia liberal para minarla desde dentro radicalizándola” y, de todos modos, cree hay esperanza si se pierde el miedo a hablar, a romper “la espiral del silencio que imponen” y a contar la verdad “que se defiende sola, pero que hay que contarla”.

Sánchez, “arroz blanco”

Juan Carlos Girauta cree que Sánchez, como “los podemitas y gente así” es una manifestación más en España de esta izquierda reaccionaria y al servicio de las grandes corporaciones.

Girauta desmitifica al personaje: «Sánchez es como el arroz blanco: un porta sabores que en sí mismo no es nada. Si le echas una salsa tiene un sabor y si le echas otra tiene otro sabor. Por eso puede convivir con cualquier socio. Sánchez es un tipo vacuo, un traje vacío, con mucho instinto para conservar el poder, como tantos otros en la historia, lo cual, en sí mismo, es una desgracia”.

Pero Girauta le reconoce un mérito: “Yo no me imagino a otro que lo haga con este desparpajo. Un tipo que es capaz de hacer a Bildu un agente decisorio del gobierno y en las cosas que afectan a la dignidad de España”. Un tipo que permite “que Bildu diseñe la memoria democrática de España. Es sangrante. No se me ocurre nada más insultante para las víctimas del terrorismo”.

Dice Juan Carlos Girauta, de todos modos, que “el diablo es más interesante que Sánchez” y que “tendría que valer más para ser el mal de verdad”. “Es un hortera que se viene arriba con los signos de poder porque no puede evitarlo y que, si puede ir en el helicóptero a la boda del cuñado, pues va”.

Girauta señala que “es para partirse el pecho” que Sánchez le diga a Ayuso que la ley está para cumplirse “cuando él gobierna desde la ilegalidad”: “Lo dice él, que va a eliminar el delito de sedición para que sus socios puedan dar golpes de estado”. Dice que Sánchez “representa a una banda para colonizar el estado y perpetuarse en el poder cuando esté en el gobierno y cuando no esté.

¿Feijóo será Rajoy?

Girauta deja claro en ‘Sentimentales, ofendidos, mediocres y agresivos’ que la batalla cultural es vital. ¿Ve a Feijóo dándola o le ve como Rajoy ocupándose de la economía? Duda de sus primeros pasos: “Feijóo es alguien que sabe que si gana es porque el otro hace una gestión catastrófica y alguien que tiene la sentencia de los ERE para liarla y utilizarla políticamente con todo el derecho y la razón, pero que disculpa al PSOE y añade que no desea que Chaves y Griñán vayan a la cárcel”. No lo entiende.

Girauta cree que es “muy poco ambicioso” decir “yo no vengo a discutir y traigo una agenda para gestionar la economía”. “Feijóo -señala- ganará las elecciones porque la izquierda nos ha llevado a una catástrofe. Pero es que la derecha española sólo gana las elecciones en esas circunstancias. Le pasó a Aznar con Felipe cuando llegó al 25% de paro; a Rajoy con Zapatero cuando que recortar las pensiones y ahora a Feijóo con Sánchez porque vamos al racionamiento”.

Girauta plantea a Feijóo y a “la derecha española” una dura pregunta: “¿Aspiras sólo a ganar cuando el otro lado lo hace muy mal? ¿Adoptas el papel de segundón?”.

Sentimentales, ofendidos, mediocres y agresivos, la última obra de Girauta que describe a la nueva izquierda woke y los mecanismos de su hegemonía cultural, viene a denunciar la “estupidez” de una derecha que asume, con actitudes como la de Rajoy (y veremos en el futuro si la de Feijóo), “que sea normal que de los valores y las ideas se ocupe siempre la izquierda”. “Eso es aceptar -dice- que le corresponde por derecho. Un error gravísimo muy poco alentador”.

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